Tarapacá es un
corregimiento ubicado en el departamento del Amazonas, en la desembocadura del
rio Cotuhé sobre el rio Putumayo a 150 km de Leticia. El corregimiento de
Tarapacá cuenta con una extensión de 14.000 km2 y una población total de 2407 habitantes, los
cuales se distribuyen: el 51.3% en la cabecera corregimental y el 48.7% en el
área de influencia. En su territorio se encuentra el resguardo indígena
Cotuhé-Putumayo, Uitiboc, y una parte
del Parque Natural Nacional Amacayacu. Por el norte se extiende desde el Parque
Nacional Puré hasta el sur, donde limita con el municipio de Leticia. Hacia el
occidente comprende la zona limítrofe con el Perú y el corregimiento de Puerto
Arica, y hacia el oriente con el Brasil.
El área de
Tarapacá es un punto fronterizo estratégico en el territorio nacional, su doble
frontera con Perú y Brasil y la abundante diversidad de recursos naturales como
la madera, la pesca y el oro lo hacen un territorio atractivo para pobladores
que se desplazan desde el interior de Colombia, Perú y Brasil. Tarapacá es
además un puerto comercial importante para cargueros que hacen la ruta Leticia
Puerto Asis. Es un punto estratégico para la soberanía nacional, es la puerta
de entrada del país al rio Amazonas, y la única zona exitosamente defendida por
el gobierno cuando fue ocupada por el Perú en 1933.
Tarapacá tiene
calles pavimentadas, con una o dos motos, un tractor, un jeep, pocas bicicletas
y mucha gente a pie. Los habitantes de Tarapacá provienen de muchos lugares, la
etnia mayoritaria es la Tikuna, hay Boras, Huitotos, Cocamas, andoque y
ocainas. A pesar de que el territorio que ocupa hoy en día el casco urbano es
territorio tradicional indígena de la etnia Tikuna, Tarapacá como pueblo tiene
una conformación reciente, desde los tiempos del conflicto con el Perú, cuando
empezaron a llegar militares y policías, madereros, garimperos, y aventureros
que decidieron quedarse. Tarapacá es un pueblo mestizo (que no me escuchen los
indígenas), es una mezcla de indígenas, colonos colombianos, procedentes del
Huila, Tolima, Meta, colonos brasileros de origen portugués, y una que otro gen
alemán u holandés colado desde el Brasil. El que llegue a Tarapacá con la idea
de encontrar una comunidad indígena con una lengua propia y tradiciones
originales se desilusiona, pero si se deja sorprender encontrará algo mejor: un
nuevo mundo.
Desde el casco
urbano se puede ingresar caminando al resguardo UITIBOC, a donde se encuentran
tres malocas, de las etnias Bora, Tikuna y Huitoto, en este territorio tienen
las chagras muchas familias indígenas del casco urbano, durante todo el año hay
frutas en cosecha: piña, chontaduro, uva caimarona, entre otras, también
plátano, yuca, ñame, que no pueden faltar en la dieta local. Tarapacá ofrece
dos rutas de exploración fluvial, la primera por el rio Putumayo y la segunda
por el rio Cotuhé; sobre el Putumayo están las comunidades indígenas de Puerto Nuevo,
Puerto Huila, Puerto Tikuna y Porvenir, hay también fincas de colonos como la
de Don Casanare, Eliseo y Manuel Pulgarín, la última comunidad es la de Puerto
Ezequiel, comunidad religiosa formada por habitantes de diferentes regiones del
país. Por el rio Cotuhé están las comunidades indígenas más tradicionales a
donde se puede escuchar el Tikuna en su gran mayoría, están las comunidades de
Ventura, Santa Lucia, Nueva Unión, Caña Brava, Buenos Aires y Pupuña, esta
ultima siendo la más reservada a la entrada del mundo occidental, y que por
obvias razón no se debe visitar sino se tiene una justificación.
Para llegar a
Tarapacá se puede hacer en avión, con vuelos semanales de la empresa Satena, en
barco por los ríos Amazonas, Solimoes y Putumayo, o caminando por tres o cuatro
días desde la comunidad de San Martin hasta la comunidad de Buenos Aires, y
después navegando por el rio Cotuhé. Tarapacá no es un destino turístico, a
diferencia de Leticia a donde llegan miles de turistas extranjeros y nacionales
todos los días. En cambio a Tarapacá si llegan funcionarios de bastantes
instituciones departamentales y del Estado, lo que ha constituido una especie
de turismo institucional, pues obviamente nadie es tan obtuso de aprovechar un
viaje a esas lejuras solo para trabajar, todos quieren pasear y experimentar un
lugar que existe en la mente de muy pocos, ubicado en una zona tan estratégica
e importante para el planeta pues sus bosques están bastante conservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario