No siendo la esencia de este cuento trascender el análisis de los hechos de
actualidad ni del pasado, no se puede tampoco nadar contracorriente ante las
viscitudes que alcanzan el sieso por accidente o complicidad, pues así como se
narran aventuras, así mismo cabe contarles que muy temprano en la mañana me
levante a prepararme una taza de té. Estela, la dueña de la casa donde vivo
aquí en San José del Guaviare, presenciaba una celebración, conmemoración,
solemnización o yo no se que tipo de eventuación por los hechos ocurridos hace
diez años en que unos manes les dio por lanzar avioncitos a las torres gemelas en
Nueva York, siendo eso parte del pasado humano, no me detendré a hablar de tal
acontecimiento, sino quizá de algo que escuché y vi por unos minutos en el
televisor. Salió el ex alcalde de Nueva York, un señor Gulliani, a dar un
discurso, en el cual no se por donde me latió que se combinaba lo religioso con
lo político, la sentimentalidad y obviamente la justificación y la argumentación
de porque paso lo que paso hace diez años. Pero déjenme contarles un poco
mejor, pues este prominente hombre trataba de hacer alusión al libro de Eclesiastés,
cuando nos dice que todo lo que se
quiere debajo del cielo tiene su tiempo, “tiempo de nacer, y tiempo de morir;
tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado. Tiempo de llorar y tiempo
de reír. Tiempo de amar y tiempo de
aborrecer.”… y así sucesivamente. Dada la naturaleza del evento en que se
entretejía la sentimentalidad con la oficialidad, no le faltaron escrúpulos a
este hombre para la exaltación de su nación, sus símbolos patrios y el clásico
“god bless América”. Muy bonitas y emotivas palabras del ex alcalde, pero me
quedé pensando si sus palabras realmente traían un mensaje de reconciliación y
perdón en la humanidad, o más bien invitaban a la reafirmación de un tipo de
superioridad por algo que no se qué carajos pueda ser pero subyace en la identidad
de los estadounidenses, y de lo que algunos se convencen desde que nacen. La
sensación que me dio es que se buscaba alimentar la idea de que los
“americanos” son una especie de pueblo elegido, la herramienta es una clásica
formulita ya probada y recomprobada por cientos de imperios y gobiernos, añadir
a las creencias religiosas una pisca de demagogia nacionalista, una cara de
hombre correcto y un tono de voz decidido y solemne, “just wonderfull”. Siendo
mucho lo horribilisismo eso que paso hace diez años, una cosa de esas que
realmente lo ponen a uno a reflexionar sobre que pitos esta pasando en este
mundo, creo yo que seguir acudiendo a la exaltación del heroísmo de unos, es de
alguna manera reafirmar la maldad natural de otros, en pocas palabras, y sin
mucha cosa, es echarle mas leña al fuego. Tal ceremonia no era a mis ojos un
llamado al perdón, ni al descanso eterno de las almas que ahí murieron sino una
manera mas de justificar todas las muertes que ocurrieron posteriormente,
iraquíes, afganos, soldados, seres humanos, al fin y al cabo el mundo entró en
guerra.
lunes, 19 de septiembre de 2011
Eso que dicen fantasía realmente no lo es.
Te acuerdas de un sueño tenido anoche, estabas viendo un
valle verde, salias de una escuela abandonada a la salida de tu vieja casa, era
el Laura Vicuña, recorrías sus pasillos, y salones viejos, era un monumento,
una obra invaluable, pero se estaba cayendo, entonces dabas ideas de cómo
salvarla, hacer un centro comercial, un teatro o un centro cultural, al fin y
al cabo el pueblo estaba creciendo y habría quien lo visitara. Pero no solo
soñaste eso, pues en uno de ellos te deslizabas por el tiempo, había un malo,
que parecía tener todo planeado, que conocías muy bien y a quien no le temías,
sabias que por apuros que tuvieras, escaparías de sus garras, tal como la hacia
Marti cuando se deslizaba en su patineta en Back to the Future, y no fue
casualidad tal cosa, pues justo anoche antes de dormir, después de ver la
película A Midnight in Paris, quedaste revoloteando en pensamientos, esas
historias que se viven, que se leen, las propias y las de otros, el revuelto de
energías que se cuece en la vida de cualquier individuo aparece en el correr de
sus días. Escape del tiempo, vida misteriosa, a que tiempo me iré, a que
personajes encontrare, estará Clint Eastwood por ahí? O también podría tropezar
con Don Chinche.
Porque tener que pensar la historia que se busca vivir, por
ahí se dice que pa’ donde va la atención va la energía, y es muy sabio tal
cosa, pero no siempre lo que uno cree de uno es lo que uno cree realmente, que
trabalenguas tan bravo, que bucle de reflexividad tan inútil, más bien cámbieme
el tema y sigale diciendo a su personaje de sueños que otro espanto se le
aparece por las noches. Así mismo una cierta configuración plasmaste en el
cuaderno rojo de las australasias, se que no quieres personalizar nada pues te
cuidas de la idolatría como el más grave pecado, pero te atreviste a plantear
las energías bases del proyecto que le pedias a la vida te concediera algún día,
entonces con un muñeco en el centro escribiste lo siguiente: I-SA-AC-RO-LAND-BE-TY-MAR-LE-NY.
El desentrañamiento escriturológico de esta clave no da para escribirla, pues
de alguna manera ya está por ahí pincelada en los ociosos recovecos de un
clowning, sin embargo, y continuando con lo anterior, y los deslices en el
tiempo, terminemos esta historia que por algún lado comenzó.
Entonces lo que creíste fantasía
realmente no lo es, y aunque una historia sea solo una historia que verdad no
pretende ser, o una película sean imágenes que a realidad no aspiran alcanzar,
eso que dicen fantasía no es más que la misma realidad.
Si no se divierte el divertidor, realmente se logra la diversión?
Entre las cosas chistosas que ocurren en las ciencias de la
vida, está la de la escalada hacia el propósito, resultase que al principio, cuando
la revelación se da, bajan esas entidades que muestran cada una de las partes
del rompecabezas, tienen rostros, juegos de elementos, significados, se encarnan
en personas, en los libros, en la mente, en el silencio, en los tropiezos y
encuentros, se hace tan fuerte la aparición, que de visión pasa a volverse
obvio, la emoción y el miedo siempre van de la mano, se requiere ayuda,
devoción, un punto divino, pero en los albores de la historia aterrizan otras
voces, las del ego, las que dicen que no se puede, que no hay manera, que quien
dijo que esto o lo otro, la duda que aconseja dormir en las amañadoras aguas de
la normalidad, y asi empieza la lucha, que es a muerte, y se libra todos los
días de la vida.
Empieza la cosa, con un aguacero de sorpresas y buenos
momentos, la seguridad abunda y todo se hace: sorpresas, impresiones,
agradecimientos, el sartén esta tomado del mango y nadie se lo quita a uno.
Pero al mejor panadero se le quema al pan, y es cuando renace el momento mas
cruento de la lucha, el error, la posibilidad de equivocarse, y la reflexión de
que pase lo que pase, no hay errores, solo en el cuento humano que los ve, aquí
se debe rescatar la verdadera conexión con la energía, para levantarse
fortalecido, y seguir el curso con la cabeza arriba. El camino al
perfeccionamiento de cualquier arte viene acompañado de pruebas duras, sobre
todo en lo que respecta a la imaginación propia del creador, que trata por un
lado seguir la energía y viajar con ella, mientras por otra se avergüenza y
busca refugio en los viejas barricadas, a donde supuestamente no entran las
balas, pero si entra el viejo contrincante de todo este cuento, el propio ego.
En fin, pareciendo todo esto un
cuento de aciertos y desaciertos, realmente no lo es, pues el camino que se
recorre previamente ha sido trazado, y solo se recuerda en el justo momento que
se esta viviendo, por eso nada puede separarlo, nada puede enajenarlo de lo
absoluto, asi todo por dentro se retuerza y no se vea, a veces ni se goza, lo
que es normal, pero no aceptable, pues si no se divierte el divertidor,
realmente se logra la diversión?
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