Profundear. A un día de sol le llega la tarde y
de repente se vuelve lluvioso, las calles despejadas del domingo al otro día están
congestionadas, las experiencias de hoy son la historia de mañana, y así
parecen seguir el curso las cosas. Fuera de la casa esta mucha gente en sus
casas durmiendo y otros trabajando, escribiendo el informe del proyecto o
pensándose un negocio, otros rezan y otros solo ven en la televisión los goles
del partido que perdió Millos ayer. Mientras tanto me ahogo, tratando de sacar
lo que siempre he esperado, pasos en falso, desafíos al destino, espíritus que
entran y otros que salen, el amor viaja, y se busca, yo lo busco, no solo por
encontrarlo, sino por hacer el ejercicio y alimentar esa esperanza que dice que
todo estará muy bien, como el reggae lo repite todo el tiempo, como las
películas buenas muestran al final que nada parece ser lo que se es, sino que todo
cambia y fluye. Desde un tipeo tímido trato de ver la forma nuevamente, los
colores siguen apareciéndose y la impaciencia toca a las puertas, que será de
mi me pregunto esta vez, que será lo que estoy dando en mi día a día. Creo en
los milagros, cuando se trabajan, he visto revelaciones desvanecerse por que se
creen instantáneas y no lo son, toca trabajarlas, repito, pero todo se cumple,
eso es una ley, lo que aparece en los sueños, y lo que no también, las
sorpresas y los planes, todo llega, si que llega. Las cosas se ven en materia y
contenido, la carretera con sus curvas y el yogurt mostrándose en las vitrinas,
Los Mozzarella sonar una que otra vez, personas crear el paraíso y otros
amarrados aun persisten en tener, yo quiero tener y en eso me equivoco, porque
hay no encuentro lo que busco y ni siquiera tengo lo que me antoja tener. No detenerse parece ser la consigna esta vez,
escribir locamente para así conjurar, para tener mañana un propósito y una
tarea que hacer, levanto el vuelo del águila para ver de lejos, ¡ojo con las
minuciosas que se pueden olvidar! Por dónde empezar a sacar la cosa, seguir y
seguir, llegara a algún lado? Escuchar las mismas canciones y persistir en los
planes de construir un lugar en el campo con Paula, para vivir y respirar,
gozar de esta paz que me alberga ahora, que aunque a veces se revuelva no me
deja en ningún momento, no se esfuma como si lo hacen los planes. El humo se
levanta desde la leña que se quema, su olor lo envuelve todo y lo que era
madera se vuelven cenizas, a donde irán después, al asiento de un árbol, para
que nutra su tierrita, para que se haga mas fuerte y haga la madera que sea
quemada nuevamente en la chimenea de la casa. Que será lo que me bloquea, hay
algo que no he perdonado, una fuga de energía que me hace olvidar lo que soy…,
soy, soy, soy, quizá toda esta escritura es vanidad, y no va a ningún lado
realmente, quizá es mejor actuar y que lo que cuento no lo cuenten las letras
sino los hechos que se ven, los que alguna vez dijo Durkheim que se pueden
medir, y tratarse como cosas, pero la Fe es imperceptible, pero crea cosas perceptibles,
no se detiene y sabe para donde va, su guía único es la creación y no pierde el
tiempo lamentándose por la derrota de Milos ayer, que cagada que Millos perdió
ayer. Que se logra con mucho profundear, cuando en lo tonto aparece una magia
que yo no se, de donde viene, si a que va, solo me divierte y me recuerda lo
feliz que soy de estar vivo, de querer a Paula, de seguir soñando y caminando
el camino que está al frente. Si el camino estuviera hecho no fuera nuestro
camino.A un día de sol le llega la tarde y
de repente se vuelve lluvioso, las calles despejadas del domingo al otro día están
congestionadas, las experiencias de hoy son la historia de mañana, y así
parecen seguir el curso las cosas. Fuera de la casa esta mucha gente en sus
casas durmiendo y otros trabajando, escribiendo el informe del proyecto o
pensándose un negocio, otros rezan y otros solo ven en la televisión los goles
del partido que perdió Millos ayer. Mientras tanto me ahogo, tratando de sacar
lo que siempre he esperado, pasos en falso, desafíos al destino, espíritus que
entran y otros que salen, el amor viaja, y se busca, yo lo busco, no solo por
encontrarlo, sino por hacer el ejercicio y alimentar esa esperanza que dice que
todo estará muy bien, como el reggae lo repite todo el tiempo, como las
películas buenas muestran al final que nada parece ser lo que se es, sino que todo
cambia y fluye. Desde un tipeo tímido trato de ver la forma nuevamente, los
colores siguen apareciéndose y la impaciencia toca a las puertas, que será de
mi me pregunto esta vez, que será lo que estoy dando en mi día a día. Creo en
los milagros, cuando se trabajan, he visto revelaciones desvanecerse por que se
creen instantáneas y no lo son, toca trabajarlas, repito, pero todo se cumple,
eso es una ley, lo que aparece en los sueños, y lo que no también, las
sorpresas y los planes, todo llega, si que llega. Las cosas se ven en materia y
contenido, la carretera con sus curvas y el yogurt mostrándose en las vitrinas,
Los Mozzarella sonar una que otra vez, personas crear el paraíso y otros
amarrados aun persisten en tener, yo quiero tener y en eso me equivoco, porque
hay no encuentro lo que busco y ni siquiera tengo lo que me antoja tener. No detenerse parece ser la consigna esta vez,
escribir locamente para así conjurar, para tener mañana un propósito y una
tarea que hacer, levanto el vuelo del águila para ver de lejos, ¡ojo con las
minuciosas que se pueden olvidar! Por dónde empezar a sacar la cosa, seguir y
seguir, llegara a algún lado? Escuchar las mismas canciones y persistir en los
planes de construir un lugar en el campo con Paula, para vivir y respirar,
gozar de esta paz que me alberga ahora, que aunque a veces se revuelva no me
deja en ningún momento, no se esfuma como si lo hacen los planes. El humo se
levanta desde la leña que se quema, su olor lo envuelve todo y lo que era
madera se vuelven cenizas, a donde irán después, al asiento de un árbol, para
que nutra su tierrita, para que se haga mas fuerte y haga la madera que sea
quemada nuevamente en la chimenea de la casa. Que será lo que me bloquea, hay
algo que no he perdonado, una fuga de energía que me hace olvidar lo que soy…,
soy, soy, soy, quizá toda esta escritura es vanidad, y no va a ningún lado
realmente, quizá es mejor actuar y que lo que cuento no lo cuenten las letras
sino los hechos que se ven, los que alguna vez dijo Durkheim que se pueden
medir, y tratarse como cosas, la Fe es imperceptible y crea cosas perceptibles,
no se detiene y sabe para donde va, su guía único es la creación y no pierde el
tiempo lamentándose por la derrota de Millos ayer, (que cagada que Millos perdió
ayer!). Que se logra con mucho profundear, cuando en lo tonto aparece una magia
que yo no se de donde viene, y a que va, divierte y recuerda lo
feliz que soy, de estar vivo, de querer a Paula, de seguir soñando y caminando
el camino que está al frente. Si el camino estuviera hecho no fuera nuestro
camino.
viernes, 9 de marzo de 2012
Déjà vu o me dejo el bus?
Pero
que es esto, si ya antes lo había vivido, será un dejà vù, o más bien fue que
me dejo el bus. Tal como lo veo así mismo puedo decir lo que sigue de la
película aquí, y si, no es tiempo de lamentar ni tampoco celebrar, pues en
ninguna de las dos está el elixir de la eterna juventud, si todos vamos para
viejos, y si no llegamos es porque morimos, si nos quedamos, es porque ya no
estamos. Tremendo susto el que se pego, cuando el desenlace de la historia le
pareció fatal, corrió hasta callejones sin salida, para darse cuenta que
adentro estaba la salida, podía crear y recrear todo a su alrededor, la niña
que lo acompañaba, sería su compañera, y no lo dejaría por la inaudita duda que
no deja comunicar, por el afán de tener e impostar la verdad, todo se quemaría,
acabaría en cenizas buscando a otro cuerpo pertenecer, volver al polvo, abonar
las raíces de otra célula viva que sus nutrientes pueda aprovechar. Ultima
escena, igual a la primera, repetidas veces subió al bus, y al mismo destino
este lo llevó, eso paso por muchos años, sin que se constatara lo que el
destino le guardaba, en esos tiempos todo era inerte, repetitivo y aburrido,
pero ahora seguro es diferente, porque cada día es diferente y trae una
aventura nueva, así el dejà vù o el sueño sean repetidos, bendito es, porque
otro seguro que si es. Y si la clarividencia se desarrolla que mas pueda pasar
que la vida se convierta en evidencia de un divertido juego de azar, en el cual
se tiran los dados desde arriba, y como un destino inevitable, nos movemos a la
meta. Juntos, luchando, componiendo, no se muere porque así lo dijo el de
arriba, que al lado de la presunción crece la simplicidad, al lado de la
ostentosidad, lo justo permanece, no se que este en los planes del Creador,
pero seguro todo bueno siempre esta, que venga la Recocha, como la pidió Salome
el dia que años cumplió. No se que mas quiera decir, o quizá tenga que callar,
agradezco a lo invisible, por darme ojos para ver lo invisible, porque en estas
huestes del tengo y compro no me quedo, lo paso como mortal que soy y nada mas,
la energía que se hace viene mas abundante que cualquier cara de aguacate, que
venga y ponga el cuento de que trabaja por nunca trabajar. Que otro caso tengo en mi cabeza, pues como
olvidarlo, era una obra de teatro, a la cual nos contrataron como extras y que
show el que nos hicimos, fumamos, juergueamos, y todo lo demás, en la cara de
la solemne autoridad, así fue la vida, de ese curso no salió, pues el cristal
se salió de madre y vendrá la hora en que no se vea para donde va. Nada de esto
se puede predecir, para nada hay una formula ni una ecuación por la que sufrir,
si los misterios del cielo no los conoce nadie, ni vale la pena intentarlo
hacer, de lo contrario aquel oscuro callejón, volverá para los días iluminar,
por lo pronto los prefiero así, simples, y llenos de magia en el andar, porque así
es que me voy, y si Dios me da vida, pues pienso regresar, a seguir
construyendo esto que algún día no se porque llame, La Revolución de la
Recocha. No tengo miedo de vivir lo que tengo que vivir, no temo cumplir lo que
debo cumplir, paso a paso se dibuja el trazo, y la figura se devela es bella con
sinuosidad, con pequeñitos fractales, y colores de regletas, recordando aquel
viejo lugar que la locura enseñó.
التسكع من مصير
Siendo
mucho lo bueno todo lo sucedido, los merodeos destineológicos esparcieron la
pintura con un pincel de brocha mas gruesa, pues la forma del dibujo debía
ampliarse hacia terrenos nuevos, y consolidarse en aquellos conquistados. Nada
estaba echado por la borda, pues de un barco salieron dos, y así exploraron las
costas y ríos que iban a las montañas, la selva misma aun lo pedía, y como
siendo esa la misión, aquí les comparto esta canción.
Soy
un tiburón,
soy
un guaimarón,
a
donde esta el anzuelo
que
me saque este orzuelo.
Serioso
hago el oso,
y
chispín parezco rasputín
cual
será el manjar,
que
me vaya a banquetear.
Bueno
si, asi se plantearon las cosas y por algo fue, pues el cristal abrió los rayos
y en destellos algo mas lejano ilumino, al fin y al cabo esta la conexión, que
no requiere del cuerpo ni mucho menos de la anterior canción, pues siendo esta
mucho lo mala, algo mejor se puede decir, y pues para calentar he de pensar lo
que en español no les puedo contar: يا جندب، يبقي لي في جبل لديك ، لكونه هذا وأكثر من ذلك بكثير ، يأتي ويقول ما كتبته بالفعل[1]
[1]
Traducción: O pequeño saltamontes, guardame en tu monte, pues siendo esto y
mucho mas, venga y digo lo que ya escribi
Travesía en Transmilenio
En
la ciudad de las luces todo destellaba, mientras gotas escurrían sobre los
paraguas mojados, y como en una coreografía se iban cerrando cuando la multitud
se adentraba en la estación del transporte masivo. El zapateo insistente
amenazaba con tumbar el puente, el afán y el frio nos hacia caminar mas rápido,
poco a poco se acercaba el final del túnel, a donde en medio del tumulto los
que no tenían sombrilla se hacían debajo de los que iban solos con la suya,
afianzando así una solidaridad efímera pero importante para aguantar y soportar
el ajetreo de montarse en un Transmilenio a las 6 de la tarde en Bogotá. A
pesar de la incomodidad, la resignación y la esperanza de estar volviendo a
casa parecía ser superior a cualquier tipo de maltrato urbano, llámesele
destino inevitable de las grandes ciudades, o rabia contra nosotros mismos por
no ser capaces aun de construir una ciudad mas amable. No se escuchaban
protestas, mas bien algunos gemidos, que se acentuaban en el cuello mas
estrecho del embotellamiento al cruzarse con los pasajeros que buscaban a contracorriente
salir de la estación, desafiando un río de sombrillas que apretaban cada vez
mas por hacerse dueño de un espacio. Las largas temporadas en la selva me
hicieron olvidar lo estúpido que es ponerse una cita con una amiga del colegio
a las 6 y 30 pm, calculé cumplir el tramo Virrey-Marly en media hora, pero oh
sorpresa cuando dure media hora solo hasta los héroes, lastima, las promesas de
rapidez del Trasnmilenio se me habían ido al piso, y con ello la inevitable
pregunta de cómo puede ser la manera mas fácil de moverse en Bogotá.
Rápidamente hice la evaluación, llegando a las siguientes conclusiones.
a. Carro:
Que mamera, el trancón es definitivamente peor.
b. Transmilenio:
Nota al pie: Absténgase de montar en las horas pico, de resto todo bien.
c. Bicicleta
de 100.000 pesos: No se la deje robar antes de los primeros tres meses, después
despreocúpese, seguramente ya recupero la inversión.
d. Moto:
“Eso es un ataúd con dos ruedas” viejo adagio que me enseño Gustavo en San
José.
e. Caminando:
Si el tramo no es muy largo, es definitivamente la mejor opción.
f. Buseta:
Siempre una excitante opción, llena de imprevistos, mercados de miseria,
cultura, frenazos, competencias, trancones interminables.
Terminaba la travesía, y llegando a las
7 y 30 pm a mi destino, todo se me había olvidado y no lo sentía para nada tan
negativo, de solo pensar que para llegar a la misma dirección hace unos quince
años hubiera tenido que tomar el siempre temible Directo Caracas, que paraba
solo en los extremos de los paraderos, pues bajarse en la mitad de uno de esos
calabozos lo hacia a uno presa fácil del choro de turno. Desconozco como se
maneje la chequera del Distrito y toda la burocracia que hay en medio de mover
un centavo para atender una necesidad en la ciudad capital, pero quizá, si le
ponemos empeño todos los habitantes de esta selva de asfalto para que algún día
Bogotá tenga un metro y un sistema de Transporte integrado mas eficiente y
humano, seguramente los espesos momentos de manoseo en el Transmilenio se vivan
con mas calma y hasta con algo de entusiasmo, siempre y cuando se vea que se
esta haciendo lo mejor, para que tengamos lo mejor. Ninguna sociedad es tan
troglodita para siempre creo yo, y en algún momento, cuando todo está perdido
renace una conciencia colectiva que lleva a la ciudad a tomar correctas
decisiones y a ser dueña de su propio destino.
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