Una estatua humana está en un parque, y un intrépido musiquín con sombrero de duende y orejas de elfo pasa tocando el huevito y el rondín, melodía por aquí con grandes escaladas por allá, bailecito y musiquita, una obra de esas como pa alquilar balcón, la estatua no se ha movido pero observa cuidadosamente lo que pasa, y empieza a reaccionar con pequeños gestos hasta que encuentra el que puede repetir por un rato hasta que otra cosa pase…Una vez la melodía esta en su apogeo la estatua se embejuca y encuentra su mirada con la del musiquín elfo que aquí llamaremos Wisdomrock.
La estatua humana quien será? Pues El Capitán Pi, quien empieza a reaccionar a cada una de las aventuras que en el momento la música y el teatro puedan aportar, pero en una de esas, cuando la estatua agarra el rondín y el huevito, Wisdomrock agarra su guitarra y empieza una melodía sabrosa que la estatua humana trata de acompañar fallando en la melodía y siendo groseramente estridente, todos se callan y declama…
En la trémula luna
En el oscuro universo
Estaba muy quietico
Y algo me movió.
Al frente mío lo vi aparecer,
Y lo escuche como en celular,
Diciéndome:
Te paras sobre mi pie,
Que no es de roca
y me duele...
Wisdom Rock bajo ese elixir y esos insumos inicia una de esas que le brotan a cada momento, toca una pieza de arte que inspira y da la pauta para lo que sigue. Pues habiéndose así en lo consumado continúa el influjo y se sigue el reflujo que va del estomago hacia arriba y hace vibrar la garganta junto con esas propiedades fisiológicas que los expertos le atribuyen a la risa metódicamente dimensionada como algo holístico y mucho lo sicuofrajilistico.