Es duro decir lo que no se sabe cómo decir,
cuando se escribe y no sale nada, o círculos y círculos de las mismas palabras
que ni yo he pensado, perdiendo el tiempo en estériles esferas. Es como un tapón
en el plexo solar, no ha entrado la energía y tampoco ha salido, viene desde el
centro de la galaxia y regresa igualitica porque no se le asimila, entonces
respiremos y concentrémonos en ese punto chino abajito del ombligo, que la
respiración entre y salga sin pensar en nadita mas, sin detenerse a borrar, sin
cambiar el tumbao, sin preocuparse por estar con la cabeza en otro lao, lo raro
de todo esto, es que es raro porque es nada y aun así avanza ¿avanza, sin saber
pa’ donde carajos avanza?….cual será entonces la balanza, que trae los valores al
alza?... pues al otro lado el plato vacio esta, y sin peso, no se crea ni
alcanza. Oh! que profundo, que interesante! diría el compañero Harol, que
pensaría de todo esto Platón, cual sería la respuesta de Chespirito, cual es el
acertijo que no adivino, que nada cambia y sigue siendo así lo igualitico.
martes, 18 de diciembre de 2012
De la ecuación a la maniobra.
La ecuación, me enseñaron en el colegio que es algo asi
como una formula con variables y constantes, por lo general las variables era
llamadas x, y o z, las constantes eran números, que se representaban con la
letra c. Pues bien, siempre estamos haciendo ecuaciones, despejando incógnitas,
encontrando figuras, una maniobra es como una ecuación que se formula por el
momento y se resuelve en el momento, la maniobra despeja las incógnitas de la
forma, explora las posibilidades, deja clara que su camino era único pero sus
posibilidades infinitas. Una maniobra siempre es diferente a la otra, una
ecuación puede ser la misma, una ecuación se resuelve en un papel, luego se
lleva donde el físico, se le da investidura y se hace objeto, la maniobra es
objeto antes y sigue siéndolo después, la diferencia únicamente es que la
ecuación está planteada, estandarizada, tecnologizada, la maniobra es como algo
que sale y se hace sabiéndolo solo en el momento que se esta haciendo, la
maniobra no tiene chance a repetirse, asi se intente, siempre es diferente. Dos
estudiantes diferentes pueden resolver la misma ecuación y seguramente llegaran
al mismo resultado, sin tener contacto el uno con el otro. Una maniobra, puede
empezar como una ecuación, o sea con un planteamiento, una idea preconcebida,
planteada, de ahí en adelante todo cambia, porque la maniobra se llama maniobra
porque no es una regla puesta en el procedimiento, mas en el instinto, la
intuición y la no formalidad, es una matemática tan exacta que seguramente es
el fin mismo de la sumatoria de toda la matemática junta. Puedo definir la
maniobra como una técnica, como una táctica, una disposición de herramientas
que se amoldan al mismo curso que la sensibilidad y la idea crean en menos de
una fracción de tiempo, no se detiene, no piensa, se hace, es la ecuación
perfecta porque no tiene formula ni regla de ser resuelta, no es un capricho
que haga suponer que todo es una maniobra, hay algo diferente en todo esto, si
desbaratamos la palabra podemos ver lo siguiente: mani: mano y obra: obra.
Vuelta al punto trino.
A tres lados del cuadrado se le suma una arista mas, un ángulo
cerrado rompe con el triangulo y busca el equilibrio, así mismo una raya lo
atraviesa por el punto medio de la cruz, pareciese una simetría pero no es
completa, no hay forma de desplazar la imagen al dominio, ni el dominio a la
imagen, uno es función del otro, el resultado de una operación definida por la
rotación y la simetría ortogonal. Del centro una espiral empieza a surcar,
sigue saliendo, creciendo sin cesar hasta que se pierde en el infinito del
papiro mental. Un planeta encuentro ahí se llama Saturno y está en la cuarta
casa del zodiaco natal, cual será el signo del génesis de este universo, en qué
punto habrá nacido, será que todo fue así de repente, o más bien mucho lo mas
despasitico. Retrocedo y vuelvo por las curvaturas del espiral, la conciencia
se encoge, se comprime y se desplaza, hasta el centro y el principio, como
volver de lo infinito, el espiral sigue y no termina, como se va a poder llegar
hasta el principio. Pero levanto el lápiz y rompo las reglas que gobiernan los
sabios del universo creado, para llegar una vez más, al eje ortogonal, sobre el
punto de encuentro de la cruz donde se juntaron las aristas del cuadrado, ese
mismo que volviendo pierde y vuelve al punto trino de la misma perfección.
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