Hace poco estaba chateando con mi papá, me comentó como van
sus negocios, que las empanadas le quedaron deliciosas, que la tia Mary estaba
malita y que mi hermano se fue de viaje y se va a casar. Después de todo eso me
preguntó si había escuchado algo del jugador de fútbol Dairo Moreno quien fue transferido a un equipo de Tijuana. Dairo, como le decimos cariñosamente, es
un brillantísimo delantero de Millonarios, goleador del torneo pasado e
implacable olfato, zurda magistral y un caballero. Pero Dairo, no es mas que una palabra
referente a algo más, a un universo que siempre circula entre los
dos: el fútbol.
Es realmente estremecedor todo lo que me produce
intercambiar con mi papa palabras de fútbol. Una extraña conmoción acompañada
de gemidos absurdistas y maromas maniobristicas internas, un terror que debo
enfrentar porque descubre lo poco que nos conocemos. Esa es la parte triste…..
La buena es que si no existiera el fútbol no sabría cómo mas hacer feliz a mi papa.
El fútbol es un intermediario, un primo de la familia, alguien conocidísimo,
intimo, del cual tenemos que hablar… quien sabe pa que… si el fútbol es un
negocio que mueve millones y millones de dólares para muy pocos. Y que los que
si somos millones solo tenemos al fútbol como un objeto de consumo…se aparece
hasta en la sopa, quiere gobernar hasta quien tiene derecho a vender elotes afuera
de un estadio.
Muchas historias se pueden contar: Mi hermano una vez obtuvo
un puesto de trabajo en una tienda de video en Londres gracias a que conocía
algo de historia general del Manchester United. En el colegio ninguna niña se me
arrimaba porque sentían en mí una desviada pulsión sexual por el fútbol. Mi
función favorita dentro de un equipo de fútbol nunca fue jugar sino crear
estrategias para enfrentar al rival…me gustaba el 3-5-2 con dos punteros de
media cancha hacia arriba.
Soy un mal jugador de fútbol…cualquier delantero soñaría por
enfrentarse contra un defensa como yo, se deleitaría con túneles, cabriolas,
chalacas, media boleas, mamolas o cualquier otra figuriña…con un 99.9% de probabilidad
de éxito… yo debo conformarme con un gran 0.1%, suficiente para creer que puedo
detenerlo y hacer un pase coherente a mi compañero…o generar una jugada de
peligro. El fútbol es una mata de frustraciones y enseñanzas profundas.
Son palabras solemnes.
Pero me quiero es disfrutar lo trascendental de algo tan elemental y
estúpido como el fútbol. Manifestación artística, aparición fantasmagórica,
cabala mística o simplemente una ideología de bárbaros sin mente, de esos que
creemos que son los hinchas que van a un estadio….cualquier cosa es posible.
Primera axioma: El fútbol es una locución.
-Si señores espectacular juego el que nos trae hoy el Egol
Cocacol en el Estadio Bicenenario Giordanno Voltieri…
-...y no es para menos Wilmar si tenemos a dos colosos de la
historia del fútbol, clásico de clásicos: Chicken Futbol Club contra Las Ñañas
Gonofotsiafotsias, el pronóstico es reservado compañero..
-Arranca el partido y estoy aquí narrándoles futbol una de
las dos cosas que mas me gustan hacer en la vida.
Segundo Axioma: es para jugarlo.
Bien Andy, eso,... desmárquese
por la punta derecha, métala al centro…. de cabeza….eso gooolaazo.
Tercer axioma: es una amenaza:
Referee, referee de la
cancha no salís!
Cuarto axioma: Es teatro:
Driblar como aquel
“Yovani” que sacaba de túneles a todos, para terminar con una caída simulada
Quinto axioma: Es literatura.
Un man leyendo un
libro, lo termina, lo cierra y dice “que partidazo”.
Sexto axioma: es todo y nada.
Sin comentarios.