lunes, 1 de septiembre de 2025

Las redes sociales

 De cuando en cuando reflexiono sobre lo que somos o queremos ser en las redes sociales. Cada red social parece tener su propia identidad. LinkedIn es seria; se proyecta profesionalismo, constancia, innovación y aquellos aspectos propios de la predecibilidad y la respetabilidad. No es tan dada al debate, sino al intercambio de ideas y experiencias.

Para lo último está Facebook, con sus funciones de grupos que permiten básicamente mezclarse sin pudor. También es familiar; aparecen los hijos, los amigos, paseos y múltiples reposteos inútiles. Es definitivamente la red social por excelencia de quienes no nacimos con redes sociales ni con internet. Por eso es más libre y menos formateada, porque quienes la usan muchas veces solo reaccionan en ella según sus instintos violentos, espirituales, intelectuales o como sea.

Por otro lado, está Instagram, la red social por excelencia de quienes sí nacieron con internet. Es más glamurosa; las fotos que se comparten son bonitas, bien tomadas y escogidas. Es la red social por excelencia del "estoy buena", con cinco fotos seguidas en poca ropa, elegancia y atrevimiento, que todas llevan al mismo punto: estoy buena. Instagram es visual, de poco texto, no muy intelectual, más premeditada.

De las otras no escribo porque no las conozco, y ojalá no me lleguen, porque con estas tres tengo tiempo suficiente para perder el tiempo.