miércoles, 15 de enero de 2020

Posición: lo peor de mí


No tengo poder, ni conozco a poderosos, quizá por eso considero que mis opiniones y posiciones con respecto al poder no tienen mayor trascendencia en la vida que vivo….claro, el poder, tal como funciona si tiene influencia sobre la vida que vivo, eso justifica construir una opinión, tener una posición. Pero no quiero ocultar lo peor de mí, y lo peor de mi es el miedo, el miedo que siento si digo algo sobre algo y algunos se exalten al contestar algo, que se molesten, que me rotulen, que me incluyan dentro de algunos de los paquetes en los cuales se incluye a las personas y a sus opiniones, así estas sean diversas y no homogéneas. Eso me da mamera, si mis mensajes llegaran a oídos de los poderosos, o si yo fuera susceptible de convertirme en alguien poderoso, ahí si, la opinión y la posición no solo es menester, sino un deber ético. Chile esta revuelto, siento las demandas de este pueblo, desde la mirada extraña y tropical que vela todos mis juicios, aunque comulgue con esas demandas las miro de reojo, pues temo que el camino a la libertad también pueda llevar a esclavitudes peores de las cuales se huye, es un miedo, es lo peor de mí, aclaro. A Evo Morales le hicieron golpe de estado, eso crispó a personas allegadas, a quienes por equivocación les di una frase de wasap, que no ayudó a nada, sino a incriminarme como un posible aliado de la orquesta Yanqui y de las elites latinoamericanas. No lo vuelvo a hacer, me equivoqué. Es raro, por alguna razón me gusta informarme, contrastar fuentes, conservadoras, liberales, revolucionarias, que dicen, como lo dicen, que ocultan, creo que no soy malo para el análisis político, pero si malo para cazarme con una posición política, no quiero ser un hincha de nada, no quiero malgastar los días de mi vida pendiente en lo que dijo este o lo que dijo otro…Si alguna posición puedo tener, me quedo con la del centro, por eso me es difícil interlocutar con otros, porque mientras asiento a sus razones por otro lado también pienso lo contrario, lo que  hago automáticamente cuando hablo con alguien, si es de izquierda increpo por la derecha, y cuando lo hago con alguien de derecha me le voy por la izquierda. Soy un pusilánime, lo sé, el centro es un lugar difícil, es como parar un huevo, es el blanco de tiro al blanco, es esto y lo otro, en fin… por mi bien es mejor cambiar de tema.

Lejos

Lo que creí ser no soy, lo que imaginé se cumplió. No sé si nos escogimos, o fue cuestión del azar, me temo que el segundo no existe y alguna responsabilidad tenemos. Creo que por eso duele, no solo por los recuerdos, por el mucho tiempo que pasamos juntos, por los sueños, juegos y charlas, quizá hay algo mas y es lo que no hemos sabido descifrar, ni convertir en una relación constructiva. Quién sabe si es demasiado tarde, si los mensajes que me recuerdan a Bugs Bunny serán más grandes que el deseo de cambiar las cosas, no sé si el amor realmente venza al odio, no sé. No puedo ser indiferente a esto, no puedo vivir con la sensación de ser odiado, ya son muchos los que se han alejado, a quienes de una manera u otra desilusioné, a quienes me olvidaron les digo que yo no los olvido. Pienso en cada uno, aun me divierto en los recuerdos, porque si, muchas viviencias fueron buenas, no sé qué pasó al final, no sé qué silencio se quedó atorado que expandió las partículas lejos, como desconocidos en el universo… al final es lo mismo, como el principio, no importa estar más cerca de la muerte si el último segundo es como el primer segundo, no se termina de escribir la historia, no se teme a enfrentar las cosas cuando haya que hacerlo, no se deja al odio llenar mi corazón, porque eso es lo que no soy, tengo defectos, muchos, pero no albergo rencor.

jueves, 14 de noviembre de 2019

Sobre "La serpiente sin ojos" y "El país de la canela" de William Ospina


¿Qué se siente encontrar a una persona que no ha sido imaginada? Un día cualquiera ver algo que no se puede "ver", como lo habrán sentido esos pueblos de la tierra de omagua cuando un día unas barcas bajaron por el río Amazonas, hijos de otros dioses, parte de otro reino taxonómico. Una curiosidad infinita por saber más sobre los extraños crece de lado y lado, y con ello el encuentro, como el vivido por los testigos nativos y las tripuaciones de las expediciones de Gonzalo Pizarro y Francisco de Orellana, ese que William Ospina relata en La Serpiente sin Ojos. ¿Qué ocurre en esas interacciones? ¿Qué tipo de códigos empiezan a tomar parte de la cotidianidad de unos y otros? ¿Cómo puede cambiar el destino de los pueblos cuando se encuentran? ¿Cómo es que se llevó a pueblos enteros a seguir la ruta de esos seres que bajaron un día de la montaña? Cuenta Ospina cuando se refiere a esos indios amazónicos que un día llegaron a los pueblos “controlados” por el imperio español:
 Viajando por el interior del reino había hecho contacto con dos indios brasiles que sobrevivieron a la travesía por el río. Yo sabía ya que un año atrás había llegado al Perú, por los ríos del oriente, que corren más allá de los peñascos verdes, todo un pueblo de indios navegantes. Afirmaban haber viajado diez años, aguas arriba, desde la provincia de Omagua, remontando en canoas las corrientes adversas, en medio de grandes penalidades, para venir a buscar las montañas”.
Así lo imagina William Ospina en su trilogía que envuelve la forma como sucedían esas grandes expediciones por los cerros de Ecuador y de Perú, hacia la gran selva, a la serpiente sin ojos, novelas históricas llenas de datos, poética y drama. Con su narrativa se escribe la posibilidad de imaginar la historia, como una experiencia que se vive desde adentro, la obra de Ospina puede ser denigrada como fuente académica para quienes practican un puritanismo teórico del cual no pueden escapar so pena de creer equivocarse, pero para mí, eso es lo más importante, integrar la historia a la imaginación, permitirse soñar, vivir la experiencia como integradora, capaz de revelar algo que tenga sentido. Ospina a mi modo de ver escribe novela histórica, literatura, eso le da una licencia que pocos humanistas y científicos sociales pueden darse, que es la de imaginar por el mismo objeto de imaginar, y si se quiere, nunca aterrizar. A los otros se les pide que hablen de procesos, interacciones, sistemas, complejidad, como una búsqueda inalcanzable de querer definir de manera racional a la vida, al fin y al cabo, ¿para qué?

martes, 29 de octubre de 2019

Te espero

Creí que no iba a pasar, que la autopoiesis había llegado a su fin, que la biología cambiaría su sentido. Pero no, y como en una historia de lo inesperado se vino la noticia. Ya viene un "nuevo" ser, que sin saber aún su sexo no me atrevo a nombrarle, pero se que estas aquí, que escuchas nuestros corazones, risas y conversaciones. A ti te saludo, y te ofrezco todo mi amor, que tu paso por esta vida venga lleno de luz y senderos abiertos, que el amor sea tu compañía y los ángeles te protejan, a ti, que estas en la barriga de Paulis, te esperamos....aqui esta Tomás, tu hermano, aprenderás y aprenderemos juntos. Se vienen tiempos interesantes, se respira la vida y mi cuerpo esta como embarazado, te siento cerca, hablándome todo el tiempo, conjuremos lo mejor, que la abundancia este con nosotros, que la vida sea algo divertido, algo serio y menesteroso, te espero bebe, que Dios te bendiga por siempre. 

El Pascuero, Basurita y el Cítrico

De un cuento se hicieron y así mismo nacieron, de un momento inspirado se hizo lo esperado, de una mirada cómplice y una risa a carcajadas, de muchas horas de impro, pensamientos cruzados, de corazones que arden…de eso, y mucho más fue que un día aterrizaron: Basurita, el Pascuero y el Cítrico. ¿Quiénes son? Nadie lo sabe, por eso hay que darles vida. Basurita puede ser un poco el flaite, el que no tiene modales, puede ser achicado, agresivo y engreído, pero también es alguien de un gran corazón y un buen consejero cuando se trata de soltar algo que no sirve. El Pascuero anda en un caballo, en una carroza, va diciendo arengas y todo lo que piensa, no le importa ser imprudente, a veces hasta grosero, es franco y honesto y puede ser un héroe si la suerte asi mismo se lo permitiese. El cítrico es un ser contradictorio, que juega con lo inentendible, que le gusta el absurdismo y puede ser terriblemente mordaz, habla solo, dice cosas enredadas, entre estúpidas e inteligentes, el cítrico es rechazado por la gente normal y apreciado por los locos.

Entropía del Abyss


El tiempo es irreversible, no hay forma de traer la entropía, por eso se llama así, porque se libera por siempre. No sabemos mucho de la entropía, la podemos probar en un experimento, ejemplificar mediante un mecanismo, pero no sabemos nada, porque lo cierto es que no hay conciencia que traiga lo que pasa del Abyss, lo que está más allá de donde nadie ha vuelto para contarlo. Los mitos dicen que sí, que personas murieron y volvieron, que enseñaron a los vivos, que les devolvieron la esperanza en un mundo sin aparente sentido. Morir es vivir, y eso aplica literal, lo que quiere decir que la entropía es irreversible en el tiempo que vivimos los humanos, pero no por ello podemos creer que es energía libre de generar algún otro proceso vital. Esto lo saben los biólogos muy bien, quienes estudian la física y química de las cosas, de los fluidos e intercambios de información, de los pedazos de vida que contienen la clave de todo lo que somos. Pero de la muerte no sabemos nada y a pesar de que sea el único destino compartido por todos los seres vivos es increíble lo ignorantes que somos de ello, pero lo que más nos hace ignorantes de la muerte no es no saber nada, sino creer que esa dimensión es ajena a esta en la que estamos, como si todo lo que se hiciera bajo el sol fuera solo de la incumbencia de quienes estamos bajo el sol.

Arde Chile


Arde Chile, el mejor país de Latinoamérica, la mejor economía, pero arde y la gente se ve puterica, indignada. Para quien viene de un país en cenizas, que nunca ha ardido porque ni siquiera ha nacido, es difícil entender todo esto, pero ahora hay toque de queda, estado de emergencia y los militares patrullan las calles buscando a la gente que este caminando, son amarrados, tratados como delincuentes, el señor que sale a la tienda, la polola del vecino que se le hizo tarde, el joven que no ve noticias, esos son los que están amarrados. Eso nunca lo había visto, yo, un colombiano, que, aunque nacido en una burbuja, me he topado con el miedo y la violencia varias veces, jamás imaginé vivir estas cosas en otro lugar, menos en Chile.