Y
como un lindo cuento se va haciendo, la feria de Tarapacá, la feria de las
chagras, lo digo en estas letras, lo escribo yo acá, se ha formado su figura, y
se escuchan sus bastones y las voces de los cantos, es Moo Buinaima, que está aquí
para ayudarnos (no contaban con su astucia). Caldo de mojojoy, casabe con ayico o tucupi, y que tal un yomenico,
mejor dicho, ni le cuenten a ico, porque no dudaría en venirse hasta aquí, a
las selvas de la amazonia, al corazón de lo perdido, a degustar las delicias de
un lugar, que para muchos, ni existe. Y ese es el encanto, eso lo celebramos, somos
felices asi no mas, y no necesitamos que nos lo vengan a decir, se canta y se
baila como se hace en Tarapacá, es el sabor que le da el gusto a la feria, es
el encuentro estelar de la chagra con la selva, es la invocación al respeto de
la creación, y de la abundancia con rebundancia. Se abre el aicare, se pide cacería, se abre la
puerta del universo y cruzamos desde aquí, cuando Moo Buinaima nos de su
libertad, para volar a otras latitudes, y continuar con las misiones, con esa
que se hace con fe, y cree en lo que no ve. Que se preparen los mejores pasos
de Doña Verónica, que suceda la rondita de las mujeres de la asociación, que se
digan los mmmm de Uitiboc, y que prueben las delicias de los andes, del caribe
y del pacifico, y que tal un ajiaquito, sería no solo fenomenal, además, un
milagral. Aquí es con caguana de doña Albita, con ayico de Doña Rosa, con el ambil del viejo Churai, y la coca de Teófilo,
y que no falte por favor la palabra de los siempre divertidores miembros de asotimata
y los napolitanos, organizaciones honorificas del salón de la justicia y de su prima
hermana, la emancipación de la pizza de piña del pastor chucho. Y que marinita se
deje ver con su plátano con queso, Claudia con la comida brasilera, un tacacho de
Doña María, y juguito de camu camu, para que sin gripa, vivamos la integración,
y que no se le cierre la puerta al osado que ha sacado las delicias que ha
creado. Pero no todo es comer, no ico, no mas yomenico, hay que darle también al desfilar por las pasarelas indigenous fashion and ecological beautiful style: corona de
plumas, mochila de chambira, falda en yanchama y una elegante cortina de
semillas y escamas que Fátima saca de sus manos, o que tal un chinchorro, como
el que tenemos con paulis en Cucunubá. Las ya legendarias y clásicas canciones
de Los Monchis alegraran a los rumberos, el concurso de cerbatana, raja leña, y
los dibujitos de los niños, le darán vida y candor a la historia del abuelo
Nicanor. Que la cosa viene buena, oh Moo Buinaima, se viene ya la feria, se
prendió la vaina, con agradecimiento y valentía, encomiendologia, y
mambeologia, ciencias constitutivas y vivas de lo único de lo que están hechas
las cosas que nacen para quedarse, de la única esencia que quedará cuando todo
se haya terminado, la de lo eterno, la del amor.
sábado, 23 de noviembre de 2013
viernes, 15 de noviembre de 2013
Quien eres tu acaso?
Te siento, no te veo, no sé
quién eres, pero eres yo mismo, mi Maestro interior, que ahora me haces sentir
como si fueras mi peor verdugo, constantemente estas mostrando todo tu
desprecio, tu falta de respeto, toda tu falta de delicadeza para con mi
delicada y casi que afeminada alma, lo digo así, porque así es, me lo digo a mí,
porque así lo siento ahora, hay nombres? Si los hay, pero en verdad es solo
uno, y es el mío, el que desde lo más rastrero de la serpiente busca la presa
para cazarla, la que se come todo el rastrojo y ataca de repente, mordiendo la
bota que se encuentra caminando encima de su mejor piel. Hay te tengo,
buscándote, mirándote, dándote forma, es sensación que ahora me vuelve un
adicto de la escritura, como pensando que a través de esto voy a lograr exorcizarlo,
mirarlo claramente, sería estúpido creerlo, las amebas por más que traten de
definirse siempre cambian su forma, y son otra, con otra cara, por lo tanto
solo veo mi propio reflejo, lo que debo aprender, con dolor, con risa, con
pasión, con entrega, con entendimiento, y hasta con empute…, así es, pero
siempre me pasa, siempre me pasa, el mundo da la vuelta, y vuelve a atraer lo
que pasó, vuelve a mostrar, a tomar la lección… cuanto saqué? Es posible perder?,
es posible pasar?, esto no es el colegio afortunadamente, no lo es, porque así
como viene así mismo lo tomo, tal cual, con todo el dolor y el desentendimiento
lo agradezco, porque no queda otro remedio, nada más trae la salud, el alivio a
un corazón que a veces siente que quiere llorar, porque quiere cumplir, y
cumple, cumplo, gracias, gracias, a Ti que me enseñas, que estas por fuera del
bien y del mal, que levitas en la dimensión del amor, aunque no lo entendamos,
aunque tome formas diferentes, y así mismo se hace oír, a los oídos más
cercanos a quien tiene que llegar esta palabra, que es de vida, de sanación. Sello
el plexo solar, con las siete vueltas de la mano derecha al sentido contrario
de las manecillas del reloj, chupo el ambil, y mambeo la coca, pido al Altísimo
que de una vez me de esa sintonía, esa realización que solo viene por la
superación de estas sencillas, pero significativas pruebas. Así sucederá, así
mismo se hará, no se puede actuar, no se puede fingir, y más bien la palabra
endulzar, para que muestre, para que se diga, para que se mambee, así sea por
estas vías, por estas vías tan etéreas, que en algún momento encuentran el
viento y la piel que la recibe, cuando viajan, ya están dichas, ya están aquí
puestas, y así mismo se hacen.
Miedo?
Quien eres tu acaso?, quien eres que me cohíbes de gritar y de maldecir, quién
eres?, el temor será la prudencia, el tacto, algo así, no es moral, no es tapujo,
porque este momento es para decirlo, para explotarlo, para purificarlo, en millones
de partículas que se vuelan sobre el aura, en la conexión que sabe el fractal
de la energía, a esa palabra que se aprendió, y que se descubre cada vez que se
vive, cada primer y último día de la existencia, cada minuto, milésima de
tiempo, es ahí, donde se sabe quién es quién , donde se escoge a los que lo
hacen, y se rechaza a los que repiten, hay perdón, hay perdón, pero debe haber
acción, debe haber restitución de la energía, no quiero venderme como víctima
ni como victimario tampoco, pero desde aquí pido perdón a todas las personas a
las que alguna vez falté, lo hago porque creo que huir no es la salida, la
voluntad es creación y el destino solo
es de Dios, yo manejo la nave, pero el camino lo abre el que me ha dado este timón,
el que lo ha puesto a planear desde lo alto, y me enseña que en el detalle, de
la palabra y de la obra es donde todo se hace, todo sucede, no en esconderse,
no es afligirse, no es deprimirse, es en el misterio del perdón, perdón, perdón,
amor y amor, solo es eso, no es más que hacerlo y ya está.
jueves, 24 de octubre de 2013
La visión tenida antes de llegar a Tarapacá. (Apartes del Diario de Campo).
24
de Junio de 2009
Como
toda aventura que comienza, comienza donde supuestamente no esta pasando, me
encuentro en Bogotá en los preparativos de una inmersión no académica y tampoco
turística. A una semana de viajar al Amazonas me impresiona lo mucho que me he
venido conectando con esa región, no he leído mucho del tema pues tampoco
quiero verme embadurnado de conceptos y percepciones, que si bien tienen mucho
que aportar, podrían velar el foco de mi propia experiencia. Toda esta historia
comenzó con un sueño, dormía yo en la cama donde lo he hecho durante toda mi
vida, y entonces apareció una ciudad que tenia rascacielos, se veía oscura,
como de noche y con las luces prendidas, esta ciudad estaba rodeada de selva y
estaba en el Amazonas, era Leticia? No estoy muy seguro, podría ser, pero si
era el Amazonas. Este sueño se guardó en mi memoria como pocos lo hacen, lo
recordé y cobró sentido un día en que me encontré con Natalia Benrey y me contó
sobre su viaje al Amazonas durante un mes, resultase que estábamos sentados en
el jardín de la casa que supuestamente se iba transformar en destining
(proyecto que hasta ahora no sucede) y ella empezó a hablarme del Amazonas y
todas sus aventuras, en ese momento mi mente viajo con ella, por medio de su
relato y sus palabras sentí el olor de la selva, percibí como era el lugar,
quienes vivían y que pasaba allá. Nunca he estado en el Amazonas, lo mas al sur
a lo que he llegado de Colombia es algo así como Cali, aunque no fui a Cali, he
vivido en un país maravilloso durante toda mi vida y nunca me he aventurado a
conocerlo sin prevenciones pues su situación de violencia siempre me ha
asustado un poco. Ahora soy otro y he cambiado, aquí no vengo a hablar de eso
aunque muy seguramente en algún momento me detendré a contar ese pedazo de la historia
personal que por supuesto tiene muchas velas en este entierro.
El
día de hoy tuve una reunión con un señor que se llama Carlos Ariel Salazar, sociólogo
de SINCHI y amplio conocedor de la región amazónica del país. La intención de
la charla fue empaparme contextualmente de la región Amazónica, obviamente todo
mediado bajo los conceptos que se construyen en la academia y la
institucionalidad, una dosis de esto no creo que afecte mi huida radical de la
“astucia de la razón”, mas aun sentí una vez mas lo que sentí cuando hablé con
Natalia del Amazonas, una conexión y una absorción estructural del territorio
que pronto visitaré, Dios mediante. De los aspectos que mas llamaron mi atención
fue cuando Carlos describió la Amazonia como una región cosmopolita, “desde
hace 500 años por allá ha pasado el mundo, ingleses, franceses, españoles,
holandeses, portugueses, han llevado sus visiones de mundo y todo eso ha pasado
al frente de los indígenas, y aun ellos mantienen su mundo y lo cuidan”, según
Carlos esto indica que las comunidades indígenas que poblaron el Amazonas no
han permanecido tan aisladas como parece, ese aislacionismo es mas un
imaginario creado al interior del país, donde, según la historia, se ha
permanecido mas distante del mundo.
Cuantas realidades podrán
encontrarse en ese vasto territorio? Hoy hablamos de las economías de enclave,
de la historia del caucho, la tendencia de las tribus indígenas a ser cada vez
mas núcleos poblacionales, de las mixturas urbanas y las jerarquías entre los
indígenas, de los importantes del pueblo que controlan las telecomunicaciones,
hacen los giros y lo saben “todo”, la de los funcionarios e instituciones con
sus amigos y enemigos, la de los misioneros, los turistas y quien sabe cuántas más,
cuál será la mía? En fin todo está puesto y si el destino así lo decide una
historia está lista para mí, escrita desde el principio… no será más que un
recuerdo que ira apareciendo en imágenes sucesivas, para decirle a mi mente: ah
claro! esto es esto y esto lo otro, que sucederá? Seguramente será lo mejor.
domingo, 6 de octubre de 2013
Quien llegó primero? Una reflexión sobre la Propuesta Pluricultural de Protección de los Sistemas de Conocimiento Tradicional en el contexto de Tarapacá.
1. En
un taller organizado por un grupo del Sinchi, encargado de hacer un
levantamiento biológico, histórico, y cultural sobre las áreas de Ley 2°, o de ordenación
forestal, la antropóloga que moderaba el taller hizo la siguiente pregunta: quien llegó primero? Al taller no
asistieron los representantes indígenas sino solamente de las asociaciones de
colonos, madereros y pescadores. La respuesta, un poco cínica, pero no por eso
menos interesante, fue la siguiente: los
madereros.
¿Y
acaso que pasó con los indígenas? ¿Será que antes del conflicto con el Perú,
esto fueron selvas inhóspitas, sin ninguna vida humana en su interior? ¿Cuál es
la razón para que una respuesta de ese calibre sea dada en un taller, y que
además sea aceptada como verdadera? Por supuesto la cuestión no es solo de
imprecisión histórica, la razón es muy simple: el interés que existe por parte
de los sectores madereros (incluyendo a CORPOAMAZONIA) y mineros, sobre las
áreas de Ley 2°, considerada en Tarapacá la última reserva de la población no
indígena.
En
Tarapacá existe un debate actualmente: para muchos colonos, a Tarapacá llegaron
los indígenas después del conflicto, cuando empezaron las tigrilladas, y la
explotación de la madera. Antes de eso ellos vivían lejos, en sus verdaderos
territorios tradicionales. Para los indígenas en cambio, si bien muchos saben
que sus territorios de origen no están propiamente en Tarapacá, asumen que
donde se encuentra el casco urbano existían malocas desde antes de la década de
los treinta, e incluso había un asentamiento de los Ocaina en lo que hoy es Santa
Clara. Para ellos, su identidad indígena, les permite adjudicarse el derecho de
decir que este territorio es ancestral, si en algún momento de la historia
algún indígena vivió en estas tierras.
Las
palabras tradicional o ancestral, son
escuchadas con algo de rabia por parte de los colonos, pues seguramente con
esas palabras la población indígena se les ha metido en el camino, truncando
sus proyectos de “desarrollo”. Lo tradicional y lo ancestral son una categoría
política en el contexto tarapaqueño, alabado por muchos, detestado por otros.
Me pregunto cómo una propuesta de política que se denomina como de protección a
los “sistemas de conocimiento tradicional” pueda entenderse en medio de este
debate semántico. La respuesta muy seguramente nos pone en la tarea de mirar más
de cerca el documento, y entender cuál es el significado de “pluricultural”, y
quizá también ir más allá para saber a qué tipo de bienestar busca apuntar.
Después
de la salida al Chocó, se vislumbró un panorama más claro en cuanto a la
filosofía y el alcance de la propuesta de política presentada por el equipo del
MADS. Contar con el documento físico, permitió que se revisara en detalle
cuales son las necesidades que busca atender la política, y cuáles son las
aplicaciones que esta puede tener en el contexto amazonense. Lo primero que se
notó, es que la propuesta si bien define y delimita lo que es conocimiento
tradicional, evita ser una política esencialista, o excluyente de sectores de
la población que no se ven a si mismos como tradicionales. Se hace énfasis por
supuesto en las subjetividades de los pueblos indígenas, de los pueblos negros,
pero sus instrumentos de aplicación no se constriñen a esas poblaciones.
Hago
esta salvedad, porque en Tarapacá, como en muchos lugares de Colombia, la
amenaza sobre la explotación extractiva de recursos es cada vez más fuerte. En
este momento en el corregimiento se está debatiendo sobre los intereses de la
zona de ordenación forestal, área en Ley 2, donde los sectores mineros y madereros
tienen fuertes intereses. El discurso minero defiende su actividad basado en el
hecho que es su último recurso para poder sobrevivir, en un mundo injusto y sin
oportunidades para ellos. Por lo general justifican su discurso, culpando a un
tercero, en este caso el gobierno, que es el que no da empleo, y ahora no les
quiere legalizar su actividad.
En
Tarapacá, se tiene la connotación que todo lo que se hace por la conservación
de los resguardos, o de los bosques, es únicamente para el beneficio de los
indígenas, y que los colonos, son personas incomprendidas que les ha tocado
luchar solos, lo que es injusto para ellos, pues de alguna manera sienten que
la nación les debe, porque si no fuera por los colonos, esto fuera territorio
peruano o brasilero. Entre sus argumentos, son capaces de aseverar que antes de
que aquí existieran los indígenas, llegó la bota
militar, símbolo de la colonización mestiza y blanca de la amazonia. Como
dice un vecino por acá, “en Tarapacá
hasta los indígenas también son colonos”.
La
intensidad con la que se vive el debate en Tarapacá entre los grupos indígenas
y los más afines a los valores del blanco, o del mestizo, sobre quienes fueron
los primeros pobladores de Tarapacá, revela que alrededor de la historia local existen
implicaciones ideológicas, y que estas tienen repercusiones directas en la
forma como se da la reapropiación social de la naturaleza. Si bien para el
indigenismo, la legitimidad que provee lo ancestral, es prácticamente la fuerza
política con la que la lucha indígena ha logrado organizarse, y obtener
conquistas políticas y territoriales. Por su parte, los imaginarios del colono,
siguen buscando su propia legitimidad en valores como la soberanía, la “patria”
y el “desarrollo”, este último más en el mundo de las ideas que en los cambios
sociales. Detrás de todo esto, está por supuesto el acceso a los recursos
naturales, y la manera como se construye su uso desde los distintos actores:
servicios ambientales, conservación, reserva maderera, reserva minera, territorios
sagrados, etc.
La
propuesta de política pública para la protección de los sistemas de
conocimiento tradicional, puede convertirse en una herramienta más que lesione
los intereses de los grupos no indígenas de la región. Esto puede suceder, por supuesto,
si antes de conocer la propuesta, se le juzga por su nombre y lo que se hace es
desconocerla. Si revisamos la propuesta, esta contempla también estrategias que
dinamizan la economía local de un pueblo, y que además pueden traer
interesantes perspectivas de aprovechamiento a futuro.
Considero
que la propuesta, a pesar de estar sustentada en los principios más sagrados de
los pueblos minoritarios, como es el respeto a la madre tierra, y la protección
de los saberes ancestrales de las comunidades, también es condescendiente con
las sociedades que de uno u otro modo, no sienten mayor identificación con este
discurso. Los principios de la de la sustentabilidad ecológica en el
aprovechamiento de la agrobiodiversidad para la búsqueda de alternativas de integración
a mercados mayores, es una línea de trabajo que puede llamar la atención de las
personas que hasta ahora solo ven en la palabra “explotación” la única posibilidad
económica de sus “estancados” gremios madereros o mineros.
La
interpretación que las organizaciones de Tarapacá han hecho de la propuesta los
ha llevado a iniciar estrategias que pueden convertirse en importantes
dinamizadores de las economías locales. El procesamiento de yuca brava para
fariña ya es una actividad económica que viene cogiendo fuerza entre las
familias de ASOAINTAM y la comunidad de Puerto Nuevo, los cuales, ante la
coyuntura actual de escasez, tienen en sus planes convertirse en importantes
productores de fariña. Este es un claro ejemplo, como la protección al
conocimiento tradicional es también un móvil económico de sobrevivencia. La
línea de aprovechamiento de productos promisorios que trabaja ASMUCOTAR, es
otro ejemplo de cómo es posible constituir un negocio rentable, con una de las
características que resalta la propuesta de política, como lo es, la
distribución justa y equitativa de las ganancias.
El
proyecto de consolidar un mercado local para el intercambio y comercialización
de productos por parte de los mismos chagreros y productores, también es una
iniciativa que contempla la necesidad de abrir alternativas económicas. A esta,
se pueden sumar otros sectores de la población tarapaqueña, como lo es la
naciente Asociación de Campesinos, la Asociación de Pescadores, la Comunidad de
Puerto Ezequiel, Gaudencia y la Asociación de Colonos. Lo importante es que la
política promueve una ética de aprovechamiento basada en la sustentabilidad ambiental
de los conocimientos tradicionales, y si esta política logra calar más en
aquellos sectores de la población que por razones de la historia se sienten excluidos
de todo lo que llaman tradicional, y
se logran reconocer en ella como personas con conocimientos y capacidades para
adoptarla, seguramente los sectores que se hacen llamar colonos encuentren
alternativas económicas interesantes, que les permitan un mayor desarrollo de
su creatividad, antes de estar esperando si el gobierno legaliza o no su
actividad minera o maderera.
Todo
es cuestión de por donde se mire la cosa, dice el adagio popular, si la mirada
pluricultural de la propuesta de política pública para la protección de los
sistemas de conocimientos tradicionales, es lo suficientemente fuerte para
revertir el esencialismo local en el cual se interpretan las categorías de
“colono” e “indígena” en Tarapacá, la propuesta puede hacerse valer como un
medio efectivo de garantía de bienestar para todos los sectores de la
población. De lo contrario, seguiremos presos en un mundo de falsos imaginarios
locales, donde se mira lo tradicional como contrario al desarrollo, lo mestizo
como contrario a lo indígena, y quizá nunca dejemos de estar discutiendo por
responder a la pregunta, quien llegó
primero.
viernes, 6 de septiembre de 2013
Sin confucionologia, pero con algo de locura
Por el solo placer de hacerlo, por el solo sentido de la
deslización concomitante sobre los puntos palabrísticos del considere, sin
confucionologia, pero con algo de locura, pues imagínese que toda se reduzca a
esas cosas que se dicen de seriosas, además decía Aurelio Gallo, legendario
timador de lejanas de historias, que la gracia de todo está en hacer de lo
menos serio lo más serio, lo más visceral, habrá que hacer malabares, correr pa
acá, correr pa allá, pero que va, si hay como hacerlo pues se ha de hacer, sin
escatimar, ni dudar, por los juegos de la mente que limitan las posibilidades,
aunque razón tenía este amigo mío que cuando la mente se ve limitada, mas
creativa se pone. Y siempre pasa, así, en un lugar, con un lápiz, una hoja, y la
sola existencia, que se puede decir, a quien se le dice, la mente viaja, y
viaja lejos.
Operaciones magicomatematicas en la economía de la vida real.
Por ahí siempre se dice que los perros por instinto
saben nadar, pues una vez vi uno caer de una canoa, y que tan solo se mantenía
a flote con las patas de adelante, pues las de atrás no las sabia mover, no se
ahogaba pero tampoco avanzaba. El arte de saber algo es bastante similar, no
por saber pintar se pinta, no por saber escribir se escribe, o bien se puede
hacer, pero a duras penas para mantenerse, sin representar nada, sin decir
nada, arte sin significado, lo que en la teoría de la comunicación se conoce,
como sin la efectiva recepción del mensaje del emisor, sea cual sea. Y pues en
el trabajo pasa igual, se saben hacer cosas que se han aprendido a través de la
experiencia, pero por momentos parecen dormirse, hasta el punto de hacer creer
a la mente que no se saben hacer, porque pasa eso? Pereza? Desidia?
Inseguridad? Venga a saber, lo único cierto, es que como toda curva de las
economías de la vida sube y baja, por momentos hay ascensos, por momentos
descensos, ningún punto es bueno ni malo, sin embargo cuando se sube mucho se
teme caer duro, o cuando se cae mucho, se teme nunca volver a subir, así es la
economía, y quien dijo que todas las economías tienen el mismo comportamiento
al mismo tiempo, pues una crisis puede representar oportunidades en otros
sectores, entonces es cuando hay que guardar la calma, y poner las coordenadas
en perspectiva, dibujar la función nuevamente y evaluarla en su forma, para
donde va, cuál es su tendencia, cuáles pueden ser sus puntos de inflexión, eso
haría un cuidadoso análisis, pero el perro que nada y no avanza, o el pintor
que pinta pero no pinta, o el que escribe pero no dice, a la hora de estar en
el meollo de la situación solo actúa por instinto, que así falle es instinto,
busca la sobrevivencia, pide un milagro, pues bien, hay quiero llegar, pues
cuando estudiamos las cuestiones matemáticas de la vida cotidiana podemos
llegar a pensar que esta se comporta como una función continua, demostrada a
partir de hipótesis, de segmentos cerrados que interceptados llegan a un
singletón, o por medio de topologías, y decimos, si es continua, lo va a hacer
siempre, pero eso tomando algunas variables ¿qué pasaría entonces si a eso le
adhiero una variable tomada de otra función, podría volverse discontinua,
podría saltar hasta otro punto del plano, podría saltar a la tercera dimensión,
dibujar una figura, o convertirse en una sucesión de puntos que no se tocan? La
función puede cambiar, y lo que conocemos de ella lo hacemos siempre suponiendo
cosas que en la economía de la vida cotidiana se pueden presentar, pero como
siempre para probarlas, hay que omitir todas las demás, afortunadamente esta
vida no es una función, o más bien son todas las funciones que nos podamos imaginar, están ahí,
flotando, esperando a ser activadas, por una operación magicomatematica, y la
lucha por la sobrevivencia logra que el pintor desesperanzado haga una obra de
arte y sea valorada, que el escritor maldito lo deje de ser, y sea un maestro
de las letras, que el perro nade y avance, de repente aprenda a usar sus patas
delanteras, o más bien como paso aquella vez, nos devolvimos en la canoa y lo
recogimos, el perro se salvó, por cosas de la sobrevivencia, o por cosas de la vida, cual es la diferencia? esas cosas pasan en la vida real.
Hay solo 27 letras, pero cuantas cosas se pueden decir.
Hay
muchas mañanas, las animadas, las adversas, las que tienen motivos, las que no
encuentran un motivo, las que recuerdan los sueños o tan solo los rasguñan con
el suave velo del olvido, la cabeza busca un orden, que se dijo ayer, que se va
hacer hoy, cuál será el encuentro que se viene aquí a formar, mucho trabajo,
mucho trabajo, pero el único parece que es real es este de escribir, la obra
puede mutar de la acción interpersonal, a la universal, y solo la escritura de
eso puede lograrlo, porque hay muchas palabras, hay solo 27 letras, pero
cuantas cosas se pueden decir, cuantas palabras se pueden crear, pero de todas
esas cual es verdaderamente palabra, quien sabe, pero no mucha, más bien poca.
Con un ligero dolor de cabeza me levanto nuevamente aquí en Tarapacá, el túnel
es misterioso y se recorre sin mucha luz, pero la sombra de mi cuerpo, marca la
frontera entre lo que se ve y lo que no se ve, con eso alcanzo a ver el camino,
y caminar con cuidado para no tropezar, observar el palito que tiene espinas y
sentir el pie que anda descalzo, solo puedo atinar a lo que se hacer, solo
puedo acompañar, y conectar hacia arriba para traerlo abajo, para subir el hilo
sinuoso que sube por la columna, que se corporiza en lo orgánico y recibe la
información de lo galáctico, parece ciencia ficción, pero para mí no lo es,
porque es lo que hago, lo veo con mis ojos, pero no lo hago porque lo vea, sino
porque lo creo, esperar con calma, no escatimar en quitar del camino las púas y
palos, pisar la arena blanca donde el agua es transparente, ver los pececitos
nadar, con todos sus colores, con toda su elegancia, poco a poco el movimiento
de las aletas retorna la razón y el impulso para seguir, algo que se vino a
realizar, y que por cosas de lo entendido, o lo “nientendido” se realizará, cada cosa a su debido momento.
Grandes obras
Parece una paradoja, entrenar el pensamiento para la
escritura de grandes obras, cuando las más entretenidas son las corticas, que ni
siquiera alcanzan a insinuar la historia
que se iba a contar.
Fin
Vuelta en bici con ganas de escribir.
A veces se sienten ganas de
escribir, pero no escribir sobre que escribir, sino algo con contenido de
verdad, se sienta uno frente al computador, organiza unas carpetas, abre un
documento nuevo y aquí vamos, a tratar de escribir, pero por alguna razón lo
invade a uno ese sentimiento de confusión de no saber que escribir, así muchas
cosas e ideas se tengan en la cabeza. Es entonces cuando recuerdo al profesor
Aurelio Gallo y prefiero salirme de la hoja en blanco o llena de frases que
disque enganchantes y escribir sobre estas cosas, sobre lo duro que es ser
escritor a veces, pues los momentos en que salen las buenas cosas, son
contaditos. Para unos más, para unos menos, hay excepciones como los genios de
la escritura, dudo que yo sea uno de esos….., pero si lucho de a mucho, es
mucho lo que me empucho, porque pucha, que rabia da que de la nada, nada salga,
que falta entonces?, buena pregunta para Platón, y para Einstein también …, si
la materia no se crea ni se destruye, entonces como transformarla?, como dejar
fluir esos montos de información que están en mi cabeza? para que se traduzca
en un texto legible, chévere, coherente y ……, hay que dolor, que dolor, quizá
un buen paso es desertar y esperar hasta que las cosas se den, no se si forzar
las cosas sentado aquí al frente del computador es una solución, o mejor
ponerme a hablar aquí de lo que más o menos quiero hablar, pues lo voy a decir
asi mal hablado, como me gusta: pues resulta que una vez apareció por Tarapacá
este Roberto Franco, con el cuento de sus aislados, fascinante tema, que no
solo llegó a mi corazón, sino a mi curiosidad y a empujarme a pensar más en el
asunto, pues resultase que por cosas de la vida un documento este hombre bajó
en mi computador, uno que ahora tengo, y que es secreto, y no puedo decir mas…
pero el hecho es que en mi sentir se sintió un remesón ministerial…., desde que
Roberto confirma que existen unos manes allá viviendo entre el monte y que se
rehúsan a verse con nosotros, y pues eso cambia la manera de pensar muchas
cosas, pues no es una cosa tampoco muy fácil de digerir, …pero que quiero decir
de esto, no lo sé, que cambian las configuraciones y lógicas de poblamiento del
amazonas, y saber eso para que putas sirve, pos pa nada, pero entonces que…. que….
que es muy emocionante saber eso y que de pronto busque yo reconocimiento por
hablar del tema, eso es vanidad diría Mr. Eclesiastés, habrá que meditar, y ver
las señales del destino, una vuelta en bici con paulis es la mejor idea.
domingo, 4 de agosto de 2013
Uitongtong Song. By Canangü. In Cucunubá Music Hall
Comprimo la información, asi como en computador, la guardo en la memoria, asi tal cual como en computador, salgo de Tarapacá, y llegó a Cucunubá, me encuentro con Pope, y descomprimo este winzip... la memoria viaja, despierta o se duerme, pero no muere...el territorio puede pedir prestado, si los dueños lo autorizan, asi fue que se hizo esta adaptación desde las tierras de los Uitoto hasta la tierra de los Cucunubá....
3:42 am.
Empezar con lo que paso anoche,
cuando a eso de las 3 42 de la mañana sentí un ventarrón que avisaba un aguacero,
quede despierto por unos segundos, luego cai dormido y tuve muchos sueños, pero
desperté y ahí mismito cuando una voz me susurro al oído diciendo cosas
inentendibles, quede con el ojo abierto en plena oscuridad, desubicado en el
cuarto pues no sabía mi cabeza hacia que lado de la cama estaba, y atrás ese
airesito que le dice a uno que algo esta por ahí, el culillito de rutina y la
valentía de no impedir que la manifestación apareciese…., pero lo despedí, le
dije algo asi como que si va hablar hable claro, o sino no venga con susurros que
no entiendo, hábleme claritico, en español. Y llegaron más sueños, en uno
trataba yo de casar un ratón abano con cara de buena gente que nadaba en un
pozo de agua, lo vi nadar, y luego se escapó, un perro salió detrás de él y lo
cazo, pero no cogió el ratón, que era mas bien como una guara, sino cogió a un
caimán pequeño…. Y otro sueño, estaba en Ubaté, recorriéndolo desde el aire,
viendo algunos barrios que me parecían bonitos, pase por encima de un parque,
había una casa con una sala grande, la vi y la reconocí, yo había estado
ahí…desperté en ese momento por la lluvia, lluvia dura, durísima. Esta tarde vi
la palma de mi mano y me quede intrigado por ese montón de líneas, lo compare
con un sistema hídrico, con ríos grandes, caños y quebradas diminutas,
interrupciones y nacederos, pequeños pozos alrededor, y todo se le veía asi,
como un sentido, como alguna lógica geográfica escrita en la palma, que dirá,
la mano, quien la lee, se podrá leer? Y lo sueños, quien los interpreta? No se.
Mambeando en el in between.
Seguimos
mambeando, para llamar al espíritu, para decir la palabra, para pasarla mucho
lo bueno, no se requiere mucho tiempo para decir muchas cosas, solo es darle
sin parar y confiar que en algún momento se ha de aterrizar, así que le hacemos
al ambil y la coca, jibi y duona, prosigo con esto y se viene ya la cosa. Como
acelerar la cuestión cuando mucho se ha de dormir, como encender el motor para
que no se pare ni siquiera a descansar, pero es una utopía, una mentira
también, porque todo sucede cuando es voluntad de quien lo hace. La filosofía pregunta
si basta el self para la
determinación, la filosofía responde que el I
y el Me son apenas distintos, la
filosofía analiza, pero poco hace por resolver mucho la cosa, el esoterismo lo
dice, pero su lenguaje simbólico es solo para profetas, entonces sigamos
mambeando, pues de esa manera de pronto es posible, decirlo con dulzura y con
mas sabrosura, la palabra no se esconde tan solo la consentimos, y si el hilo
se interrumpe seguro es por negligencia de quien a aquí mismo lo dice. Tres
canoas viajan por un rio, la una tiene quilla pero no tiene dirección, la otra
tiene dirección pero no tiene la quilla, la otra cuenta con quilla y dirección,
las dos primeras podrían perderse, la última se dice que nunca se pierde, pero
quien maneja la quilla, quien da la dirección, el mismo acertijo entre la
criatura y el creador, lo hace el momento, el talento del circundante, quien
dibuja la línea, quien circunscribe la redondez, por momento se tuerce, por
otros es exacto, quien conoce cuales son los trazos de la perfección, y asi se
crea la forma, y el contenido también, la lagrimita aparece y el ambil hace su
efecto, siento ganas de mambear, ya tengo el cachete lleno, cuando se mambea en
la fábrica se hace grande y siempre abundante, cuando se mambea escribiendo, se
hace poco porque no se tiene al fabricante, pero yo estoy aca, en el in between de la relación, vivo y siento
como soy, busco cosas que no se si llegaran, pero las conjuro, las pido por la
letra del espíritu que las hace aparecer, son cosas mundanas? Cosas
espirituales? Son las dos o ninguna quizá, deseos confusos de un tiempo que se
pone bueno. Adelante águila azul, adelante que viene la tierra y hoy se despide
la semilla, la voluntad se mantiene, y aunque es difícil se hace por algo,
sobreponerse a lo que impide es llamar las cosas por su nombre, para que
sucedan, para que sean.
Icaración con tabaco.
Todo lo que está arriba esta abajo, principio cabalístico…. Y voy a esto porque me lo recordó el willi alguna vez, y volvió anoche cuando allá en la maloca de Churai mientras hacíamos el mambe aproveché para hacerle unas pregunticas. No empezaré por la primera, sino por la ultima, y es que quería saber como el quiso aprender para medico tradicional, para curar, ya sabia la historia sobre como fue la preparación, las dietas, las trasnochadas, abstinencia sexual, comida servida por doncella, el plátano asado sin tocar ceniza y bueno, que cantidad de requisitos….ayahuasca, aprendizajes, practicas, como una universidad, calificaciones, y sacrificio. Pero la pregunta que le hice era como él quiso tomar esa decisión, porque a mi me coge la cosa, quiero aprender a curar, y su respuesta fue asi, sencilla, pues porque él veía y le gustaba, se interesaba, y entonces si verdaderamente quería pues tendría que pagar el precio por lograrlo. Y bueno, la otra, la primera pregunta que le hice anoche era sobre la icaracion con tabaco que se hace cuando el espíritu esta lejos de la persona, entonces dice Churai, que uno consulta, toca y mira, donde esta el espíritu, si esta por fuera, pues se icara con tabaco en la corona de la cabeza, por ahí se vuelve a su lugar, la primera tabaqueada hay que mirar para donde va el humo, si va para abajo espíritu del agua lo tiene, si va para arriba, espíritu de tierra, entonces la idea es que se sople y el humo quede ahí mismo, que no se vaya inmediatamente ni pa arriba, ni pa abajo, ahí esta bien. Luego hay que comunicarse con ellos, en el agua con Yakuruna e Ihuapurana, y decirles lo que pasa, “quiubo hombre, tengo este paciente y esta enfermo, ayudenlo, y asi todo… hablándolo”.
Lo que esta arriba esta abajo, necesariamente tengo que echar mano del esoterismo de la cabala y de la sabiduría bíblica, porque es la manera que yo lo puedo entender, es la palabra que me permite a mi encontrar las icaraciones, hacer las traducciones desde la tradición indígena, el fenómeno es el mismo, si, pueden cambiar cosas, pero seguramente todo tiene que ver con todo, escudriñándolo, buscándolo, hurgando el detalle, la historia es la oración, la oración es la icaracion, lo puedo consultar si lo tomo así el ayuno la dieta, y todo lo demás permanece casi igual, cambian unas reglas, todo tiene su porque y especialidad, pero hay que preguntar, concentrarse hasta escuchar, así como celular, así dice Churai, y ver, asi como en televisión, un camino largo e infinito.
jueves, 18 de julio de 2013
Sixto Rodríguez: me gusta su historia.
Ayer
me vi un documental, lo compre en la U Nacional en Bogotá, sin saber de que
era, sin ninguna pista que me dijera algo conocido, era sobre un artista, un
cantante de folk, me gusta el folk, entonces lo compré. Ayer me lo vi y fue mucho
lo que me sorprendió. El documental cuenta la historia de Sixto Rodríguez, un
cantautor que a finales de los 60 y principios de los 70 sacó un par de discos,
estos gustaron mucho y generaron cierta expectativa entre productores musicales
y por eso lo apoyaron, pero le dieron y a la larga no resultó nada,
comercialmente hablando. Pasaron unos años, y por alguna razón el vinilo viajo
a Suráfrica, se vivía en esa época el apartheid, la sociedad era muy
conservadora, el gobierno casi militar, se sentía mucho malestar entre los
jóvenes. Resulta que este artista empezó a ser escuchado entre los jóvenes, su
honda protesta poética tipo Bob Dylan se extendió por todo el país, llegando a
ser incluso mas famoso que Elvis Presly, pero en esas una vez un diario
surafricano publico que Sixto Rofriguez se había suicidado en plena tarima, la
noticia se tomo por cierta, y es que resulta que una de las canciones de Rodriguez
fue censurada, ahí lo mostro el documental, en la sección de documentos y
publicaciones censuradas del gobierno. Paso el tiempo y los fanáticos de
Rodriguez crecieron, eran plenos años 90 y empezaron a investigar sobre su
vida, creciendo la duda de si realmente estaba muerto o vivo, el hecho es que
su búsqueda se extendió tanto que hasta su cara la pusieron en una caja de
leche, con un “se busca”, se abrió una pagina de internet, y por esta
contactaron a una de sus hijas, quien les dijo que Rodríguez estaba vivito y
coleando. Lo contactaron, lo encontraron y se entrevistaron, Rodríguez se
dedicaba a trabajos de construcción, no había vuelto a grabar discos, aunque si
tocaba la guitarra, just for fun, pero era algo así como un profeta musical
escondido entre los normales, como algo excepcional camuflado en lo ordinario,
y esa era su manera de pensar, una vida modesta sin extravagancias. Le dijeron
a Rodríguez que era famoso en Suráfrica, le echaron todo el cuento, y al
parecer se lo tomó con naturalidad, como si lo hubiese estado esperando, lo
llevaron para allá, organizaron una gira, con toda, limosinas, hoteles de lujo,
rueda de prensa, marketing, y fue un éxito, auditorios llenos, y si Rodríguez
en Suráfrica era mas famoso que Elvis Presly, y quizá hasta los Beatles. Y
bueno, muchas cosas se aprenden, al principio del documental, me dije a mi
mismo, “mi mismo, esto va hacer una historia de esos artistas que arrastran
fama a consta de un suicidio espectacular, esos artistas no dejan mucho, fama,
pero nada mas” pero no, resulta que esa noticia del suicidio fue un montaje
para callar una voz que retumbó en los oídos de muchos afrikaans, y que
empujaron el proceso de caída del apartheid, que el man estaba vivo y además
nunca le intereso la fama, ni la riqueza. Como esos héroes que desprecian todo
deseo de fama y reconocimiento y están concentrados en un proceso interior, en
ser ejemplo, en la humildad, y en hacer las cosas bien y con amor, reservados,
austeros, sabios, profetas, y que a la hora de la batalla final, todo lo que
nunca pretendieron llega, pero no por artificios de la industria musical, sino
por la misma fuerza de su espíritu. Todo llega a su lugar es por esa fuerza, y
permanece, y queda, ahora yo quiero llegar a Bogotá conectarme a internet, y
buscar en youtube: Sixto Rodriguez, me gusta su música, pero mas alla de eso,
me gusta su historia, me tocó el corazón.
Sentencia definitiva de este escribiente sobre la venta de oxigeno en el amazonas.
Como
decir, digo, entiende, que es asi como le cuento, caminamos por seis horas por
la espesa jungla del resguardo Uitiboc, íbamos como pal Purité, por toda la
mitad de esa colita que por cosas de la vida le quedó a la nación colombiana de
toda la amazonia que al principio pretendía, entonces le dimos y le dimos,
entre puentes de palos, y barro, pequeñas lomas resbaladizas y una culebrita
que dormía en pleno camino y fue despertada de un machetazo en la cabeza. Y
llegamos al cedro, al único a tres kilómetros a la redonda, porque lo acabaron
todo, en el tiempo de la madera, todos querían plata, y lo talaron toditico, y
le dieron a la coca, y de eso hoy no queda nada. Ibamos con Pipo, Tortugo,
Chucho, Milton e Ivan, como siempre puro macho, por aca se anda asi, la mujer
es algo reservado únicamente para los que se casan con las de acá, o los que
van al trébol, yo no voy allá, entonces, el parche es asi, puro macho. Y que
vi, resulta, que del cansancio a la llegada nos esperaba un pescado asado, me
lo sirvieron en el plato, ya me había bañado, pero aun no había popeyado
naditica, eso lo tenia reservado pa la hora de la maloca. Entonces cenamos,
Popeye y pa la maloca, cogí ese manguare y me pegue un concierto que ni yo
mismo me lo creí, fue malísimo, pero no desfallecí, me sobreactué un poco pero
de eso se trataba, romper el hielo, si uno que lo hace tan mal lo hace tan sin
agüero, entonces porque no hacerlo el que lo hace bien, y asi fue, el ritmo que
yo asemeje fue tocado mucho mejor por pipo, mientras hacíamos el mambe y
hablábamos del tema de moda en la comunidad indígena tarapaqueña: la venta del
oxigeno. Hay que tema, ya eso me tiene un poco cansado, pero esta semana en que
se trabajo eso con un biólogo paisa, y la gente de la W, pues de eso se habló
hasta en el caldo, al principio pensaba yo que era una buena oportunidad de
obtener recursos, que si se hacían cosas buenas con la plata, pues la plata
servia, esta no es buena ni mala en si misma, sino por lo que se le pone, la
intención, pero luego me quedé con eso en la cabeza, pensando que el mundo
puede cambiar como lo ha hecho siempre, lo que es hoy fijo mañana no lo puede
ser, esa ha sido la historia de la humanidad, lo único seguro es que nos vamos
a morir, y asi la constitución diga eso de que el territorio indígena es
inalienables e inembargable, pues que va, si no se defiende, se puede alienar,
y embargar, se lo pueden robar, ya ha pasado, y sigue pasando. Entonces una
mañana, después de la caminata, me desperté con el pensamiento que recibir
plata de lo que es una pura alcagueteria y que asi tenga un sustento de
compensación ambiental, económico y político, no lo tiene por el lado
ecológico, pues eso parte de aquel viejo refrán de los colombianos que el que
peca y reza empata, y que recibir ese dinero, que disque por el trabajo de
conservar, lo que para el paisano no es que no sea hacer nada, sino es hacerlo
todo, es cumplir con algo que antes ni sabían, hasta que se inventaron la
palabreja conservar. Entonces, del pragmático que piensa en la globalización
como un inatajable tiro al arco y gol, paso mas bien al del resabiado, el que
ve con sospecha eso tan bueno, de que lleguen unos manes de repente repartiendo
dolaritos porque si, eso le daña la mente al paisano, si quiere plata, pues
entonces haga de la conservación un negocio, pero no por hacer nada, sino por
trabajarlo, vender la conservación no esta mal, pero recibir plata sin vender
nada eso si es mas sospechoso que cualquier cosa, nada es gratis, y la cosa con
esas multinacionales, que pagan para poder contaminar al otro lado del mundo es
seria, deles un dedo y quieren la mano, asi son, además, si se habla desde el
pensamiento indígena y la palabra, que estaríamos aportando, sino la
legitimidad de seguir contaminándole el ambiente a nuestros hermanos europeos,
asiáticos, gringos, pues a la larga los que pierden son ellos, y luego acá
nosotros,… lo que tienen que hacer es aprender a vivir con menos, a dejar de creer
que solo acumulando es posible la vida, que el crecimiento económico no puede
ser ilimitado. “Somos ricos” decía tortugo, mientras caminábamos por el
resguardo en medio de tan vasta vegetación, “somos ricos y nos tratan como
pobres, pues que lo sigan creyendo” respondia Pipo mientras degustaba de su
pintadillo asado con iyico, no se que piensen esos manes que les gusta medir la
pobreza, pero de aseguro que sus medidas
no son inocentes ante todo eso, si le digo a alguien que es pobre, asi no lo
sea, algún dia se lo puede creer, y ahí es cuando lo someto, cuando puedo
tratarlo y moldearlo como me de la gana, y eso hacen este tipo de iniciativas
de compensación ambiental, tratar a los otros como menores de edad, que merecen
vivir por el solo hecho de existir, sin trabajar, sin decidir, sobre sus vidas,
sus territorios, sin sufrir lo que cuesta mantener y valorar lo propio, darles
billetico, pa comprar cosas, pa que se sientan ricos, pa que luego se sientan nuevamente
pobres y quieran mas de lo mismo, no es suficiente, nunca es suficiente,
bienvenidos a la economía global. Ya me mamé de pensar esos proyectos redd+ y
he tomado una posición y es esta, que si de lo que se trata es de encontrar un
desarrollo propio y a la vez conservar, pues entonces hay muchas cosas que se
pueden hacer desde lo productivo, desde la cultura, desde lo turístico, desde
lo industrial a pequeña escala, es mejor tener poco, pero haber trabajado por
ese poco, que mucho regalado, eso sale caro, eso es la perdida de toda
dignidad, es bajar la guardia y dejar a la fiera que se lo devore todo, asi que
si le preguntaran al señor escribiente de estas letras por la venta de oxigeno
del resguardo Uitiboc yo les digo que no, que no lo hagan, no es un resabio de
paisano purista moralista, no, no soy paisano, y me gusta la platica como a
todos, pero soy consciente que la platica fácil es un embolate y desordena el
pensamiento, busquemos el billete, hay que hacerlo pero no a consta de que se
siga contaminando el planeta, pues a la larga eso es lo que los proyectos redd
pretenden, eso es.
El agraciado Jeangros.
Y
porque no dedicarle un parrafito a la historia de un agraciado personaje que
por alguna cosa se me atravesó en el camino, no es una historia de salvación
para mi ni mas faltaba, pero si es excusa y musa de la inspiración para darse
unos humitos, y reírse con el man. Allá a las afueras de la ciudad de Bogotá,
tierra de poetas y gramáticos, Atenas Suramericana, y Ritopolis reconocida en
el mundo entero, yace un pequeño pueblecito donde muchos tiempos de mis tiempos
fueron recibidos, hacia las tempranas edades de la existencia, ese lugar fue
donde la educación se convirtió para mi más que en un deber, en un gozo y en
una experiencia de la vida, no quisiera ser extenso en el suspenso de decir lo
que ya muchos de ustedes que leen esto pueden imaginar, porque es obvio que
estoy hablando del colegio Refous, ubicado en tierra de los muiscas, las
tierras coteñas de la sabana de Bogotá.
Podría
escribir muchas cosas buenas y malas de lo que para mi puede representar esa
experiencia, pero en lo particular estoy interesado en valorar y relatar que lo
que mejor yo aprendí en ese colegio, no fue las matemáticas, la historia ni la
biología, no fue la clase de agricultura, ni la de MM7, no fueron los partidos
de futbol, ni los conciertos de rock, ni mucho menos las chicas, pues fueron
siempre una especie lejana en mi ecosistema estudiantil. Lo que más me gusto
del colegio Refous, fue que me enseñaron a reír, y a hacer reír. El cómico número
uno del show que se presentaba diariamente en la cotidianidad de sus días, era
el mismísimo y renombrado Roland Jeangros, una persona con carácter
autoritario, con cabeza de anarquista, y sentido del humor de los mas finos, lo
que lo hacia un personaje que representaba miedo, libertad, y mucha risa. Lo
mejor de monsieuir eran sus chistes, entre los que me acuerdo puedo recordar el
de la policía de suba, cuando Piñeres formo por la mañana con una chaqueta con
verdes fosforescentes. El bulto de fosforina, el famoso “venga para aca” con
acento de general francés de la revolución, y de los bichos humanos que
componíamos la fauna que el mismo había fundado.
Que
señor tan gracioso, decía este hombre también , en su sabiduría, que uno en el
colegio no tenia amigos, sino compañeros, y que razón tenia, pues sale uno de
ese momento y a la larga son pocos los que verdaderamente quedan, si es que le
queda alguno. Jeangros odiaba todo lo que pareciera ostentoso, tampoco gustaba
de las cosas a medio hacer, valoraba en demasía el arte, el pensamiento
matemático, la música, y las ciencias exactas, como humanista no se le veía de
a mucho, pues de alguna manera era hijo de una generación que veía en la
ciencia exacta el lenguaje mas cercano a la verdad del mundo y del hombre. Aprender
a reír con Jeangros costaba caro, pues tan solo yo recuerdo que este man no me
pasaba una, y no escatimaba en tratarlo a uno con severidad, luego de que el
susto pasaba, quedaba la historia y el recuerdo, que fácilmente se convertía en
objeto de bromas y de arremedos entre los compañeros, extendiendo el mensaje,
hasta interpretaciones bien fritas, hasta volverlo serio, el mejor mensaje
cargado de humor y de ironía.
A
Jeangros se le veía reír, pero la mayor parte del tiempo estaba bravo, o por lo
menos eso parecía, su lucha educativa, no era solo por graduar personajes y
mandarlos a una universidad, porque así con muchos eso era lo que pasara, su
mensaje de lucha y de diferencia siempre permanecía, había que luchar contra
muchas cosas, entre ellas los medios de comunicación, la política barata, el
consumismo, las modas, la banalidad, lo pasajero, este tipo era muy
trascendental. Precisamente por eso es que ahora me rio mucho de lo que decía,
porque siento que me sirvió, y me sirve todavía,
no es el mesias, ni mucho menos un tirano, tan solo un hombre comprometido que
se merece el perdón de todos los que se sintieron ofendidos alguna vez por sus
palabras y actos, no es precisamente un candidato a santo, pero si un santo que
no parece un santo…., porque es humano, porque se equivoca, porque hace lo que
hace con fe y honestidad, y asi es su obra.
El
Refous era un colegio barato, y ese era creo yo uno de los mejores atractivos
para los padres de familia que matriculaban a su hijo en esa institución. Viví
el Refous desde el año 1988 hasta el año 2000, para esas épocas el colegio ya
no era un precisamente un refugio de muchachos con elocuentes apellidos de la
sociedad bogotana, sino por el contrario, era un colegio diseñado para la clase
media, y seguramente eso era mejor para Jeangros, en sus planes no creo que
estuviera el darle oportunidades a los que las tienen todas gracias a su cuna,
sino a aquellas familias que la sudaban trabajando para educar a sus hijos. En
el colegio todos éramos iguales, nadie tenía privilegios, no se veían escoltas,
y aunque si conocí estudiantes bastante adinerados, estos en el colegio no lo
eran, o por lo menos no se hacían tan evidentes, el sentido de equidad y de
igualdad era central en el formación del colegio, sobresalía el que era bueno,
sin mucho galardón, ni elogios, y su único premio (o castigo para otros) era
seguir.
Serpiente del cananguchal.
Pegarse
unos sustillos, apreciar un encuentro culebristico en medio del pantano y bajo
la lluvia, con el cananguchal al lado como puente, y con el ángel que llego
cuando ya era presa de la serpiente. Tenía la cabeza café y llevaba la mirada
puesta en la orilla, no esperando nada más que llegar al otro lado, pues al
parecer ya había sido merendado un ratoncito, una guara u otra cosita, y que tenía
ganas de hacer la siesta, mi estimada serpiente café, desde acá te cuento que
me asuste, y que le agradezco a Dios mandar sus emisarios en los momentos mas
oportunos. Y entonces estando en medio, buscando pasar como un héroe el pantano
caminando por tres palos que llegaban a un tronco surcado por las trepitosas
corrientes del cananguchal, ahí te vi… donde seguramente muchos niños han ido a
dar una mirada a su dueña la señora Serpiente Café. Serpiente Café, Serpiente
Café, donde pasas de repente, y no me das ni la mirada, cuando te vi nadar
hacia la orilla, tu ni me determinaste, aunque mi imaginación peliculera se
monto en la película que eras una monstruosa víbora, te pido perdón, porque
nada me hace menos monstruoso que tu, y los dos somos creaciones del mismo
Dios, pero porfa la próxima vez cuando pases, mándame así sea un besito.
Y ahí estaba en man de la noche
pasada, al que no le supe el nombre pero que fue un mismísimo enviado, tan
enviado que el man nunca se monto en la película que era un enviado, pues de
algún modo le parecía que la serpiente estaba en su plena libertad de sacar la
testa del agua así un guaimaron jugando a misión del deber pasara con la maleta
a medio hombro, celular entre una bolsa, y todo listo para actuar al momento de
que cualquier cosa pudiese pasar. El primer intento se hizo por el lado del
barro, al lado del camino de tres palos que conducía al tronco que continuaba
con el paso humanizado, pero la naturaleza ya lo había derribado, y mi
intención “como vino a ser, en que momento no llegue al camino que yo quería
llegar y que no tiene un paso peligroso”, hacer un puente que se yo, el lote es
el del señor florez, pero los que verdaderamente lo necesitan y lo usan son los
del resguardo, seguramente si se ponen de acuerdo los indígenas y el mr,
doctor, sargento florez, se podría hacer un puente como el Golden gate, para
que un guaimaron como yo pase por ahí, y no tenga porque hacerlo a la misma
hora de las serpientes, o por lo menos que pongan pico y placa entre la fauna y
la humanidad, o un semáforo que diga cuando pasa el bicho humano, y cuando pasa
el bicho bicho.
domingo, 7 de julio de 2013
Andrews Murch y la jugada england.
Qué bueno que siempre sea así, lo
verdadero vence a lo falso, y al final el cuento sigue bueno, como siempre fue,
pues como dejar al mundo privado de las historias de Fast y Anibal Smith, los hábiles
estrategas del glorioso atlético los pollos, el invencible equipo rojo y de la
jugada England, cualquiera haya sido el contrincante, si Pablo Jeangros,
Ronaldinho o Messi, siempre jugamos a ganar, no siempre lo conseguimos, pero
que va, si de lo que se trataba era de defender el honor del equipo, dejábamos
todo de nosotros en el campo de juego, como si se tratara de la vida misma, y
aunque no siempre sin mancha de juego sucio, los verdaderos Andy y Pi, antes de
jugar el partido, ya se habían pensado toda una estrategia de juego, recuerdo
alguna ves durante el segundo tiempo de uno de los tantos que jugamos, que me
quede observando el partido desde las tribunas altas del estadio Rolando el
Refusin, y vi claramente que lo que habíamos puesto en el papel se estaba
cumpliendo, y de una manera que el equipo demostraba rendimiento y solidez.
Que bueno haber vuelto a hablar
con Andy, me despertó realmente entusiasmo y espíritu de empuje, y es que a
Andres Murcia, alias “Andrews Murch” le debo alguna vez haberme llenado de
cojones y con una espadita de papel, fácilmente derrotable por la gambeta más
elemental, enfrentarme a manes como Santiago y Pablo Jeangros, que aunque son tío
y sobrino, jugaban más que los hermanos corioto. Alguna vez entre por Tito
Villarreal, o fue él el que entró por mi, el hecho es que Tito era el jugador
mas parecido a Falcao o a Lionel Messi de la época, pero es que resulta que
para Andy, capitán del equipo, todo el que se quedaba al partido un miércoles o
un sábado por la tarde jugaba, asi sean veinte gloriosos minutos. Que bueno es
haber hablado con Andy hace unos minutos, me siento lleno de esa vibra
nuevamente, de la valentía y el honor a la hora de enfrentar la vida.
Si bueno
eso suena muy bonito, pero resultan que si se preguntaran que si cometíamos
errores o si éramos perfectos, obviamente le respondo, que si!!!!! cometíamos
errores, y muchos, a veces nos daba por ser violentos y creer salvar el partido
por el solo hecho de intimidar, falta en la que incurrimos algunas pocas veces,
pero que va, si al fin y al cabo éramos adolescentes inquietos con ganas de
arriesgarnos, enseñanzas que el camino se encargaría de poner para que siendo
todo esto historia y nada mas que la historia redimida de un triunfo de Los
Magníficos, nada falta, ni nada sobra, todo está donde tenía que estar.
viernes, 17 de mayo de 2013
Creencias naturales de una naturaleza desnaturalizada.
¿Quién sabe si antes de concluir el presente siglo
la sabiduría popular habrá inventado este nuevo proverbio:
“Tan increíblemente crédulo como un científico”.
H. Blavatski.
Así como
el agua es invisible al pez porque nunca ha visto nada diferente, así mismo se
podría creer que nuestras creencias permanecen invisibles a nuestros sentidos. La
creencia puede tomarse como algo que es necesariamente real para una sociedad.
Pero la relación del creer no es propiamente una relación naturalizada, y así
como la observación es a la razón, la experiencia es a la creencia. Es difícil
separar a la creencia y a la razón, cualquier distinción solo podría quedarse
en un plano analítico apto para el sociólogo o el antropólogo, porque en la
realidad, a pesar de que la educación y la religión lo han separado en la
sociedad, son parte del proceso de la experiencia, y por ende, del
conocimiento.
A
diferencia del pez que sale del agua y no tiene más camino que la muerte, los
seres humanos podemos experimentar un extrañamiento hacia lo que consideramos
más obvio. Para muchos resultara natural creer que el ser humano es un producto
de un proceso de evolución del homo
sapiens, pero seguramente en otros tiempos, cuando la teoría evolutiva no
había surgido, para muchos resultaba obvio creer que el ser humano había sido
creado por Dios. ¿Qué es lo natural entonces? Nos tropezamos entonces con una
diferencia entre lo que se pueda entender como natural desde la ecología, a lo
que la antropología nos pueda aportar. En ambos casos podemos resbalar en un
esencialismo que solo puede ver lo natural en el funcionamiento de la
naturaleza prístina, o en un relativismo, que entiende lo natural como algo
cultural.
Pero la
pregunta sigue su curso, y no se detiene ante las trampas del análisis, porque
la misma experiencia nos asegura que lo vivo es natural, sea humano o no, pero la
razón también nos recuerda que algo hay de natural en el ser humano que no lo es
en las plantas y animales. “Miren a los cuervos: no siembran ni cosechan, no
tienen graneros ni despensas, y Dios los alimenta”[1]. Es
entonces cuando la creación de Dios en las plantas y animales es tan perfecta
que es posible sentirlo, un efecto de comunión
natural. En la conciencia la naturaleza
se transforma en pensamiento, se puede observar, cuidar, apreciar, transformar,
aprovechar, se le puede rezar como una deidad.
La crisis
ecológica actual viene llevando a la naturaleza en un proceso creciente de
desnaturalización. Los procesos de escisión y recomposición natural de la
postmodernidad ha revaluado el esencialismo de la ecología, mostrando una
naturaleza nueva, o mas bien a las naturalezas. Ulrich Beck (1999; p. 72), de
una manera poética lo expresa del siguiente modo: “la propia naturaleza no
es naturaleza: es un concepto, una norma, un recuerdo, una utopía, un plan
alternativo. Hoy más que nunca. La naturaleza está siendo redescubierta,
mimada, en un momento en el que ya no existe”. Aquí Beck nos recuerda a esa naturaleza “ecológica” donde el ser humano
no cabe en las relaciones, que choca con esa naturaleza del ambientalismo,
politizada, cuantificable y sacralizable.
El
pensamiento premoderno analizaba a la cultura humana como esencias inmutables,
esta visión, fuertemente enraizada en el pensamiento etnológico del siglo XIX
relaciono el determinismo genético y geográfico con la psicología. También ha
sido fuente de inspiración de muchas historias. Tarzán, la representación de un
hombre blanco que crece en la selva y aprende a dominarla mejor que los propios
nativos, sigue conservando su aire puritano, propio de los valores “civilizados”,
en oposición a los “salvajes”. Para Tarzan la selva es su medio natural, pasa
de liana en liana por los arboles, es amigo de los leones y las serpientes,
pero si fuera llevado a Londres, seguramente aprendería a comportarse como un gentleman.
Para esta
figura cinematográfica, la selva puede ser un medio tan natural como lo puede
ser la gran ciudad para un corredor de bolsa. Pero estos no son mas que malos
ejemplos sacados de la imaginación estereotípica, una construcción imaginaria
que muchas veces se transforma en realidad cuando se trata de confrontar y
definir conflictos asociados a la naturaleza. La pregunta por la realidad aquí puede ser transpuesta a qué
es lo natural. Si entendemos la naturaleza como una construcción social, como
una creación divina, o como un proceso de la evolución seguramente llegaríamos
a resultados diferentes, así no exista diferencia en que todos habitamos el
mismo planeta.
Las
discusiones epistemológicas sobre la relación del hombre con el medio natural
son tan antiguas que se pueden ubicar desde los orígenes de la filosofía misma.
Por años, la academia y en especial los humanistas, han establecido un dialogo
profundo con las ciencias naturales para encontrar un campo de definiciones que
no se sienta tan frio y cojo como el propuesto por la “tecno-ciencia”, o inestable y movedizo como el que tan
pomposamente se presenta desde la transdisciplinariedad de las ciencias. Estas
discusiones, aunque ponen de manifiesto preguntas tan importantes como las
consecuencias ideológicas derivadas de la separación del alma y el cuerpo, no han
hecho mucho para resolverlo.
El
racionalismo científico, radicalmente cartesiano y metódico, a pesar de haber
desarrollado una instrumentalidad capaz de develar la estructura fisiológica o
genética de los organismos, aun se mantiene tímido a la hora de dar crédito a “las
causas primeras” que tomaron los pensadores neoplatónicos y alquimistas como
punto de partida de estructuración de la naturaleza, esta separación, por algún
motivo terminó alimentando la idea de un “mundo espiritual”, de las mónadas, o
de los elementales, como un terreno caprichoso y subjetivo, donde cada quien ve
lo que quiere ver. Por su parte, el humanismo ha quedado entre la espada y la
pared de la ciencia moderna y los saberes “periféricos”, y por no perder su
legitimidad se han rehusado a tratar como iguales a las ciencias mágico-espirituales,
y se han aferrado mas a un tibio fenomenalismo, que apenas disimula lo que
tiene de materialismo.
Hélène
Artaud, en su investigación sobre la sacralidad del mar para la comunidad
musulmana Imrâgen de Mauritania, analizando la ritualidad y la manera de
apropiación de estos a través de la pesca, encuentra que el “secreto del mar”
ocupa sin dudas el corazón de la dialéctica entre el mar y lo sagrado. Sin
embargo, como cuando se presenta un fenómeno inexplicable, asume la limitación
de su ciencia:
“Le caractère paradoxal d’une
recherche sur le « secret » a naturellement stimulé diverses difficultés,
d’ordre éthique et méthodologique. Défini par son caractère caché, non-dévoilé
et non-dévoilable, le secret n’offrait qu’un seul traitement méthodologique
possible : celui de la phénoménologie. Il n’a donc pas été question de savoir
ce qu’est ce « secret de la mer », mais comment il se manifeste, se raconte, se
transmet… “
Para
muchos etnólogos el registro del fenómeno constituye un momento de grandes
confrontaciones, la Sociología Reflexiva de Bourdieu (2005; Pág. 119), asume
que “la coincidencia entre las
estructuras objetivas y las estructuras encarnadas que crea la ilusión de
comprensión espontánea es un caso particular de la relación con el mundo, vale
decir la relación originaria.” Por su parte, la etnometodología de
Garfinkel parte de la base de reconocer las limitaciones del observador cuando describe
el fenómeno social: “hay un sesgo intelectualista inherente a la posición
del científico social que observa desde afuera un universo en el que no está
inmediatamente involucrado.” (Bourdieu y
Wacquant citando a
Garfinkel; pag. 119)
La
fenomenología siempre ha tenido que vérselas con el positivismo, pues la
experiencia siempre ha sido un terreno problemático de describir y transmitir.
Muchas etnografías describen y estructuran las cosmogonías de muchas
comunidades indígenas de una manera tal que todo lo que van a describir aplica
solo para sus estudiados. “Para los indígenas…”; “Segun los Desana…” y llenan
paginas con informacion sorprendente, que para cualquier adepto no puede ser
tomado como un conocimiento puramente subjetivo, sino como una parte integral
de una Gran Ciencia Universal.
La investigación
botánica y antropológica está llena de estos sucesos, y aunque los primeros
científicos fueron adeptos, herméticos, poseedores de “secretos”, la materialización
de la ciencia llevó a crear una barrera enorme entre la ciencia experimental y
lo que desde el esoterismo se conoce como filosofía hermética. En muchas
comunidades indígenas del amazonas, el investigador científico es visto con
recelo, por un lado representa un cazador de saberes, presto a lucrarse a
consta del saber tradicional, pero por otro lado es visto como un niño, que no
comprende que el verdadero secreto de una planta, no está en sus componentes
químicos, físicos o genéticos, sino como dicen ellos: “es en la oración que se
pone”.
Lo que
desde las ciencias humanas se conoce como el poder simbólico del mito, es para
muchos indígenas de la amazonia una realidad tan científica como lo puede ser
la ley de la gravedad. Esta manera de referirse a las ciencias mágicas
chamánicas, es el resultado de una sociedad que ha dejado como “cuentos de
hadas” lo que para los antepasados era lo mas natural. La fantasía, es un
terreno construido para la sugestión de los niños, desplazando el significado
hacia lo inconsciente, porque a medida que va creciendo se le va enseñando a
discernir lo que es la realidad de lo que no, es introducido en un mundo
racionalizado, escindido, es prevenido a no creer lo que los ojos no pueden
ver.
Los
dilemas de la observación, llevo que a principios del siglo XX en Inglaterra y
Europa en general, se viviera una intensa discusión entre espiritistas,
religiosos y científicos. En esa época, con el nacimiento del psicoanálisis y
el auge de las comunidades herméticas, existió un furor entorno a lo
inconsciente, a lo secreto. Eran muy comunes las sesiones espiritistas.
Científicos, místicos, y religiosos desencadenaron una interesante discusión
sobre la naturaleza y la veracidad de los fenómenos. Helena Blavatsky, en su
serie de libros sobre Isis sin Velo, relata cómo se vivían esas luchas de
argumentos en torno a si el movimiento de la mesa que súbitamente giraba en
medio de los curiosos asistentes, era un artificio de ilusiones calculado
fríamente por los mediums, o si tal fenómeno “sobrenatural”, era tan verídico
como la ley de la gravedad. Según Blavatsky:
“Muchos científicos han reconocido la
autenticidad de fenómenos en apariencia sobrenaturales, porque como el citado
caso de levitación, contrarían la ley de la gravedad; pero al investigarlos, se
enredaron en inextricables dificultades por su desgraciado intento de darles
explicación con hipótesis basadas en las leyes conocidas de la naturaleza”.
(Pág. 65)
Quiero
llamar la atención sobre este aspecto porque es solo un ejemplo de los
desacuerdos axiológicos que pueden existir en cuanto a definir lo “natural”. Si
una comunidad indígena que lucha por proteger un bosque argumentara ante una
entidad que no puede llevar a cabo un proyecto minero porque estaría afectando
a las hadas, duendes y elementales que viven en el bosque, fácilmente se les
podría tachar de locos o supersticiosos. El problema radica cuando la
existencia de esos seres puede demostrarse, pero para eso, se necesitaría
contemplar unas estrictas reglas, ser un “iniciaciado”, un aprendiz de brujo,
un filósofo hermético o un elegido. ¿De cuándo acá, dirían los científicos, las
demostraciones científicas son una cuestión de “elegidos”?
A la par
que el mundo pareciese estar asistiendo a un reencantamiento de la naturaleza,
así mismo no falta quienes temen un regreso a los nichos oscuros del Medioevo, a
donde una casta sacerdotal y religiosa abarcaba todas las dimensiones
explicativas con respecto al mundo y al universo. El desarrollo del esoterismo,
se ha generado en las fronteras de la ciencia y la religión, su evolución ha
estado marcada por una potente insinuación hacia la vinculación espiritual con
la vida práctica, historia que ha estado llena de exageraciones, pero de algún
modo se ha tomado en serio la construcción de una ciencia que no separe el
Plano físico del Plano Astral.
La
reproducción del paradigma científico ha sido un largo proceso de
secularización, aunque paradójicamente, la crisis ecológica del mundo actual ha volcado la
mirada de pensadores y nuevos científicos a donde todo empezó, a lugares donde
quizá muchos saberes de culturas aborígenes e indígenas no han dejado de mirar,
me refiero aquí al mundo de las animas, de los espíritus, al éter, a lo
invisible, al plano astral. El marcado tono revelacionista con el cual la
humanidad ha recibido el siglo XXI, ya muestra resultados sorprendentes. El
mundo invisible, los seres espirituales, las profecías escatológicas, empiezan
a ser tomadas más en serio por los escépticos, y asoman como una fuerza que el
mismo materialismo se encargó de echar en el canasto de las supersticiones.
Los
tiempos están cambiando, y como producto del mismo desencanto producido por la
revolución tecnológica, se esta asistiendo a una necesidad de encontrar lo
perdido. Lo que Patricia Noguera (2004 , p. 22) describe como un reencantamiento del mundo, en “que la voz
misteriosa del mundo como vida, como ser en despliegue, como perpetua aurora y
crepúsculo, pueda ser escuchada”. Lo describe como un proceso a dejar de
lado los esquemas rígidos de la ciencia, en un intento parecido como el que se
empezó a vivir tras el renacimiento, cuando se desplazaron los centros de
sentido que las instituciones religiosas monopolizaron durante años.
Llama la
atención el auge con el que emergen los nuevos movimientos comunitarios, entre
los cuales se busca un sentido de pertenencia a través de una nueva
espiritualidad, una recomposición identitaria, o una salvación ecológica. Fenómenos
como la permeación creciente del espiritualismo oriental en occidente, y las
expresiones ascéticas comunitarias del cristianismo primitivo, representados en
movimientos rurales, a donde la naturaleza mantiene su referente de pureza. El
siglo XXI, no solo representa un nuevo milenio en el calendario gregoriano,
también se habla del comienzo de la edad de Acuario, del fin de un ciclo de
5132 años según el calendario Maya, del fin de la Historia y el comienzo de la
Posthistoria, donde se han abierto espacios para la circulación, intercambio,
renovación y nuevas elecciones de creencias.
En
todo esto lo social parece
seguir decidido a descubrirle todas las mixturas posibles a los valores, y
busca afanosamente una nueva forma de ser reconocido, en un contexto a donde se
promueven nuevos creeres y se transforma la identidad. Lo que en palabras de la
socióloga francesa Danièle Hervieu–Léger (2012), se
puede ver como una emergencia en la que la religiosidad individual “permite a
los individuos (independientes con relación a los grandes sistemas religiosos
instituidos), ir al contrario y producir pequeños sistemas de creencias que los
deja reunir, organizar y darle sentido a sus experiencias personales (…)”.
Se
dice que en los barrios de Ciudad de México hay un curandero en cada cuadra, y
lo que para las frías estadísticas podría ser una elección debida a las
condiciones de pobreza e ignorancia, para muchos que prefieren al “brujo” puede
ser una decisión racional, a plena conciencia, porque así ha sido comprobado, y
además vivido durante años. Si durante la primera década del siglo XX al
amazonas solo llegaban unos pocos viajeros, el siglo XXI muestra una amazonia
accesible al turismo y al viajero, a donde muchos europeos llegan buscando
experiencias extáticas como el yagé, buscando en la naturaleza y en lo
diferente una sensación de conexión con la Unidad. El campo de las creencias se
ha revuelto tanto que ya es imposible hablar de civilización occidental sin los
muchos matices que esto pueda tener, y al igual que las culturas aborígenes e
indígenas que fueron asimilándose y adaptándose a nuevos esquemas de valores
traídos por el colonialismo, así mismo los territorios del racionalismo
científico vienen siendo también colonizados por otro tipo de saberes que
cuestionan profundamente la raíz de la ciencia moderna, como incapaz de
explicar las causas primeras de los mismos fenómenos que estos investigan.
En algún punto de la historia la ciencia decidió
divorciarse de la teología, eso aceleró por un lado el desarrollo tecnológico y
las fuerzas productivas, pero por otro lado provocó un divorcio en cuanto a la
explicación de los fenómenos físicos y naturales por causas
mágicas-espirituales. El auge del monoteísmo, y la influencia del
protestantismo solo podían adjudicar a Dios la posibilidad de hacer milagros,
mientras los humanos tendrían que vivir en el completo renunciamiento a las
creencias mágicas, y por consiguiente, en la desespiritualización de la
naturaleza.
Las ciencias naturales, en su rol de descubrimiento
y manipulación de las leyes físicas de la naturaleza han construido barreras
entre lo que se concibe como lo natural y lo espiritual, dejando de lado lo
eterno y la voluntad, por lo que se conoce como tiempo y adaptación. La
naturaleza creada por un Ser Superior se reemplaza como el producto de una
constante evolución en el tiempo y en el espacio, adjudicándole características
a los seres vivos adquiridas por adaptaciones ocurridas en millones de años.
Darwin en su libro el “Origen de las especies” lo presenta de la siguiente
manera:
“Estamos convencidos de que las especies
no son inmutables, sino que las pertenecientes a los llamados géneros
descienden en línea recta de algunas otras especies ya totalmente extinguidas,
de análoga manera que las variedades reconocidas de cualquier especie son
descendientes de esa especie. Aun más; no dudamos que la selección natural ha
sido el más importante, sino el exclusivo medio de modificación.” (Pág. 15)
La teoría de la evolución permeo
de manera vertiginosa el desarrollo posterior de la sociedad. Cuando esta se
erigió como el paradigma más importante se le clavó la estocada final a las
enseñanzas creacionistas que hasta en ese momento influían en la escena
educativa de las universidades. Sin embargo, para algunos estudiosos, el auge
de la teoría de la evolución fue la justificación perfecta para ensalzar esa
sociedad que ya asomaba con fuerza en Europa y Estados Unidos en el siglo
XVIII, cuando la revolución industrial, y las ideas liberales de la economía,
privilegiaron el desarrollo del capitalismo, y las teorías de Adam Smith.
Dejando sentadas las bases ideológicas para la extensión del dominio
occidental.
Otras voces se escucharon
también cuando la teoría de la evolución le caía como anillo al dedo a quienes
buscaban escapar del dogmatismo religioso. Las llamadas sociedades secretas, a
donde se discutían cuestiones científicas, esotéricas y teológicas, fueron
grupos frecuentados también por quienes defendían la ciencia como el
conocimiento de la verdad. En estos círculos también se generó una respuesta a
los supuestos del paradigma evolutivo. Para Helena Blavatski, fundadora de la
sociedad Teosófica, la evolución era demostrable solo si se le entiende como
una evolución espiritual, la cual se puede sustentar sobre muchas analogías de
cosmogonías y creencias de los antiguos.
“Si a cuantos creemos en la evolución
del espíritu, tan firmemente como los
materialistas en la de la materia, se
nos acusa de sostener “hipótesis indemostrables”, bien podemos echar en cara a
los acusadores que, según ellos mismos confiesa, su teoría de la evolución
física no está demostrada y tal vez sea indemostrable. Nosotros podemos por lo
menos inferir pruebas de los mitos cosmogónicos cuya pasmosa antigüedad
reconocen filólogos y arqueólogos, mientras que nuestros adversarios en nada
pueden apoyarse (…)”. (Pág. 80)
Para los movimientos teosóficos,
la ciencia moderna y las religiones abandonaron la búsqueda de la verdad en
aras de sostenerse como una institución al servicio del poder. Lo más grave de
esto según los teósofos, es que así como los antiguos geógrafos llenaban las
márgenes de los mapas con desconocidas figuras, advirtiendo que mas allá solo
habían fieras y terrenos infranqueables, así mismo la ciencia y la religión han
caído en una carrera por ridiculizar a su contrario. Como advirtiendo a sus
fieles no ir “más allá”, porque podrían ser presas del engaño de la
superstición, o la tentación del maligno.
Las llamadas sociedades secretas,
han sido el opio de muchos curiosos, quienes han tratado de demostrar por todos
los medios como estos grupos han influido en las esferas más altas de poder.
Pero quizá, lo que no se ha analizado, es como estas sociedades, así como
muchas comunidades cerradas religiosas o místicas, han constituido síntomas de
una crisis de sentido sobre la finalidad misma de la vida. El sentirse elegido
es un síntoma necesario para emprender el éxodo hacia el cumplimiento de una
misión divina, buscar la salvación, en la obra o en la fe. “Pero no hay nada
nuevo bajo el sol” dice el Eclesiastés, y lo que la literatura mágico
científica mitifico como algo inalcanzable para muchos, ahora es develado sin
restricción al mundo entero. Los libros Apócrifos de la Biblia, prohibidos
antes o secretos, ahora están en internet; las formulas alquímicas para
convertir el plomo en oro también están al alcance de quien las busque (¿Quién
las entiende?); la planta del yagé se ofrece abiertamente a todo quien pague
por ello; los grandes gurus del budismo escriben libros que se venden como pan caliente,
revelando el camino a la iluminación. El bombardeo de “verdades reveladas” es
tan intenso que ahonda el deseo de algunos por ir hasta el final. Sin embargo
queda la pregunta, ¿a quienes les interesa asumir el camino del “elegido”?,
porque para muchos, la cotidianidad sigue transcurriendo de espaldas a todo
esto, y entre mas se “hable”, menos posible es creer.
M. Blavatski, a finales del
siglo XIX, escribia de manera apocalíptica lo que quizá ya en estos tiempos
estamos viviendo:
“Las ciencias físicas tocan ya los límites de
la investigación, y la teología dogmática ve agotadas las fuentes de que en
otro tiempo bebiera. Si no mienten las señas, se acerca el día en que el mundo
tenga pruebas de que únicamente las religiones antiguas estuvieron en armonía
con la naturaleza, y de que la ciencia de los antiguos abarcaba todo
conocimiento asequible a la mente humana. Se revelarán secretos durante largo
tiempo velados; volverán a ver la luz del día olvidados libros de épocas
remotas y perdidas artes de tiempos pretéritos; los pergaminos y papiros
arrancados de las tumbas egipcias andarán en manos de intérpretes que los
descifren, junto con las inscripciones de columnas y planchas cuyo significado
aterrorice a los teólogos y confunda a los sabios. ¿Quién conoce las
posibilidades del porvenir?” (Pág. 35).
Mas de cien años después, los medios de comunicación y el cine se
han encargado de popularizar los grandes secretos, que antes solo estaban para
los buscadores. Solo hace falta prender la televisión en Natgeo, History
Channel, o Discovery, para enterarse de los muchos misterios que el
conspiracionismo promueve como cerrados a la humanidad. Pero queda la duda, que
tanto estas grandes verdades, como las que tan pomposamente presenta el
documental de Zeitgeist, representan verdaderamente el despertar de la
conciencia que tanto se promueve en los círculos místicos como los Rainbow
People. Al parecer es necesario analizar esta cuestión desde sus consecuencias,
asociadas al comunitarismo, y a un nuevo sentido religioso de lo ecológico.
La búsqueda del milagro, la
visión espiritual, el dialogo con las plantas, el testimonio de lo mágico,
muchas son las formas de definir esta búsqueda que se vive en la actualidad, y
quien podría ser ajeno a esto, cuando la búsqueda de sentido se ve contrariada
cada vez más por una separación entre el alma y el cuerpo. Los nuevos
paradigmas emergen en la actualidad desde visiones científicas, conocimientos
ancestrales, ligados a un sentido de unidad, de Gaia, en un intento de volver a
vivir por fuera de los monopolios del poder espiritual y material. Sin embargo,
así como el dogma religioso o el evolucionismo, contaron con sus estrategias de
reproducción para monopolizar los significados legítimos de la vida, así mismo
en la actualidad los medios de comunicación han tomado su lugar detentando gran
parte del control sobre la sociedad.
Atado a este afán de
experiencias mágicas esta también un mercado espiritual y esotérico, de
consumos y producción ilimitada de experiencias extáticas. El mundo espiritual
no es ajeno a esta forma de vivir, y tiene sus representaciones en lo social.
Sin tratar de decir que el auge mágico que se vive en algunos grupos sociales
sea una consecuencia directa de los medios de comunicación, si es posible
inferir que con la misma ligereza que el mercado mueve bienes y servicios, así
mismo existe una economía de caminos de salvación. Darle al consumidor lo que
quiere, “para todos los gustos”, el mercado espiritual también trafica con promesas,
y cae en muchas veces en esa lógica que dice, “el cliente siempre tiene la
razón”.
Bibliografía:
Blavatsky,
H. P. (1877) “Isis sin velo”. Clave de los misterios de la ciencia y teología
antigua y moderna. ELEVEN. Biblioteca del nuevo tiempo. Rosario, Argentina.
Darwin, C.
“El origen de las especies”
Noguera, P
(2004) “El reencantamiento del mundo”. Pensamiento Ambiental Latinoamericano.
PNUMA, Universidad Nacional. Manizales, Colombia.
Beck, U.
(1999). La sociedad del riesgo global. Madrid: Editorial siglo XXI.
Artaud, H. (2012) «
Mer partagée, part maudite. La fabrique rituelle d’un horizon maritime : mer et
sacré chez les pêcheurs Imrâgen (Mauritanie) », Revue des mondes musulmans et
de la Méditerranée [En ligne], 130 | février 2012, mis en ligne le 21 février
2012, consulté le 09 d’octobre 2012. URL : http://remmm.revues.org/7384
Bourdieu, P; Wacquant, L (2005). “Una
Invitación a la Sociología Reflexiva”. Siglo XXI Editores Argentina S.A.
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