Quizá morir se sienta así, un latido en el corazón que jala hacia afuera, un
encuentro con algo que nada puede evitar, una salida que no se espera. Lo que
no me queda claro es si es la propia muerte la que se siente así o la de otra
persona, o la de todos y todas, porque al fin y al cabo vamos a morir. Voy a
morir y tu también. Hoy es un buen día. Acepto el destino como llegue. Una
angustia constante la que me ha llegado en estos días, mi familia se hace
vieja, mi abuela tiene ya 93 años. Mi tía Sughem está en el hospital, es un
cáncer terminal, pobre Josefo, se va a quedar solo quien sabe cuánto tiempo,
pues es el más saludable de todos sus hermanos. Este dolor que siento es una
forma de decir adiós, un adiós que no le dije a nadie, un olvido anunciado que
también estaba escrito en mi camino. Como el de Juan Pablo, o como el de
Deborah, quienes también se fueron, con alguna memoria y una historia que pasó.
Los quiero a todos, a mi familia, a los De La Cruz, a los Nassar, me disculpo si
no fui quien quisieron que fuese, por no intentar algo más.
miércoles, 15 de enero de 2020
Abril
Es una
niña, parecía saberlo todo el mundo, menos yo, es mi niña, es ella misma, pero
es mi hija, con “a” al final. La sola feminización del lenguaje me suena
extraña, a pesar de que tengo madre, abuela, esposa, no sé porque el lenguaje
se niega a decir hermosa, bella, linda, todo con “a” al final. Ah! Ahora lo
recuerdo, eres Abril. Mucho gusto mi nombre es Pablo, y soy tu papá. ¿Qué se
hace cuando se conocen un padre y una hija? No sé realmente, nunca he tenido
una, pero se me ocurre que hablemos. Bienvenida al planeta tierra, verás que es
un lugar maravilloso, y que tus congéneres de especie, o sea los humanos y
humanas, son maravillosos, han inventado un montón de cosas que nos vislumbran,
casi todas brillan, casi todas nos absorben y nos hacen no ver que el planeta
nos lo estamos comiendo. Esa es la parte que no te quería decir. Mira, ese niño
que ves se llama Tomás, es tu hermano, y quien te ha llevado en el vientre
estos meses es Paula, tu mama. Llegas en
un momento único, cuando los sueños maduran y empiezan a mostrar destellos de
realización, cuando lo que se creyó perdido renace, cuando el mundo da la
vuelta, como una ronda de niñas jugando, como cuando sueñas y vuelves a traer
lo que pasó.
Gracias mami
Ya nací una vez, hace 38 años, en Bogotá, salí del vientre de mi mamá, no lo recuerdo, pero como que así fue. No importa cuánto tiempo pase, siempre he estado ahí. Tantas veces pensé que eso simplemente fue una casualidad, tantas veces sentí que la familia no era más que algo no escogido por mí, ahora lo siento diferente. Ahora que empieza el final. Esa vez nací, luego tuve que morir, lo hice una, dos, tres, cuatro y otras veces más, tuve que morir para renacer, para entender que el camino de la vida está escrito en el universo, y que mientras pasa, realmente se recuerda. Mi papá, mi mamá, mi hermano, fueron quienes me recibieron, de ellos aprendí lo primero que supe, lo que soy. A mi mamá le han diagnosticado cáncer, una forma de pensar en la muerte, porque realmente hay muchas, y además todos vamos a morir, pero que este evento no pase inadvertido, para agradecerte mami por todo, porque sé que a ti no te asusta eso, que sonríes y no caes, que para ti la muerte es lo que realmente es la muerte: un premio. Escribo esto sin saber si yo fuese quien va a morir primero, pues nada está escrito, y si lo está, aun no lo hemos leído.
Posición: lo peor de mí
No tengo poder, ni conozco a
poderosos, quizá por eso considero que mis opiniones y posiciones con respecto
al poder no tienen mayor trascendencia en la vida que vivo….claro, el poder,
tal como funciona si tiene influencia sobre la vida que vivo, eso justifica
construir una opinión, tener una posición. Pero no quiero ocultar lo peor de mí,
y lo peor de mi es el miedo, el miedo que siento si digo algo sobre algo y
algunos se exalten al contestar algo, que se molesten, que me rotulen, que me
incluyan dentro de algunos de los paquetes en los cuales se incluye a las
personas y a sus opiniones, así estas sean diversas y no homogéneas. Eso me da
mamera, si mis mensajes llegaran a oídos de los poderosos, o si yo fuera
susceptible de convertirme en alguien poderoso, ahí si, la opinión y la
posición no solo es menester, sino un deber ético. Chile esta revuelto, siento
las demandas de este pueblo, desde la mirada extraña y tropical que vela todos
mis juicios, aunque comulgue con esas demandas las miro de reojo, pues temo que
el camino a la libertad también pueda llevar a esclavitudes peores de las
cuales se huye, es un miedo, es lo peor de mí, aclaro. A Evo Morales le
hicieron golpe de estado, eso crispó a personas allegadas, a quienes por
equivocación les di una frase de wasap, que no ayudó a nada, sino a
incriminarme como un posible aliado de la orquesta Yanqui y de las elites
latinoamericanas. No lo vuelvo a hacer, me equivoqué. Es raro, por alguna razón
me gusta informarme, contrastar fuentes, conservadoras, liberales,
revolucionarias, que dicen, como lo dicen, que ocultan, creo que no soy malo
para el análisis político, pero si malo para cazarme con una posición política,
no quiero ser un hincha de nada, no quiero malgastar los días de mi vida
pendiente en lo que dijo este o lo que dijo otro…Si alguna posición puedo
tener, me quedo con la del centro, por eso me es difícil interlocutar con
otros, porque mientras asiento a sus razones por otro lado también pienso lo
contrario, lo que hago automáticamente
cuando hablo con alguien, si es de izquierda increpo por la derecha, y cuando
lo hago con alguien de derecha me le voy por la izquierda. Soy un pusilánime,
lo sé, el centro es un lugar difícil, es como parar un huevo, es el blanco de
tiro al blanco, es esto y lo otro, en fin… por mi bien es mejor cambiar de
tema.
Lejos
Lo que creí ser no soy, lo que imaginé se cumplió. No sé si nos escogimos, o fue cuestión del azar, me temo que el segundo no existe y alguna responsabilidad tenemos. Creo que por eso duele, no solo por los recuerdos, por el mucho tiempo que pasamos juntos, por los sueños, juegos y charlas, quizá hay algo mas y es lo que no hemos sabido descifrar, ni convertir en una relación constructiva. Quién sabe si es demasiado tarde, si los mensajes que me recuerdan a Bugs Bunny serán más grandes que el deseo de cambiar las cosas, no sé si el amor realmente venza al odio, no sé. No puedo ser indiferente a esto, no puedo vivir con la sensación de ser odiado, ya son muchos los que se han alejado, a quienes de una manera u otra desilusioné, a quienes me olvidaron les digo que yo no los olvido. Pienso en cada uno, aun me divierto en los recuerdos, porque si, muchas viviencias fueron buenas, no sé qué pasó al final, no sé qué silencio se quedó atorado que expandió las partículas lejos, como desconocidos en el universo… al final es lo mismo, como el principio, no importa estar más cerca de la muerte si el último segundo es como el primer segundo, no se termina de escribir la historia, no se teme a enfrentar las cosas cuando haya que hacerlo, no se deja al odio llenar mi corazón, porque eso es lo que no soy, tengo defectos, muchos, pero no albergo rencor.
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