sábado, 17 de agosto de 2024

Por donde va la cosa


2007

La evidencia misma de la posible triangulación de ideas, creencias y chistes ha quedado grabada en memoria de este escribiente, comenzando con el primer bocado de ese profeta llamado Mohamed. La historia es demasiado hermosa, habla de Alá como único Dios; en esencia, la historia es la misma, ya que el Corán dice que Alá se reveló a Mohamed, quien se lo contó a sus amigos y estos escribieron el libro. Cualquier parecido con el Bhagavad Gita o la Biblia no es casualidad; queda claro que, aunque cambien los personajes, la esencia es la misma. Unos se olvidan de ciertas cosas y destacan otras, dependiendo del contexto histórico en que se recibieron las revelaciones divinas.


Me alegra escuchar tantas versiones del mismo Dios; ojalá Él me dé la capacidad y el éxito para compartir con los demás lo más importante que ha dejado la transcripción de los escritos de las Australasias. No se busca una religión universal, sino tan solo la comunión en ciertos puntos que ayuden a a la evolución de este planeta hacia formas más saludables, divertidas y alegres entre los seres humanos y no humanos. El ser humano ha iniciado una carrera de destrucción y vaciamiento en la naturaleza, entendiendo la naturaleza como un recurso y no como un regalo. Así que, estimado lector, cuando te preguntes por dónde va la cosa, es por ahí que debe andar. No somos estúpidos para no darnos cuenta de que, si destruyo la casa, no tendré dónde dormir; si vacío la nevera, no tendré qué comer; y si eso no pasa, no podremos reír, o seguramente cambiaremos el sentido del chiste hacia aquello que tuvimos y ya no tenemos.


No espero naves espaciales que nos salven de esto, no espero un juicio final, como tampoco una condena; tan solo apelo al uso del sentido común, del corazón y, por qué no, de la razón. Tantas evidencias juntas no se pueden pedir. Lo vemos con los ojos y lo leemos todo el tiempo; es urgente dar un paso hacia la convivencia armónica con la naturaleza. Y para quienes esto sea de poca monta porque prefieren no pensar en ello, ganarse unos dineritos o irse para el cielo, les comento, mis estimados escépticos y también antisépticos, que la cosa es así. Y si su merced no ayuda a componer, por lo menos no descomponga más.


Entre otras propuestas de las escrituras que se alcanzaron a transcribir en tierras de las Australasias, está la siguiente: De cada quien, una gota de sensatez; cuando te mires al espejo, date cuenta de que estás vivo; y si destruyes lo vivo, pues matas tu vida, y la vida es todo lo que Dios, Krishna, Alá y no sé quién más nos ha dado. Y si estos fueran diferentes, seguro aconsejarían lo mismo: sé paciente y no destruyente, sé sonriente y no tan prepotente, porque muy serios no podemos ser. Cada risa es una pizca para esto que le dicen la vida."

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