Cuesta creerlo, pero así es: el escribiente vive en la contradicción más pura, lo que hace que el camino sea altamente interesante y sorprendente. Trato de encontrar mi lugar en los proyectos en los que participo, pero a veces me cuesta verlo. Cuando los pagos se demoran, no trabajo con la misma intensidad. ¿Por qué desconfío? Las cosas tienen que salir, por supuesto, si se ha hablado de ello y si todo esto es serio, también con el escribiente, a quien no le vendrían mal los millones que entraran en las arcas familiares. Me cuestan muchas cosas: tener paciencia, entrar en acción, tomar la iniciativa, liderar... En cambio, se me da bien ser paciente, sabio, tranquilo y activo a la vez. La vida que vivo es mi experiencia y la valoro; pido la mayor pertinencia en mi acción: que todos estos proyectos de sistemas de información prosperen para bien de los territorios indígenas. Para ello, debo inclinarme más hacia la práctica de la investigación performativa, ser más firme con esto, lo que me ayudará a no ser presa de nadie. Debo ser preciso en mis palabras, sorprendente y gracioso, serio y analítico, resuelto y abierto. Con el tiempo, pido que las metodologías performativas me guíen, pues es lo que siento y lo voy a hacer. Lo otro tendrá que llegar a no ser tan importante, aunque no signifique que no lo sea ni que no pueda aportar algo. Trato de ordenar mi pensamiento para ver por dónde coge los caminos de este gracioso, interesante y ejemplificador vídeo.
domingo, 9 de noviembre de 2025
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario