El centro del circulo parte la esfera, lo divide en seis y
deja un hexágono, el séptimo punto es el punto del centro, es el misterio
escondido cuando se divide la esfera, si lo hacemos en cinco nos queda de
sexto, si lo hacemos en cuatro este es el quinto, parece que agrega, o más bien
que crea, desde el ojo infinito de la distancia. El círculo que tengo aquí al
lado lo hice con mi mano, no cumple la curva pues mi pulso no es exacto, sin
embargo lo veo, y con los ojos lo hago un círculo perfecto. Formas inconclusas
que asemejan lo perfecto, trazos de compas que arremedan el circulo, por donde será
que se le mira el cuadrado. Tomo la medida que encuentro a mi mano, un rayo de
luz me pone el mundo en mis manos, entonces empiezo a rodearlo por el centro,
le busco el diámetros y el área de adentro. Entonces con el dedo lo meto en el
agua, un tsunami se crea y se deforma la esfera, si la veo de cerca muchos
fractales me encuentro. Cuando viajo al centro de esta herramientas infinita,
de este pedestal que no cae, de esta devoción que no cesa, entonces me miento,
y me digo que no, que porque se cae si siempre ha sido el centro.
viernes, 21 de octubre de 2011
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