A veces me imagino decidiendo un camino y viendo para el
otro, siento un terror adentro que mi mente empieza a imaginar que el camino es
único y esta predestinado, que la manipulación es real y que no hay
escapatoria, que todo está echado, y solo queda esperar el fin. Pero
afortunadamente no es asi, porque escoger un camino no es cerrar el camino,
sino es abrirlo, las posibilidades siempre son infinitas y se pueden recorrer
en diferentes cuerpos, en diferentes naves que con un mismo propósito abordan a
la tripulación adecuada para cumplir con las misiones específicas que tiene el
viaje. Asi, ese terror que sentía cuando pensaba en que escoger lo uno era
renunciar a lo otro desaparece, pues el corazón quiere todo, y es capaz de
todo, mientras no se confunda con ambición, mientras no se desdibuje en una
búsqueda de la vanidad y el reconocimiento entonces todo es posible, las
historias son falsas y la verdad es la que escogemos para nosotros, porque el
camino es predestinación pero la predestinación es voluntad, no es el capricho
de una invención.
domingo, 12 de mayo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario