(2016)
Se siente en el fuego, ruge desde el corazón, con un ritmo de road song y esa voz dulce que todo lo hace maravilloso y único. En ese espacio apareció como venido de otra dimensión, viendo el mundo totalmente diferente a como se lo habían explicado. Asombrado corrió y corrió por el espacio, detallando cada cosa, haciéndose al lugar, esperando que los pies cantaran la risa que el camino no sabía que tenía, pero que si de repente un día, por obra misma de la Providencia, así mismo lo comprendió. El camino no es el mismo, y es siempre diferente, eso es un axioma, como el de Heraclito y en fin, si es asi y se sabe, se entiende que estamos en un camino en que aprendemos y recorremos un camino, una historia que recordará no sabemos quien, pero seguramente estará almacenada en la mente de la creación, en algun lugar que tendrá una importancia muy inesperada en lo que ha de venir. Se volverá como la voz de la experiencia que nos permita sentir que estamos haciendo las cosas un poco mejor, hasta que pueda llegar a "más mejor".
Es un anhelo del corazón, de lo contrario no podría resistir los embates que le damos al planeta, a nosotros mismos, es darse en la jeta con uno mismo. No puede ser otra cosa que el anhelo y el señuelo para poder escribir una historia que tenga como protagonista a esta gente linda, a mi gente bella de Tarapacá, acá pasa algo, junto con lo que tienen las huestes de mi hermosa Paulis y mi bello Tomás. El concierto ahora es todos los días, el escenario se abre y hay que llenarlo, ponerle un papel de algo, y tejer algún cuento, es posible, este miércoles las aventuras pueden llevarnos a terrenos de Darinka, Aurelio Gallo, y Alkalawi de las Cucunubainas, quienes juntos pueden hacer un coctel de fiesta recochologica mientras algunos pensamientos se comparten entre amigos.
Mientras tanto en el Reino de las Cucunubainas el sabio Mojadei nos dice que la paciencia es la mayor virtud de los vencedores, que en tiempos de calma el monstruo busca sus fuerzas, para después rugir y volver a enfrentarnos. Desenvainamos las espaditas de papel y les damos un piquito, los tratamos con cariño y les mandamos nuestro cuentiño, que por menos palabrero se escuche, siempre tiene el tono de lo que es sensato, de lo que se quiere que hagamos. Que no cunda el cunico, ni que se baje la bilirrubina, esa que nos hace sentir y ser lo que somos, así es mi estimado perolo, así le digo ñeñeco, que pues sí, como dijo "la puesi".
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