Algo que decir, nada que esconder, se presiona el pecho en
el centro y se le invita a salir, lo veo de lejos y parece una hormiga que
lleva hojas al hormiguero, es una hilaridad inconclusa que no se detiene, que
no se acongoja, cuando el hormiguero este lleno de hojas entonces partirá,
formara uno nuevo y el anterior se destruirá, porque lo viejo esta condenado a desvanecerse,
y lo que queda es lo nuevo, que no es nuevo solo por serlo, sino porque se
reafirma y busca en la misma expresión del momento, en lo que no tiene receta,
ni fin. Así mismo, cuando me acerco aparece una iguana que toma el sol apaciblemente
y que descansa bajo los árboles permaneciendo largos minutos inmóvil, sin que
nada ni nadie la perturbe, para que moverse se preguntara, si en la misma
quietud está contenida la selva entera, el planeta, el universo, se mueven los
planetas, se convoca al universo y luego cobrara su propia vida, para ser parte
del jardín fantástico de la iguana. Ya el pecho se siente mas suave y la gripa
parece no ser tanta, una noche de profundos sueños y extraños encuentros, que
disque yo estaba en una universidad, y era la misma en la que fui profesor,
entonces asistía a una clase, a la peor del mundo, tanto que me tocó hablar con
Juan, mi profesor de filosofía, para que semejante timo se cayera, un sueño
mas, una clave mas, para el abanico de los mundos posibles, para el camino único
y predestinado que es la vida. Un laxante no vendría mal, por lo menos para provocar la salida y no dejar que
las cosas se atoren, si es negro, se asiste a un funeral, a un entierro de algo
que ya pasó, de lo que no se puede amar porque ahí es cuando el mismo que lo
dio se lo lleva, porque si, esa no es la vida, cosas, proyectos, risas y
diversiones, eso pasa y se hace y ya, pero al final nada de eso cuenta para el
chequeíto final, nada, solo la fe, es la respuesta al quinto punto, al
ejercicio que nadie vio. Y si de negro estoy, escribiendo, temiendo expresar lo
que muy seguramente ya sucederá, lo que poco a poco conformara un movimiento
voluntario, como el que describen esos filósofos idealistas, cuando hablan de
la autoconsciencia y el movimiento, pues así mismo, aunque no entienda ni papa,
ni me interese un poquito, la cosa va cogiendo estribos que yo mismo desconozco,
como acoplando lo que puede llegar a hacer un vuelo mas alto. Intento
retroceder pero no me dejo tentar por las ilusiones del estilo, por las fantasías
de lo bello, pues si esto se dice es lo que es y nada más, es lo que se debe
cuajar para catapultar una mismísima esencia que me permita fluir, en los
anaqueles del no entiendo, allá a
donde sabemos se jalan los estribos por la misma obra de diosito lindo, así tal
cual como lo que se cuajaba en aquellos legendarios libros de colores que se
trajeron de las australasias, los mismos que no necesitaban correcciones de
estilo, ni tenían tachones, pues cada palabra no era solo una palabra, sino
creación de algo, que venía y del cual solo se era el depositario. La intención
es por supuesto la muerte del propósito, tampoco pretendo alcanzar aquellos
puntos, pues la verdad es también una vanidad querer pull the streams, como si la misma Naturaleza del Creador no fuera suficientemente
perfecta para hacerla. Más bien tomo un tobogán y me deslizo suavemente, para caer
en una piscina de personajes estrambóticos, quien esta a mi lado, pero si es el
mismísimo Maniobrin Bebebuafiano, a quien no se porque carajos había abandonado
y dejado por fuera de este cuento, como si lo implícito fuera superior a lo
explicito, cuando no es asi, por lo menos en este caso, que corro
desesperadamente a darle vida a la mejor de las peores obras que la historia allá
podido ver, al lado de Maniobrin, pues esta Malpajorrin, y su hijo roscón,
Pachamamin, el árbol genealógico de la familia Bebebuafiano. Del tobogán salto
al rodadero, y del otro, al pasamanos, no me canso de sentir como la sola
gravedad puede mover mi cuerpo hacia abajo, como queriéndome llevar a lo más
concreto de la existencia, a donde una generación de pelmazos relataba literal
lo que como una metáfora se decía, una de las historias nunca contadas en los
anaqueles de esta historia. Fluyeron las trancas? Se procrearon las buenas
nuevas? Sobreviví a algunos minutos de mas en el tipeo inútil de la misma nada?
Quien sabe todo eso, quien sabe, solo se que de la luz no me puedo alejar.
miércoles, 11 de enero de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario