jueves, 27 de noviembre de 2025

Tomás y Paulis

(2016)

Tomás y Paulis, a la distancia se siente más duro, porque la sensibilidad se pone a flor de piel, hasta el punto que ver a un niño comer casi me desbarata de las lágrimas, no es fácil para mí concebir el tiempo cuando siento que debo estar con ustedes, y no lo estoy, pero de nada vale eso, porque de alguna manera las cosas así se dan, y tenemos más opción que asumirlas como vienen, de nada vale deprimirse, amanecer pensando en un chiquitín que se escurre por un lado de la cama, o en una mujer que me da caricias antes y después de dormir, eso es delicioso, pero ahora estoy en Leticia y no están ustedes, pero los llevo en mi corazón y trato de hacerme fuerte para entender este tiempo, alguna lección por aprender, un silencio necesario que poco a poco se va haciendo tibio, y llega el corazón, para Dar la sanación. Dios, desde acá te encomiendo a Paulis y a Tomás, me encomiendo para que mis acciones sean virtuosas, para que seas mi protección y guía en todo momento, a ti, Dios del Cielo, que en tu Hijo enseñaste el Amor a nosotros, los humanos, y te has encarnado en cada uno de nosotros, en esa encarnación decido caminar, y pido los dones del cielo, la firmeza, la claridad, para no desviarme, para no necesitar, para estar satisfecho por el solo aliento divino que se siente cuando el aire toca, un suave soplido que dice: tranquilo, tranquilo, todo va a estar bien, es aprender a caminar en Dios, para eso requiero un plan, de lo contrario todo se vuelve azaroso y difícil de entender, las cosas que hay que hacer no se hacen, y más bien demoran en dilaciones infinitas, hay que fluir.Hay que realizar que este tiempo sea fructífero.

En Tarapacá

(2015)

En Tarapacá, nuevamente en este territorio, amanecer con el sonido de los animales, con la gente funcionando desde tempranas horas de la mañana.  A esta tierra he vuelto, aquí me ha traído la Providencia, es de vital interés soltar la inspiración, afinar las herramientas y ver lo que hay que ver. Se requiere convencer a ese comité tutelar que va a leer mi propuesta de tesis y la mejor forma para hacerlo es trabajando por ello, dejando que fluya, buscando, indagando, preguntando, como el oso que no descansa hasta encontrar el hormiguero, y ahí come, se alimenta de lo que le da la tierra. Hay que concentrarse, y controlar muy bien esas cosas de la distraccionolología que esta a la orden del día, no renunciar a encontrar lo que no se ha perdido, a poner palabra sobre los procesos que se adelantan y llevarlos por un rumbo, a algo posible, a algo real que involucre a los de aquí, para que se haga, para que sea, se manifiesta y luzca como la flor mas bella del jardín. Por dónde será la cosa ya veremos, por ahora está en soltarse y escribir sin pensar tanto, en cerciorar de que la palabra sea contundente y no carretuda.

Como dijo "la puesi"

 (2016)


Se siente en el fuego, ruge desde el corazón, con un ritmo de road song y esa voz dulce que todo lo hace maravilloso y único. En ese espacio apareció como venido de otra dimensión, viendo el mundo totalmente diferente a como se lo habían explicado. Asombrado corrió y corrió por el espacio, detallando cada cosa, haciéndose al lugar, esperando que los pies cantaran la risa que el camino no sabía que tenía, pero que si de repente un día, por obra misma de la Providencia, así mismo lo comprendió. El camino no es el mismo, y es siempre diferente, eso es un axioma, como el de Heraclito y en fin, si es asi y se sabe, se entiende que estamos en un camino en que aprendemos y recorremos un camino, una historia que recordará no sabemos quien, pero seguramente estará almacenada en la mente de la creación, en algun lugar que tendrá una importancia muy inesperada en lo que ha de venir. Se volverá como la voz de la experiencia que nos permita sentir que estamos haciendo las cosas un poco mejor, hasta que pueda llegar a "más mejor".

Es un anhelo del corazón, de lo contrario no podría resistir los embates que le damos al planeta, a nosotros mismos, es darse en la jeta con uno mismo. No puede ser otra cosa que el anhelo y el señuelo para poder escribir una historia que tenga como protagonista a esta gente linda, a mi gente bella de Tarapacá, acá pasa algo, junto con lo que tienen las huestes de mi hermosa Paulis y mi bello Tomás. El concierto ahora es todos los días, el escenario se abre y hay que llenarlo, ponerle un papel de algo, y tejer algún cuento, es posible, este miércoles las aventuras pueden llevarnos a terrenos de Darinka, Aurelio Gallo, y Alkalawi de las Cucunubainas, quienes juntos pueden hacer un coctel de fiesta recochologica mientras algunos pensamientos se comparten entre amigos.

Mientras tanto en el Reino de las Cucunubainas el sabio Mojadei nos dice que la paciencia es la mayor virtud de los vencedores, que en tiempos de calma el monstruo busca sus fuerzas, para después rugir y volver a enfrentarnos. Desenvainamos las espaditas de papel y les damos un piquito, los tratamos con cariño y les mandamos nuestro cuentiño, que por menos palabrero se escuche, siempre tiene el tono de lo que es sensato, de lo que se quiere que hagamos. Que no cunda el cunico, ni que se baje la bilirrubina, esa que nos hace sentir y ser lo que somos, así es mi estimado perolo, así le digo ñeñeco, que pues sí, como dijo "la puesi".

Análisis factoriales

(2016)

Una vez mas me he visto inmiscuido en las historias de Pablito el matemático, una historia de mucha confusión, pero cuando se ha dado luz esta nunca se ha apagado, asi que tengo fe en que algún día entenderé esa joda de los Analisis Factoriales y el Metodo de Componentes Principales, por ahora solo tengo imágenes que tratan de dibujarlo en un plano cartesiano que transforma las variables en factores, coeficientes, varianzas y covarianzas, como manipulando un lenguaje el más simple posible, pero para mí aun es Koreano Avanzado. Por eso pido ayuda, para entender cómo inciden esas variables en un todo, para ellos hay que hacer modelos estadísticos, como el análisis multivariado con el cual ahora me he encontrado. Leo y leo, a ver qué se me queda, de repente el Koreano se transforma en Vietnamita, y pido que se vayan haciendo las imágenes que me den la comprensión y la lucidez sobre estos métodos estadísticos.


Es como ver una telaraña jalada desde X puntos de unión, intercalados, y luego verla jalada de los X’ uniones, se ve lo mismo pero al contrario, en fin, el análisis factorial habla de factores que determinan un grupo de variables que están correlacionadas, es decir que lo que le pase a la una, incide en la otra, y viceversa. Cuando los vemos en el plano cartesiano, las variables aparecen ubicadas en figuras, algunas se agrupan, y otras se separan, forman eso que llaman los componentes principales.

Es inexplicable

(2015)


Dieciséis años después de graduados del Colegio Refous, aún me pregunto cómo un día nos salvamos de haber quedado de patitas en la calle buscando colegio. Corría el año de 1998 y Monsieur Jeangros nos mandó a llamar a Piñeres, William, Ceballos y otros compañeros (conocidos como las Ñañas) que prefiero no nombrar, pues no estoy seguro si están de acuerdo con esta confesión. Monsieur Jeangros tenía acusaciones bastante serias, que una tarde después de Educación Física, se habían encontrado botellas de licor y estragos materiales en el salón donde nos cambiábamos. Ante tremenda inculpación todos quedamos perplejos, nadie decía nada, ni si ni no, nada… pues lo cierto es que éramos culpables, exactamente de todo, e incluso más cosas, y nos merecíamos la sanción más fuerte del colegio, la expulsión. Y aprovecho este momento que Monsieur se ha ido a descansar para confesar esta verdad, y que estoy seguro que M. Jeangros sabía, pero por alguna extraña razón decidió cerrar el caso y confiar en la única respuesta que le dimos cuando nos preguntó que como explicábamos que estudiantes y personal de aseo, nos había visto realizando pogol en el salón (en resumen, pogol era un ritual adolescente que consistía en jugar futbol en un salón y cuando se anotaba un gol se celebraba con un pogo) y luego encontrar vestigios de botellas de licor. El único que se atrevió a contestar fue Piñeres, y le dijo: “es inexplicable”. En ese momento yo sentí que estábamos más perdidos que nunca, quizá el silencio parecía una mejor estrategia, pero decir “es inexplicable” era un boleto directico a buscar otro colegio. Pero lo que pasó fue no menos asombroso, pues Monsieur Jeangros dijo, “es una buena respuesta, es inexplicable”, y nos despachó al salón con el culillo aún vivo de haber estado cerca de una expulsión bien merecida. ¿Por qué pasó lo que pasó? Difícil saberlo, de pronto más valía una reflexión personal que una expulsión masiva de estudiantes. Lo cierto es que la severidad de Monsieur Jeangros a veces contrastaba con gestos de confianza y entendimiento profundo a esa fase de la vida llamada adolescencia, y como buenos adolescentes hacíamos pendejadas, y muchas, así éramos algunos, otros un poco más ñoños, pero a mí me toco militar en las filas de quienes preferíamos romper una que otra regla para darle sentido a los días de colegio. Estas son mis interpretaciones, el hecho es que, estimado Monsieur, esté donde esté, gracias por confiar en nosotros y no haber aplicado el peso de la ley que muy bien nos merecíamos.

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Wallmapu

Cuando el norte se vuelve el sur, los polos se invierten, el mapa se revela. He llegado a Chile o mas bien a Wallmapu, doy una mirada al presente, doy al tiempo su pasado. Escarbo en la memoria, veo tiempos conocidos, observo y acepto lo que se revele en este paso. El mismo lugar será reconocido, un mismo olor me habrá también sorprendido. Aterrizo en las tierras de los lonkos, de las machis y ofrezco guillatun. Que el fruto sepa bueno que otras semillas se esparsan.

domingo, 9 de noviembre de 2025

Del mapa a la descolonialidá

Así como cuando un día Roberto Franco me reveló que la historia de Perdido en el Amazonas, libro de German Castro que lei en 1995, había ocurrido por ahí, cerca de Tarapacá. Algo similar sentí hoy, cuando buscando una imagen con inteligencia artificial encontré este mapa, una representación pictórica de los indígenas que viven y vivían es una "Colombia" que antes no era Colombia. Sin embargo, el afiche se llama Comunidades Indígenas de Colombia, como si acaso los indigenas no fueran de ellxs mismos, sino de Colombia. En cualquier caso, eso no es lo importante de esta historia, sino que este afiche estuvo colgado muchos años detrás de la puerta del cuarto grande de la casa de Chía. Fue un póster de 1992, para conmemorar o lamentar los 500 años después de la llegada de los ibéricos a este lugar, que quizá tenía muchos otros nombres diferentes a América y al Abya Yala, ahora dibujado así. Los afiches que rodearon mi infancia fueron importantes en su momento: cada uno tenía su propio color, como el de los Beatles, Angie Cepeda, Millonarios, este mapa, entre otros.

Destino de alguna manera puesto, por algún espíritu sobre mi camino, quehaceres que aún me ocupan y conciernen a pueblos originarios. Pronto saldré hacia Chile para asistir a un seminario de urbanismo y planificación centrado en temáticas indígenas. Canalizo mi Newen, fortalezco mi voluntad para lanzarme hacia el Wallmapu. Es un camino de sueños que no quiero reforzar con ideas de colonialidá ni descolonialidá, a las que, como escritor de cosas sin importancia, prefiero no referirme salvo en muy pocas ocasiones, no sea que me convierta en un escritor de la descolonialidá.  

 

Sueños: la casa de Chía

 Uno de los temas recurrentes en mis sueños, o más bien en los de mi inconsciente, es la casa de Chía. Anoche volví a soñar con ella. Estábamos mi hermano, Abril y yo (yo soy todo el sueño) dentro de una carpa en el patio de la casa; Abril estaba durmiendo. Acabábamos de llegar y nos acostamos boca abajo, mirando por la puerta hacia la casa. No había nadie dentro; de hecho, el sueño insinuaba que nadie había estado en la casa desde que nos fuimos. La mirábamos esperando encontrar a alguien; tenía las luces encendidas y parecía más ancha. Era de noche. De pronto, escuchamos que alguien llegaba. Sentimos nervios por si nos veían y pensamos en salir. Abril seguía durmiendo y nos preocupaba que esas personas quisieran hacernos daño con una niña dormida dentro de la carpa. Sentimos un poco de angustia. Entonces entraron y nos dijeron que estuviéramos tranquilos, que ellos también usaban esa carpa para descansar. Ese fue todo el sueño, o al menos eso es lo que recuerdo. Otros sueños que he tenido relacionados con la casa de Chía transcurren, por lo general, en el interior; este ha sido en el patio, algo nuevo. Hay una sensación constante en todos ellos: la idea de que aún queda algo nuestro, o algo mío, y que, de alguna manera, a pesar del tiempo, se mantiene como un referente importante en mi memoria. Y, como no, yo soy de Chía y crecí en esa casa que ya no existe, como dice mi Facebook. Siento que algo mío, o que creo mío, sigue estando allí. Ahí crecí con mi hermano, mi madre y mi padre. En la casa familiar hay muchas historias, algunas bonitas y otras no tanto, pero gracias a Dios todas han sido edificantes y de las cuales he aprendido. Es extraño llegar al punto en que la misma escritura lleva a uno a sincerarse, a dejar rodar el cerebro para desentrañar una situación pasada o quién sabe qué otra cosa, porque, de momento, no se enciende el recordador y la descripción de las imágenes se vuelve evocación, una sensación que dice que todo en la vida está para agradecerse. Agradezco la vida que escogí.

 

El despeluque por poetizar

En estos días, en las nubes y en el frío, en lo imperante y lo radiante, todo así transcurre en Bonn. Un paisaje parecido a un día gris en Bogotá, que resulta hermoso con el cielo oscuro. Hay muchas cosas que siento y vivo aquí en este continente. A pesar de lo asombroso, también hay algo que está más allá y sufre, quizá por los niveles de opulencia en los que se vive. Lo cierto es que estos días se celebra el lanzamiento oficial del laboratorio de metodologías performativas de la Universidad de Bonn, para el que se necesita un patrocinador que lo financie y me permita co-crearlo. ¿Qué haría ese laboratorio? Yo creo que acompañaría a estudiantes, investigadores y programas de la Universidad de Bonn que quieran trabajar alguna metodología performativa de investigación participativa. 

No debo detener mi búsqueda de grupos de teatro e improvisación. Jugar al oficio también es divertido, como quedó demostrado esa noche en los escenarios de Montreal, donde este escribiente se lanzó a improvisar para que el ser pudiera respirar y dejar salir al poeta que se despeluca por poetizar. 

Papá

 Papá, te fuiste a una aurora boreal, quizá a una supernova o a un agujero negro, a través de un paso dimensional. Tienes el privilegio de percibir, no sé qué eres, ni siquiera si se puede pensar, pero intento recordarte por lo que fuiste: un gran ser amoroso y servicial. Como siempre, debo procesar y liberar lo que deba, hablo contigo y con mi mamá, están en mi corazón. 

Los proyectos

Cuesta creerlo, pero así es: el escribiente vive en la contradicción más pura, lo que hace que el camino sea altamente interesante y sorprendente. Trato de encontrar mi lugar en los proyectos en los que participo, pero a veces me cuesta verlo. Cuando los pagos se demoran, no trabajo con la misma intensidad. ¿Por qué desconfío? Las cosas tienen que salir, por supuesto, si se ha hablado de ello y si todo esto es serio, también con el escribiente, a quien no le vendrían mal los millones que entraran en las arcas familiares. Me cuestan muchas cosas: tener paciencia, entrar en acción, tomar la iniciativa, liderar... En cambio, se me da bien ser paciente, sabio, tranquilo y activo a la vez. La vida que vivo es mi experiencia y la valoro; pido la mayor pertinencia en mi acción: que todos estos proyectos de sistemas de información prosperen para bien de los territorios indígenas. Para ello, debo inclinarme más hacia la práctica de la investigación performativa, ser más firme con esto, lo que me ayudará a no ser presa de nadie. Debo ser preciso en mis palabras, sorprendente y gracioso, serio y analítico, resuelto y abierto. Con el tiempo, pido que las metodologías performativas me guíen, pues es lo que siento y lo voy a hacer. Lo otro tendrá que llegar a no ser tan importante, aunque no signifique que no lo sea ni que no pueda aportar algo. Trato de ordenar mi pensamiento para ver por dónde coge los caminos de este gracioso, interesante y ejemplificador vídeo. 

Poema del indicador

Sin más me presento 

yo soy un indicador

me dedico a mesurar, 

a valorar y evaluar,

puedo ser cuantitativo 

puedo ser cualitativo

siempre estructurado

y debidamente formulado.

 

Algunos me critican por medir

otros me acusan de reducir 

y hasta me dicen que soy 

instrumento de burocratización,

obsesión del homo sapiens

patrimonio del chicharrón.

 

Imagine lo que quiera,

que indico yo, el indicador;

la acción racional,

o las condiciones de probabilidad

puede ser que ahí si aplique

mi función de indicador.

viernes, 7 de noviembre de 2025

Shejina

De ves en cuando sucede, debe ser el karma que busca purificarse y encontrar su dharma. La respiración se detiene y el estomago guarda la intención, la esparce hacia abajo y hacia arriba, trayendo la serenidad y el llamado de cuidado. Poco a poco el pecho se ahincha y crea un calor en el corazón. Se irradia a ese lugar que lucha por algo que no sabe que es.

Es el fuego del corazón que quema o enfría segun su palabra. Se mira la vida con retrospectiva y se cuestionan los caminos, como elevar los ojos al cielo, encontrar un camino mas sabio y bello. El fuego ha encontrado el camino y enciende la certeza. Decido lo que se. Puedo traer mas bien, dejo atrás lo que me pesa, aprendo de ello, agradezco, lo suelto.

Son los versos que acompañan las campañas que he tenido que hacer en la ciudad de Bogotá. Llegó noviembre y el trabajo arrecia, no soy de los que dejo las cosas y me desentiendo sino de los que cumplo, a mi, a Dios y a los otres. Timoneo la lancha y decido con los astros que traigan shejina, revela el sonido del ave, trae el trueno de la selva.



miércoles, 5 de noviembre de 2025

Lo importante de la música de platillo

A veces no sé si estoy haciendo bien o mal. Por momentos, fantaseo con extraños sentimientos de pertenencia y sentido de lo importante. Por otros, pienso que todo es una ficción nada más y que esto es solo para distraer y perder el tiempo. Posiciones irreconciliables, lo que da el argumento de su falacidad. ¿Qué diría el poeta Harolin en este momento? Citaría a "La ciencia de la lógica" de Hegel y al abuelo Teófilo, para demostrar quizá lo importante de la música de Platillo, o para chamanear esos momentos que se gestan en la MPC. Toda una contradicción para este, el escribiente, a quien ya le ha llegado la hora de quizá tomar los tornillos del destino y ajustarlos con rumbo a algo que resuene con su corazón...

martes, 21 de octubre de 2025

Casi pierdo los dientes

 Semilla 7 (3.10 del 2007)


De esa ronda que se da por el pueblo, buscando lo que no se me ha perdido, por poco pierdo los dientes en un encuentro con unos ebrios aborígenes. Resulta que andaba por ahí, pensando en terminar las vacaciones de la papa, cuando unos cuatro de ellos me pidieron “la laita”, o sea, el encendedor. Les dije: Sorry, I don’t have a laita.

Reconocí entonces a varios de ellos. Uno había estado aquella noche tratando de conquistar a la chinita con canciones de Dimmu Borgir. Yo le dije: “¡I know you!”, y enseguida se paró y me dijo: Where are you from? Le respondí: “Colombia”, "I'm aboriginal". Luego me preguntó: Do you want to fight with me? Colocando su dorso desnudo y sus manos en posición de ataque. Le contesté: I don’t want, 

Que llevó a a ese grupo de aborígenes a retarme? No lo sé, pero su posición temeraria hacia mí no me asustó, olía que estos adolescentes aborígenes eran nobles y que no me harían daño, supe que eran mansos, que estaban ebrios haciendo estupideces, eran adolescentes y jóvenes. Además, confiaba plenamente en la mano de hierro que había curtido colgando racimos de plátano en una granja en Tully, con Mohamed, mi compañero de trabajo, un paquistaní que un día me defendió de unos australianos que también querían darme en la jeta. 

Nací y crecí en uno de los países más peligrosos del mundo. Fui presa de atracos y peleas callejeras, encañonado alguna vez por los paramilitares.  Cómo temer a la fuerza bruta de unos pobres confundidos, a quienes solo la compasión devuelve lo que la historia les arrebató.

Todo eso sucedió porque me tomé dos tazas de sopa, una sopa con banano verde inspirada en sopas de las tierras de Colombia. Y para bajar tan delicioso manjar, salí a dar una vueltica, a encontrar —una vez más— lo que no se me había perdido.

lunes, 20 de octubre de 2025

El cuento escarba sobre su propio cuento

2007

Cuando el cuento escarba sobre sí mismo —decías—, en el reino de las Cucunubainas, es cuando el cuento realmente trae cuento. Escarbando en páginas anteriores se abre ante mi mente un caos de ideas venidas desde ángulos que oscilan entre cero y trescientos sesenta grados. El cuento empieza entonces a transformarse en espejo de su propio cuento.

Es posible encontrar un sinfín de fugas que hacen pensar que aquí no hay escribiente, sino más bien un “destiniente”: alguien que nunca puede fugarse de la idea de que todo es parte del mismo cuento. Por lo tanto, y en conclusión, no existe cuento que no incluya y sea incluido en otro cuento.

El cuento al que refiere el escribiente no es más que aquel que se menciona en tierras caribeñas colombianas, de donde surgió su mito más reciente: Cien años de soledad. Se refiere al suceso como algo más del cuento, y por lo tanto, le pertenece.

La vida, al fin y al cabo, no es más que una serie de cuentos que remiten al mismo cuento. Es la metáfora viviente que nos convoca a todos a vivir, desde el mismo relato, nuestro propio cuento.

Poema Rap

Tormenta 12 Luna Galactica 20 26.02.2010


¿Quién más puede hacerte creer que eres la más fea,

que el que te vende la crema para la belleza?


¿Quién más puede hacerte creer que el sol es tu enemigo,

que el que te ofrece la crema contra el sol?


¿Quién más quiere hacerte creer que no existe la esperanza,

que quienes venden promesas de salir de la pobreza?


¿Quién más puede hacerte creer lo que tú mismo te has creído,

y ahora arrepentido te das cuenta

que pobre nunca has sido?


Despierta y date cuenta:

todo se te ha dado,

estás vivo y eres hijo

de esto que te digo.


La vida no es riqueza,

la vida no es pobreza,

y aunque se sienta la aspereza,

hazte como la naturaleza.


Un mundo está muriendo,

uno nuevo está naciendo,

tú decides desde ya

cuál estás haciendo.


¿De qué nos sirve tanto libro?

¿A dónde van nuestras ideas?

Salir de la ignorancia no es saberlo,

es hacerlo

... transformarse con firmeza.

domingo, 28 de septiembre de 2025

Compañia de pie

 2008

Y al final de la onda encantada todo queda sentadito, al paso soportable de la existencia humana. Recuerdo cuando estaba en el ejército y mis lanzas me decían: “Eso fresco, que la mocha llega porque llega”. Ese chistoso teatril que es el servicio militar enseña una cosa a la maravilla: la paciencia. Uno cuenta los días cuando está en el ejército, uno llora y extraña a la mamá, uno se arrepiente de lo mal que se portó. Muchas conjeturas atrapan la cabeza del soldado desertado, que sabe a ciencia cierta que ese momento es perfecto para aprender muchas cosas de la vida. La mayoría vienen por el lado dialéctico del opuesto, donde todo se percibe como ilógico y estúpido, pero con el tiempo uno se da cuenta de que lo lógico e inteligente se encuentra en el proceso espiritual de la experiencia.

En las noches, recuerdo, en el alojamiento del batallón de logística en San Cristóbal Sur, Bogotá, abría el ojo y se escuchaban voces hablando dormidas, ronquidos y respiros silenciosos. Alguna vez soñé que un teniente nos chimbeaba la vida y me desperté gritando: “¡Mi capitán!”. Se templa el espíritu, y lo más bueno es que se afina el mamerto que hay en uno. Una cosa es volverse hippie así nomás, y otra cosa es serlo desde su opuesto: desde el lado del soldado que contempla, en majestuoso silencio, la comedia de la cual es víctima.

Ahora más que nunca recuerdo esa noche en que se hizo la retirada temprano y sin gritar. La alegría de todos los soldados por dormir seis horas fue inmensa y rebosante. A las 9:30 p.m. se apagaron las luces del alojamiento por primera vez desde que el contingente uno del uno había llegado a la Escuela de Logística. Todo arrullaba en hermosa armonía, hasta que a eso de las 12:30 a.m. se oyó una voz: “Compañía, de pie”. Era el sargento viceprimero Acosta, parado en su pedestal, dispuesto a impartir la más dura lección de aceptación: “El aseo ha quedado mal hecho”, decía. Por eso tuvimos que tendernos y hacer flexiones de pecho, enanitos y todas esas cosas que, para mi esquelético cuerpo, eran torturas.

Luego nos hicieron tomar con las manos los elementos de aseo y mostrarlos a los dragoneantes, que se jactaban con sevicia de vernos cagados del susto y con la piedra afuera. Más tarde, a las 12:30 a.m., hicimos una diana como si fuera la de las 4:30 a.m. Pasó de todo: nos sacaron a trotar y volvimos a la cama, pero de nuevo se escuchó: “Compañía, de pie”. Era la segunda diana, esta vez a las 2:30 a.m. ¡Qué cosa jijuemadre la que nos tocó soportar al Batallón de Instrucción Uno del Uno durante los meses de febrero, marzo y abril de 2001!




El crímen de Graciela Torres

La prueba evidenció cuántos días habían pasado desde aquel entonces. Las lágrimas aún reposaban sobre un frasco de cristal puesto en la mesa de noche. Los pelos de la víctima permanecieron agarrados a sus manos por cuatro días, tiempo durante el cual la policía demoró en entrar al apartamento y descubrir el cuerpo de Graciela Torres. Recibí la llamada de uno de mis colegas anunciándome el asesinato. “Otro asesinato más en este país”, pensé, sin siquiera haberme percatado de que Graciela Torres iba a tener tanto que ver con mi destino como detective. Tomé, como de costumbre, la pistola que había cargado desde mi ingreso al DAS y que nunca había disparado otra persona excepto yo —o por lo menos eso creí hasta esa noche— cuando llegué al apartamento de Graciela y me encontré con la noticia de que el detective que había sido llamado para investigar el caso era el principal sospechoso de asesinato; el calibre de la bala y los pelos encontrados en sus puños coincidían exactamente con los míos.

Ahora me encuentro en un calabozo especial del DAS en la investigación más grande de mi vida. Han pasado tres meses tratando, infructuosamente, de demostrar mi inocencia por medio de testigos y pruebas balísticas, pero el juez se empecina en mantenerme sospechoso sin atreverse siquiera a sentenciarme de una vez por todas. Realmente no supe qué pensar cuando me encontré de frente con el cuerpo de Graciela en tan extraña posición, cerca de la mesa de noche. Su rostro sí me resultaba conocido, pero no hasta el punto de poder reconocer quién era la víctima; a ese lugar era la primera vez que iba en toda mi vida. Hasta ahora no puedo entender cómo llegaron mis pelos a sus puños y las balas de mi pistola a su cuerpo. ¿Cómo desentrañar este enredo? Mañana tengo derecho a una llamada en horas de la mañana. Sé que los detectives intervienen los teléfonos, pero no importa: lo que tengo que decirle a Gustavo no tiene nada que ver con el caso, sino con otro asunto personal que estaba atendiendo cuando fui detenido por el DAS.

He trabajado en el DAS durante nueve años; hace dos meses fui destituido oficialmente y ni siquiera recibí notificación al respecto. Esos nueve años los he dedicado a la investigación de crímenes, principalmente de mujeres que mueren por amantes psicópatas o maridos celosos. No he tenido ninguna compañera durante los últimos cuatro años; prácticamente he vivido consumido por la investigación sin detenerme a pensar en la falta que me hace la compañía de una mujer. Recuerdo el primer día que entré a la escuela de detectives del DAS: se nos decía que el detective ejemplar era aquel que no se veía afectado por ninguno de los casos en los que trabajaba. De esa manera era posible reconocer cuerpos por más descompuestos que estuvieran, entrevistarse con familiares adoloridos y, si era necesario, abordar a tiros en cualquier instante al homicida de turno. Recuerdo perfectamente las palabras del coronel retirado del ejército que era director del DAS hace nueve años, el mismo que, después de terminado su servicio, fue asesinado por una de las prostitutas que frecuentaba en la avenida Las Américas.

Mis compañeros más cercanos se han mantenido alejados y han preferido dejarme solo por miedo a verse implicados en las acusaciones que recaen sobre mí. Por parte de mi familia solo recibo llamadas de mi madre, quien encomienda al Divino Niño que resista el juicio que se me viene. ¿Por qué tanta demora para sacarme culpable o inocente? No entiendo lo que pasa; hasta yo mismo me confundo cuando trato de sentar cabeza y escribir los pormenores anteriores a la noche en que fui detenido por un crimen que estoy seguro no he cometido. El cadáver fue descubierto cuatro días después del crimen. Ese día yo me encontraba comiendo, pensando sobremanera en Gustavo y su esposa; recordaba las muchas veces que juntos nos vimos implicados en los mismos problemas desde la infancia, problemas que yo siempre decidía resolver mientras él prefería evitar.

El carácter de mi mejor amigo y el mío era totalmente antagónico, hasta el punto de que él se inclinó por entrar a la Universidad Nacional a estudiar filosofía, mientras yo escogí ingresar al DAS. A pesar de eso, nunca dejamos de estar el uno cerca del otro y de compartir todas las experiencias que nos pasaban. Mañana tendré unos minutos para hablar con él y le quiero preguntar algo acerca de mi vida que estoy seguro siempre me ha callado. Pasó en una de las fiestas con los compañeros de su universidad: esa noche había mucho licor. Empecé a hablar con uno de ellos acerca de gustos y esas cosas; estábamos borrachos y nos salimos de casillas hasta el punto de insultarnos de tiras y guerrillos. Aquella noche desenfundé mi pistola y se la puse en la boca a este joven, quien obviamente quedó pasmado y mudo, sin decir nada. Su novia estaba al lado, gritando y aterrorizada; entonces la agarré a ella también y traté de besarla, hasta que sentí un golpe en la cabeza que me dejó tendido en el piso hasta el otro día, cuando amanecí en el apartamento de Gustavo todo lleno de sangre y sin saber qué había pasado. Gustavo ni su esposa me quisieron hablar; solo me recomendaron que tomara un taxi y me hiciera ver por un médico. Esa vez fue prácticamente la última vez que vi a mi amigo, que me retiró veinte años de amistad por tan violento accidente.


sábado, 27 de septiembre de 2025

Noticia

SOCIAL BOGOTA

 Por: La tia Gladys 2008

Hace 29 años

 

8 de Abril 1981

 

En la distinguidisssssiiiima Clínica David Restrepo localizada en el tradicional barrio Chapinero de la capitalina ciudad de Bogotá, nació a las 10:30 de la mañana un "pequeño" y hasta simpático personaje. Este pequeño sujeto ha traido gran alegría al hogar conformado por su elegante madre y su distinguido padre; y una inigualable felicidad infinita a la enfermera de turno que tuvo el privilegio de recibirlo.

 Por el momento los afortunados y felices padres no saben que nombre le pondrán al pequeño, aparentemente se inclinarán por un nombre compuesto que rime con su imponente y noble apellido "de la cruz" , nombres que recuerden hazañas, pilatunas y proezas de algunos de sus antepasados. De repente tengan preferencia en condecorarlo con un solo nombre, para evitar si es un nombre compuesto que alguno de los nombres quede en la inmensa sombra y anonimato por gracia del otro.

 Este simpático párvulo de signo aries, y gallo según la milenaria tradición china, tendra sin lugar a dudas importantes retos en su vida, de repente se dejará picar por el arte en sus diferentes manifestaciones, o por las humanidades (ciencias ocultas para muchos).

Por su particular manera de ser siempre estará en edad de merecer. Congratulaciones y albricias a su familia , y una cálida bienvenida a este mundo loco.

 

 

 

 

 

 


David

 2011

What I'm going to tell you happened a few days ago. When I came to work in San José del Guaviare with the Jiw indigenous group, I started hearing about a fight that occurred last year that ended with a death. The fight took place in Capitania, the sector where the chief of the resguardo lives. I didn't pay much attention to it and just focused on my own business.

David is a guy who is working on the nursery project that the Amazon Research Institute is leading in the resguardo. This indigenous group is known in town for being very conflictive; however, there are many good people there, like David, a promising leader of the resguardo and one of the most trained people in sustainable food production.

Without knowing much, I accidentally picked up some information about David: he's the chief's brother, but he had to move to another place after the night of the fight in Capitania. I thought it was caused by divisions between clans and families, and I was right, but I didn't know everything.

One morning, I woke up in the resguardo, had breakfast prepared by Gustavo, the technical supporter of the project. As soon as I finished, I got ready and went to Escuela, another sector of the resguardo. I met a group of missionaries who have been living there for four years. I did my duties and was invited to lunch. We were talking about divisions in the resguardo, and for some reason, we talked about the fight in Capitania last year. I asked a question that I didn't think would have such a stunning effect on me: "Who was the killer?" He replied: "David".


 

jueves, 25 de septiembre de 2025

Sueños en la Luna

Uno de mis temas favoritos en los sueños, o más bien favorito para mi inconsciente, es la casa de Chía. Anoche volví a soñar con ella. Estábamos mi hermano, Abril y “yo” (Yo soy todo el sueño) dentro de una carpa en el patio de la casa. Abril estaba durmiendo. Habíamos llegado y nos acostamos boca abajo mirando hacia fuera por la puerta, veíamos la casa, no había nadie adentro, de hecho, el sueño insinuaba que en la casa nadie había estado desde que nos fuimos. La mirábamos esperando encontrar a alguien, tenía las luces prendidas y se veía más ancha, era de noche. De pronto escuchamos que alguien llegaba, sentimos nervios de que nos vieran que estábamos ahí, y pensábamos salir. Abril seguía durmiendo y nos preocupaba que estas personas nos quisieran hacer daño, y nosotros con una niña dormida entre la carpa. Se sintió un poco de angustia. Entonces entraron, y nos dijeron que tranquilos que ellos también usaban esa carpa para descansar. Ese fue todo el sueño o al menos de lo que me acuerdo. Otros sueños que también han tenido que ver con la casa de Chía son por lo general adentro, este fue en el patio, algo nuevo. Hay una sensación constante en todos los sueños, la idea de que ahí aún hay algo nuestro, o algo mío, y que de alguna manera a pesar del tiempo se mantiene como un referente importante en mi memoria. Y como no, pues como lo dice mi Facebook, yo soy de Chía y crecí en esa casa que ya no existe. Siento que aún algo mío, o que creo mío, está allá. Ahí crecí con mi hermano, mi mamá y mi papá. En la casa familiar hay muchas historias, algunas bonitas y otras feítas, gracias a Dios, todas edificantes y de las cuales he aprendido. Es extraño llegar al punto en que la misma escritura lo lleva a uno a sincerarse, a dejar rodar el cieso para desentrañar una situación pasada, o quien sabe que otra cosa, porque de momento no se prende el recordador y la descripción de las imágenes se vuelven evocaciones, sensaciones que dicen que todo en la vida esta para agradecerlo. Agradezco la vida que escogí.

sábado, 20 de septiembre de 2025

Impro negociación

Saravena, Arauca. Llegué como a las 3 en una buseta. Mañana voy a donde los U'wa; vamos a concertar las medidas que dicta la sentencia que hizo la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor del pueblo U'wa por afectaciones ambientales por la voladura del oleoducto Caño Limón-Coveñas y la incompleta titulación de sus tierras frente al área de traslape con los parques naturales nacionales.

El camino estuvo tranquilo desde Yopal. Sin embargo, vi dos banderas del ELN y un cartel del ELN, por lo tanto, en ese momento tuve "culillo" (miedo). Me pregunté: "¿Estarán por ahí? ¿Será que en un momento de repente muchachos malos asaltarán el bus en el que voy viajando?" Me seguía preguntando, pero no sentía que eso fuera a pasar. Entonces pensé: "Debo mirar al frente y estar listo. Al frente solo aparece una carretera muy bien pavimentada, a los lados un paisaje precioso verde sabanero, y por la izquierda la montaña, la Cordillera Oriental con el cerro nevado del Cocuy." Ante semejante magnificencia, no pude evitarlo; preferí embelesarme con la belleza del paisaje que empezar a pensar en "chicos malos" que de repente asaltan a otras personas. Eso no iba a pasar. "Si en Bogotá me era normal ver un grafiti de los comandos azules o los del sur... ¿cuál es la diferencia de verlo con ninguna PC (presencia de combatientes)?" Entonces, prosigamos.

Mañana será un día especial; es una sentencia y una corte internacional, y justo yo estoy en el momento que la historia indicó para ello: para ir a hacer la primera visita al territorio de los U'wa y a hacer la negociación. Me dan nervios, por supuesto. Varias veces he estado negociando del otro lado, o digo yo del lado del ministerio, pero estando más afín a los intereses indígenas. Hay fuertes contracciones en mi interior mientras estoy desempeñando mi rol. El tiempo se detiene; escucho las voves en cámara lenta. Vienen los colegas, "orejas por oreja". Una persona dice una cosa, la dice la otra, y yo en el fondo solo escucho lo que mi canalización me puede decir; tomo el micrófono y eso es lo que digo. Estará bien, estará mal no se trata de eso, pero sí de entender cómo es la estructura, cómo son esas reglas implícitas que hay en una negociación. Entre más las maneje y mejor las conozca, mayor libertad voy a tener para poder navegar sobre esas estructuras. Así mismo lo dice la improvisación.


viernes, 19 de septiembre de 2025

Sobre la revolución. Del cuaderno rojo de las Australasias

2007

Prosiguiendo con lo planteado el día de ayer acerca de las revoluciones, los cambios y el amor, quiero dejar en claro otra cosita. La sola palabra "revolución", como la palabra "amor", son ideas y energías que se performan culturalmente. Hasta aquí no se ha dicho nada. Esto solo me ayuda a introducir la siguiente idea: ¿Cómo puede concebirse una revolución en estos tiempos? ¿Hasta qué punto las expresiones sensitivas como la música, la pintura, el baile y hasta la escritura pueden convertirse en una fuente de verdadero cambio? Voy a ir al baño, perdón, a la letrina, a pensar al respecto. Ya vuelvo.

Y me llegó la idea de que toda revolución se mueve entre un sentido de "los escogidos" y su opuesto, "los no escogidos". Una revolución es un fenómeno social diferenciado por una energía común que encuentra una suficiencia abstracta en la manera en que se expone ante la sociedad y una correspondiente restricción a que no todo el mundo puede entender y decidir sobre los destinos de la revolución. Estas distinciones son bastante importantes cuando la esencialización de conceptos como "Love Revolution" circula sobre la cabeza de muchos creadores quienes, como el escribiente, nos sentimos comprometidos hasta el sieso con una renaturalización de la vida.

Siempre que escribo es para mí importante imprimir la visión que 27 años de experiencia me dan sobre la vida. Si se revisa el tono de muchos de mis escritos, el leyente desprevenido pensará que soy un profeta o un fantoche. A la mierda. Pues la palabra la dirijo hacia unos objetivos que hasta ahora veo más claros que el agua:

1. Devolver a la naturaleza lo que se le ha quitado.

2. Despenalización del consumo de cualquier sustancia.

Todo lo que aquí quiero desarrollar es un cambio, un cambio dimensional en la vida de los hombres y las mujeres. Mis objetivos, ideas y apreciaciones son apenas sugerencias que me ayudan a darle curso a esto, porque si de algo estoy seguro es que no soy yo quien va a explicitar la receta de una revolución ni una persona que se infunde a sí mismo las profecías de miles de revolucionarios que han pasado por la tierra. Esto apenas se está haciendo y todos tenemos un papel en esta historia. De cada uno está seguir siempre con la misión que el universo le ha entregado.

Así, creo que una revolución es bonita vivirla, sufrirla y disfrutarla. Es algo así como un proceso personal de encuentros y tomas de posiciones, que se enlazan en un sabio y contradictorio curso. Los escenarios más revolucionarios y más amorosos pueden parecer a veces los más oscuros, estáticos y tristes. Un corazón libre de miedo debe ser entrenado para vencer al miedo. Debe ver la muerte, la desolación y la tristeza para que su vocación se fortalezca y salga disparado luego a entregar a la vida lo más honesto de sí mismo.

Las inspiraciones pueden pasar por mitos y leyendas que cuentan la vida de personajes que soportaron las guerras, el odio y la tristeza. Y antes de que eso les creara miedo y odio, salieron decididos a entregar su misión por una causa verdadera. Ayer me dijo Sage una cosa muy sabia cuando me contaba sus historias y aventuras alrededor del mundo. La experiencia de cada uno es la enseñanza. T. Sage sí que lo hace bien, sobre todo cuando cuenta su vida con el mejor humor y las mejores actuaciones.

sábado, 13 de septiembre de 2025

Menos corrección mas alegria

Lo que duele cuando, por alguna razón, somos objeto de la corrección, se llama orgullo? Posiblemente sí, pero eso no explica por qué duele. A veces el orgullo surge cuando sentimos que debemos tomar una decisión. Mark Jane, profesor de improvisación, decía que para tomar una decisión algo tiene que morir: una idea, un proyecto, un plan, una esperanza. Solo en ese momento llega el poder y el poder decide. Pues bien, ayer mi orgullo me dijo que algo tenía que morir. Que no valía mucho la pena gastarle tiempo a ponerse en bandeja para ser presa de la corrección discursiva, representando a uno u otro. Eso siento que es perder el tiempo. El tiempo que me queda lo quiero vivir de otra manera. Quiero únicamente vibrar en espacios donde el sonido mortuorio de la corrección política espiritual no suene para mí. Esos lugares deben ser alegres, deben ser edificantes del espíritu y transmitir energía positiva.

Cuando recibí los comentarios de un artículo sobre juegos y métodos performativos, el revisor escribió sobre cómo la alegría contribuye de alguna manera a afianzar la confianza y el respeto. La alegría puede constituirse en una manera genuina para dinamizar un proceso de investigación participativa. La alegría no siempre está riendo; también reflexiona, instruye, acompaña, consuela, y si corrige, lo hace pero sin que el corregido se dé cuenta de ello. El show de decirle a los otros cómo son las cosas, así sea en una negociación, no puede ser a costa del vanaglorismo vanidoso, de ser fino en la palabra displicente.

Ahora, para este escribiente que es muy sensible, estas cosas son importantes no para tratar de cambiar esos espacios, sino para no volver a estos. Buscar los que son propios de lo que quiero que suceda. Y quiero a la alegría como vehículo que me lleve por la vida.



lunes, 1 de septiembre de 2025

Las redes sociales

 De cuando en cuando reflexiono sobre lo que somos o queremos ser en las redes sociales. Cada red social parece tener su propia identidad. LinkedIn es seria; se proyecta profesionalismo, constancia, innovación y aquellos aspectos propios de la predecibilidad y la respetabilidad. No es tan dada al debate, sino al intercambio de ideas y experiencias.

Para lo último está Facebook, con sus funciones de grupos que permiten básicamente mezclarse sin pudor. También es familiar; aparecen los hijos, los amigos, paseos y múltiples reposteos inútiles. Es definitivamente la red social por excelencia de quienes no nacimos con redes sociales ni con internet. Por eso es más libre y menos formateada, porque quienes la usan muchas veces solo reaccionan en ella según sus instintos violentos, espirituales, intelectuales o como sea.

Por otro lado, está Instagram, la red social por excelencia de quienes sí nacieron con internet. Es más glamurosa; las fotos que se comparten son bonitas, bien tomadas y escogidas. Es la red social por excelencia del "estoy buena", con cinco fotos seguidas en poca ropa, elegancia y atrevimiento, que todas llevan al mismo punto: estoy buena. Instagram es visual, de poco texto, no muy intelectual, más premeditada.

De las otras no escribo porque no las conozco, y ojalá no me lleguen, porque con estas tres tengo tiempo suficiente para perder el tiempo.

martes, 29 de julio de 2025

Tiempo para respirar

En las postrimerías del partido, en pleno artilugio de la vida. La creación mas absurda, a la que nadie entiende y esta por todo lado, la que administra las ficciones, delinea las maneras de decir, y legitima la locura. Me refiero aqui a esa cosa llamada burocracia, de la cual este escribiente por corto tiempo vino a formar. Son cosas solo aptas para necios y desprecios. Escuchar listas de mercado, deudas impagables, correcciones ministeriales, y que no falte el tinto de oficina. Para donde irá todo esto no lo se, pero al menos excusa para escribir estupideces si me da y porque no decirlo, ha sido la oportunidad de morir, de dejar ir ese algo que por supuesto permita renacer. Porque solo a eso yo no me dedico. Tambien soy diplomadista, estudiante eterno pronto a graduarse adivinen de que, ya les digo por supuesto, de algo tan letal como la improvisación teatral. De la cordura a la locura, del si doctor a la estructura de la historia universal. Aqui no hay tiempo que esperar, que sea todo esto un motivo para respirar. 

domingo, 22 de junio de 2025

Adios Daniel


Cuando nos 'graduamos'?

Nadie lo sabe.

Se ha ido el primero

Se fue Daniel

A visitar a su abuelo,

A preparar la llegada.


Fue de repente

Fue arrebatado

Cumplio su misión 

Dejó su legado

Te extrañaremos Daniel

Buen retorno también.


lunes, 27 de enero de 2025

El emperador de las bravuconadas

Putin divide a Europa y a Estados Unidos, y avanza en sus propósitos cooptando a los políticos y valiéndose de ambigüedades. Toneladas de cocaína y fentanilo entran en Estados Unidos, provocando más adicción y acabando con la vida de los jóvenes. Un genocidio en Gaza a cargo de Israel. Maduro y Ortega siguen atornillados en el poder, ni hablar de Cuba. Y Trump demuestra toda su furia para salvar a su país de la invasión de los que cortan el césped, lavan los platos, venden porros en la calle o roban una Snickers en el supermercado. El macho es aplaudido; el león que aplasta a las moscas «ferozmente» pasará a la historia como el emperador de las bravuconadas, mientras vemos cómo los valores del totalitarismo crecen por el mundo y nadie hace nada porque, cada vez más, el poder será totalitario o no será.