Ambilazo y DMT para conjurar la palabra.

Los destinos del misionismo destineologico no pueden morir, no deben creerse la distancia, ni la falta de comunicación, porque si somos condescendientes con aquellas cosas aprendidas en el camino de la vida, la transmisión de ondas vía glándula pituitaria son mas fuertes que cualquier otra cosa, y en ese juego, donde se configuran los hilos del pragma que vemos y sentimos, en algún momento le abre su espacio y suaz que sucede lo sucedido y lo destinado a ser desde que todo fue no mas que contado.  Y como un ambilazo se cuece sobre la lengua, o como un DMT torna todo de colores y figuras misteriosas, o la coca acicala el cerebro, haciéndolo dulce y despierto, así mismo, así será, que cuando todo se vuelva a dar y así mismo Los Mozzarella contaran con una vigésimo oportunidad mas sobre la tierra, para dar alegría a los deprimidos y algo que pensar a quienes se aburren sin pensar, en fin, cualquiera se a el motivo, el tiempo o la forma, se requiere ser reflexivo y plantear el panorama como lo hacen los caballeros destinientes de palabra, solo así puede ser nuevamente, bajo una misión que no raye de materialista pero tampoco raye de espiritista, en fin, vengase, venido lo acaecido, que ya paso y seguimos vivos, por lo menos ahora, mientras conjuro estas palabras en el sieso de mi pituitaria, para que viaje allá al caribe y lleve el mensaje al willi Lozano, que algún día, más pronto que tarde, si Dios nos permite estaremos mozzareleando de lo lindo, órale que si, y que además debe estar bien Chido.