En algún cuento se viene esto
escribiendo, en alguna línea saltando, y en otra no mas que aconteciendo. Cuando
las cosas se conjuran y de repente se han de suceder, es cuando la luz se apaga
y se abre el telón apareciendo solo ante el escenario, mirando fijamente a cada
uno de los personajes, sin público no hay función. Pero a que iba eso, no sé, a
pues bueno, rueda la bola, y comienza la
jugada, pasecito acá, pasecito allá, ojo con el delantero que se le vuela, achíquele el espacio, suéltela, manéjela, tranquilo, y
todo eso, si, así es y se vienen entonces los quiebres de escena, las pasaditas
de saliva, y un extraño sentimiento de melancolía por haber olvidado lo que se
estaba pensando, pero en fin, recoge la mochila y sale del partido, no pasa
nada corriendo detrás de un balón, entrando en una red, no le gusta, no,…. algo
diferente debe de probar su curiosidad, insaciable y satisfecha al mismo
tiempo.
Metiéndose en la escena propia
de la conjuración, resucitando de la tumba, y jugando con valentía y decisión
cuando ha de ser el menester, que si la tocan por acá, o hacen cuquita, o
sacadita de taquito, qué más da, si correr detrás del balón con esmero y
dedicación algún día traerá el balón, la esfera perfecta del encuentro en el
centro, en el corazón del humilde aspirante, al que da como 500 veces cuando le
pidan por 200 veces, asi tan solo llegue a 50 veces, que importa, si se es
honesto en el intento, vale. Pero la cosa no se puede quedar ahí, o acaso, a
quien le gusta correr detrás de algo sin saber ni siquiera porque lo hace, como
si fuese lo único, o más divertido que haya pa’ hacer?, a las afueras de la
cancha, un universo se le abre, un enrejado de personas conectadas. Cada quien está
en su película, quien sabe cómo descifrar eso tan complejo, y ahora la
melancolía no se da por el pensamiento, sino por el recuerdo, de imaginar quien
es, o que no, quien fue, quienes fue…, mira para atrás y se acuerda del aquel
valeroso refrán, que dice no mirar hacia atrás porque supuestamente trae cosas
malas, afortunadamente solo fue para despedirse, y no salirse con orgullo, sin
pensar en sus compañeros de equipo, para todos buenas vibraciones, buenos
augurios.
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