El mismo que llamé.

Te sentí llegar pero aun no te reconocía, crei eras otro mensajero pero eres el mismo que llamé, el que me escogió a mi y a paulis, eres mi hijo, soy tu padre, paulis es tu madre, tu que aun estas en un lugar de la conciencia que no puedo saber, tan solo sentir, y que sabes esto que estoy pensando, lo torpe o nervioso que pueda parecer, gracias por escogernos, gracias por venir, cualquiera sea tu camino se que traes enseñanzas para nosotros, se que eres una manifestación de Dios, un regalo, una estrella de sabiduría, del Arbol de la Vida, ese mismo que eres tu, y del que somos parte, y que nada nos puede desprender de sus ramas, ni de sus frutos, porque estamos hechos de Amor, la vida nos ha sido dada, por el mismo Creador, nos ha sido entregada para una realización, para dar aun sin recibir, para amar, aun sin ser amados, para perdonar aun sin ser pedonados, eso es algo que venimos a aprender a este mundo y eso es lo que quiero que aprendamos juntos, tu, paulis y yo, porque eso es lo esencial de la vida. No quiero perder el tiempo pensando a quien te parecerás, que comida prefieres, cuáles son tus gustos, ni mucho menos contaminarte con las cosas del mundo, porque eso no es menester, la esencia es lo importante, y ojala Dios me dé la valentía y el cariño para enseñarte lo maravilloso que es la vida, a ver el amor aun en medio del horror, a ser feliz aun teniendo que llorar. Donde estas ahora estas palabras no sé si sirven, pues tú lo sabes mejor que yo y aun no has visto con tus ojos físicos, ni te han puesto un velo en el alma, mas aun eres puro, y te estas preparando para venir al mundo, ahí estaré para ti, para tomarte de la mano y caminar juntos, para jugar futbol (si te gusta) o lo que quieras, con la jirafa de Chiapas que te consiguió paulis, o podemos bailar canciones de Los Chifloretos, o viajar a lugares fantásticos, conocer los misterios de la naturaleza, deleitarnos con esta corta vida, con esta misión divina que nos da Dios y que juntos vamos a realizar.