Dícese que la imaginación y el sueño anteceden a la
realidad, que cuando nos aventuramos sin miedo a eso de la imaginería muchas
cosas bonitas se deben proyectar. Pero debe haber un límite entre lo que se
sueña con voluntad o lo que simplemente se desea sin justificación, o más bien
recordando las palabras de Pabel, se trata de saber porque se hace y cree cada
cosa que se media desde el momento de la creación hasta la realización. Y esto
debe ser asi, porque el solo hecho de crear no nos dice nada sobre que crear,
el libre albedrio escoge de que tipo de inspiraciones se vale para llamar a la
visión y dibujarla en el lienzo de la vida de cada quien. Un día como hoy,
cuando las actividades no se ven muy claras, y las acciones limitadas ante lo
que es un proyecto de ensoñaciones entonces me sumerjo en los tipeos que
delinean y escudriñan, a que espíritu evocar, siendo Dios el protector, para
que venga y comunique cual es el paso que se ha de dar. Quizá pueda salir a la
calle, a realizar un trabajo con una encuesta y un papel, hablar con la gente
de esto y de lo otro, sin parar a pensar, sin detenernos a escudriñar, pero hoy
se ha elegido este camino, el que comienza con un rayo azul desde kether y
termina en malkuth, para enraizar el propósito y entregarlo a la voluntad del
Creador. En un lugar llamado Tarapacá un remolino de luces trae la tormenta y
la inundación, pero antes de ser luz primero es la oscuridad, el Abyss. La
fecundación de los arquetipos penetra cada agujero negro de oscuridad, con
tanta fuerza que este no aguanta y estalla en un millar de luces, esto esta
sucediendo en Tarapaca, donde las personas que lo habitan toman de este rayo y
lo forman en su interior, absorbiendo el arco iris, el pliego de luces y toda
su imaginación, un pensamiento les llega y tiene que ver con los productos de
su chagra, con las artesanías, con su ingenio, con su creación. Ya el rayo esta
esparcido y viaja locamente por las huestes de Chokmah, aprende la
misericordia, pero aún debe saber de severidad, entonces pasa por Binah, llega
el primer llamado a la integridad, a la formación, asumiendo que su ingenio es
valioso y vale la pena cristalizarlo en un lugar que se ha de llamar Mercado Indígena
de Tarapacá. Ya con la idea en esta fase, pasamos derechito donde Gevulah, la diplomacia
actúa, que se quiere y como se quiere, al tener todos estas cosas, hay que
defenderse de quienes nos quieran destruir, por eso vamos a Geburah. Luego lo más
importante, ya que se tiene el consentimiento y la defensa puesta, la
proyección, dejar que desde el Sol se haga Oro, y se sepa porque somos
alquimistas y usamos la sal. En typhareth, es el centro de Ruach, la
plasticidad de la visión, la ruta que empieza a encontrar la concreción. El
mercado indígena ya esta soñado, charlado y concertado, pero aun no segura su
manifestación sino se trabaja la victoria y la gloria, por eso paso por la casa
de Netzach, y luego de Hod, para que nos enseñen para qué sirve el
conocimiento, la sabiduría y el resplandor. Listos a poner la primera tabla, se
erigen las malokas, se levantan los estantes, se tiene un bello y armonizado
lugar, para que todos puedan venir y recordar, que tenemos una raíz, seamos
quienes seamos, venimos de las estrellas, de Adam y de Eva. El encuentro final
lo hacen las personas que se animan a ocupar y vender en aquel lugar, su
comida, sus productos, su pescado, su carne, su fariña, artesanías y otras
cosas en Malkuth, y aun siendo alquimistas, recordamos el agua, la tierra, el
fuego y el aire, para que del soplo divino se haga vida y este proyecto de la
Feria , el mercado indígena, salga derechito, al marco y gol.
martes, 23 de junio de 2015
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