Para
ver
Solo
necesito ser
Solo
el sol tener.
Donde fuiste la otra vez, cuando sentado por la
noche te busqué, fuiste tu quién sopló en mi frente, y me dijo esa tarde
que iba a ser papá. Tocaste mi corazón y me lo hiciste ver, la vida es el
misterio que llena el espíritu de gozo. Por las noches me visitas, de día me
acompañas, y en mi pensamiento eres desde siempre y por siempre. Como un rayo
de luz entras por donde el espíritu se posa y deja el tabaco quieto, mostrando
que ahí está, está en su lugar, y a pesar de no saber para dónde va, sigue ahí
para descubrirlo, viajar con El, para darme cuenta que este cuerpo no es toda
la vida y cuando muera seguiré vivo a través del espíritu, quizá viajando, o
volveré a ese otro lugar del cual no me puedo acordar, y que visité antes de
venir acá y convertirme en lo que soy. De esa manera tú me hablaste, creación
de Paula y mía, te pegaste en el hombro y me tocaste a la cara, para aclararme
que los hijos y las hijas no son de nadie más que de ellos mismos, del Espíritu
que los creó, pues ellos y ellas deciden venir a este mundo, y encarnarse para
experimentar el Amor. Ahora que estás en
la barriguita de Paulis me comunico contigo, para que me aceptes como soy y
para que nos aceptes como somos, para darte buen consejo y cobijarte con
cariño, estar a tu lado en los momentos buenos y malos, para que sea yo una
persona digna de ser tu protector, tu padre, un ejemplo que tu no
necesariamente seguirás, pero si seguro tendrás muy en cuenta para muchas de
tus decisiones. Te esperamos bendición de Dios, con emoción y decisión de que
nuestro hogar es bendecido y que Dios nos enseñará su amor, a través de esta
experiencia, una familia.
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