miércoles, 5 de octubre de 2016

Un Conjuro de Paz

Déjeme a ver si me entiendo, mientras me debato entre el estupor de un quién que abre y lee noticias, como quien ve novelas, o le gusta ir a la Iglesia para que le digan lo que debe hacer y pensar, asi mismos es la problema que dijo el paisano, que he sucumbido a ese inentendible deseo humano de la alienación, la lectura de noticias por internet, una enfermedad que me ha devorado. Quien este libre de pecado que tire la primera piedra, pero eso no es lo importante, porque aquí no se vino a escoger el echarse la culpa por intransigentes, eso aplica a quien escribe estas letras y bueno a lo que creo que será esa historia común como colmbian@s, no seamos torombolos que sabemos que lo que se trata es de vivir feliz, y poder abrazarnos nuevamente con quien tuvimos diferencias de opinión o credo, los intransigentismos no son necesarios, de lo contrario la película se termina convirtiendo en algo predecible, y no somos naturales.

A quienes en este momento se sientan a hablar sobre el proceso de Paz en Colombia les quiero decir que no pueden ustedes privar a un país entero por sus diferencias personales, sean responsables, seámoslo con nosotros mismos, una voz interior, en este momento política, porque en parte me duele que tengamos una oportunidad de celebrar la fiesta todos y de repente la testarudez pudo más, tengo 35 años, y un hijo llamado Tomás, que la fiesta se ponga mejor, mas feliz, como hermanos, aprovechemos, Dios Todopoderoso te encomiendo este cuento que se llama Colombia.

Porque a veces se siente asi, como un guayabo terciario, como ese que sucedió después de que Higuita se la dejó quitar de Roger Milla, o como cuando nos enteramos que mataron a Andres Escobar, son historias que compartimos y todos las conocemos, algo significan en nuestro imaginario como sociedad, sea lo que sea muchas cosas compartimos, y entre esas está ser socios en un territorio. Creo que tenemos mas motivos para no ser violentos que para serlos, y así no parezca yo siento que somos una mejor sociedad que la de décadas pasadas, algo podemos hacer bien juntos, creámonoslo, es verdad, para quien así lo escoge. 

De las cosas mas difíciles de hacer diariamente es agradecer a la vida, que todo es bendiciones, cada momento es una chimba, se vive bacano, tiene un significado profundo, y no se que mas decir para que desde aquí se escuche este grito por la libertad, para enviar energía a esos puntos donde están los personajes que protagonizan esa historia, seré yo parte de ella? No del todo, si en parte, porque he vivido el rostro de la guerra a pesar que me considero una persona protegida por el mismisimo Moo Buinaima. 

Ojala esto tenga un desenlace de tipo Woody Allan donde en la reunión entre el equipo integrante del Gobierno y la oposición descubren que todos han tenido amores entre ellos, que se han fumado uno que otro porrito, y han tomado buenos whiskisitos, todos son hombres de negocios, a los cuales les pagamos por administrar un Estado que garantice los derechos fundamentales sin salvedad, en un territorio que llamamos Colombia. Un Estado que garantice el monopolio y uso legitimo de la fuerza, nadie más tiene porque tener armas en este país mas que las instituciones públicas que se encargan de ello como La policía y el Ejercito, esas personas no deben ser unos fusileros y ya, hechos para matar, sino una importante fuerza productiva del país, mediante la vinculación de militares a programas sociales, productivos, empresariales, tecnológicos, agroecológicos. Un Ejército capaz de desplegar impresionantes operativos para ir a reforestar el Valle de Ubaté por ejemplo, o para promover cadenas de valor para mypimes como ya sucede en Tarapacá, gracia sa la Fuerza Aérea.

Un sueño? quizá para quien le da miedo vivirlo, pero una realidad para quien lo vive, el momento de cesar todo tipo de violencia. Problemas van a haber, por supuesto, pero hay que explorar otras vías, el Taekwondo por ejemplo, la reunión de esta hora entre los tres expresidentes electos en los últimos 18 años debería ser un ring de Judo, de Boxeo, unos puñitos no les vendría mal para que se desahoguen, pero no nos matemos por favor, que en el corazón vibren energías luminosas, capaces de activar a los Colombian@s hacia el disfrute de la vida y la realización personal.   Ese es mi último anhelo, digan que si, a algo que todos quedemos satisfechos, en Paz, o al menos un poquito mas en paz, aprendiéndolo, buscándolo, es personal definitivamente, pero se realiza en común, únicamente eso común puede definir lo que es la Paz en Tod@s.