domingo, 5 de noviembre de 2017

De la Amazonia a la Alemania!

Lo siento venir, el cosquilleo en el cuerpo, las canciones de Scorpions, y someday is now. Allanando el camino que no vemos hasta que lo recorremos, con el pensamiento tranquilo y sin mucha excitación, así se viene, así ruge, la llegada al país del Águila. Alemania, aquí vamos, con el permiso de quien lo da, allá llegaremos, con Paulis y Tomás, a vivir una nueva fase de la vida, una aventura que como toda aventura no se puede prever, y la sorpresa será el pan de cada día, hasta el idioma, que no lo entiendo. Pero aquí vamos, recordando a mi "estirpe" alemana, mis padres sociológicos, mi familia alemana, las vergonzosas admiraciones del pasado. I can feel it, I am stronger, push it to the limit when the bleed get ready.


Suelto el pecho, desato el corazón, no viene a la cabeza más que ideas simples que no se quieren concretar, que es lo simple, que es la idea, me pierdo en pensamientos que se enredan unos con otros, y ya no recuerdo lo que dije, lo que pensé, lo que propuse, parece como si la vida solo pasara sin que yo la moviera, pero si lo hago, allano el camino, alejo los obstáculos, los salto, y si caigo me levanto, ese es el camino, esa es la actitud, desatar las cosas del corazón y terminar las tareas con lujo de detalles, para que queden bien, que aporten, y su palabra sea parte del conjuro que se cierne sobre estas tierras, y el istmo que nos llevará hasta Alemania, donde los espíritus de la selva me acompañaran a encontrar el camino que permita revertir una adopción que me ha tomado como suyo, a la selva amazónica y sus gentes. 

Cambiar de nombre

Mientras navego por las aguas del origen, por lugares estrechos y calientes, hechos para descansar, para el placer, mientras abro los sentidos a lo que realmente está pasando, escribo letras que digan cualquier cosa, tratando de hacer valioso el tiempo, escapando a las cosas que roban la libertad, a la voluntad hipersensible de seguir el color, de verlo una y otra vez, en estímulos que se pierden. Corro, no veo para atrás, nadie me persigue, veo hacia adelante y su sombra me estremece, es como la mía, se mueve cuando me muevo, pero lo hace diferente, no es una copia de mi cuerpo, mueve las piernas, los brazos, toma el cielo con sus manos y se quiere quedar con él. Dejo que me atrape el color de esta mañana, el calor que empieza a llegar, el amor que me trae pensar en Paulis y en Tomás, que más da, si cuando nada se quiere hacer, nada hay que hacer, o hacerlo todo, lo que es lo mismo, eso es interesante, pero no dejar que las horas se vayan sin pena ni gloria, aunque nada garantice que esto sea la pena ni la gloria. Veo a mi horizonte y hay unas cosas por hacer, organizar un viaje, arreglar un informe, transcribir horas y horas de las mismas cosas, hablar con uno, con el otro, porque estoy aquí, que hago en esta silla, si realmente me inspira mas esto que lo otro, será tiempo de tomar medidas, espichar el botón que dice expulsar, y salir disparado, de este lugar, de esta oficina, de esta conciencia, de estas convenciones, de lo que leo y soy en el vida, cambiar de cuerpo, llamarme de otra forma.

Micro historias que se cierran

Micro historias, pequeños reflejos y luces blancas que salen de las bocas, pasan los días, terminan las noches, llega el almuerzo y aun se siente como que lo que termina aun no ha concluido... y que la vida, como la historia, se cuenta antes que suceda. Vi una cara blanca sobre la figura de otro rostro, y vi que la vida no era conmigo y así mismo fui excluido, tuve que escapar y recorrí lugares donde poco o nada sucedía, antepuse la arrogancia y no recogí nada, tan solo unos recuerdos de historias que no fueron, de amores en silencio y recuerdos que no salen de la cabeza, así se cierra la micro historia, así son las puntadas de una lana que se estira, reparte y multiplica cuando baja de la torre. Recojo cada una de sus puntadas, deshago la bufanda y vuelvo al punto, al volador que me devuelve a la casa, al rizoma que con tanto cariño quedó sembrado en Cerca Viva, no sé qué pasará, si volveré un día, o me quede escribiendo textos tibios sin ningún compromiso, sin ningún miedo.

La tecla conjugativa

La mano levita y busca el tacto, encontrar la energía y sentir el fluido, para que se lleve los dedos a la tecla conjugativa, para que salga de todo algo, para que la mente no pare y piense, que todo sea como un tren desbocado que no repite las canciones, y no para, hasta que encuentre un abismo o una pared.

Rezolver

‘Rezolver’, parecido de pronto a revolver, de pistola y de mezclar todo con una paila en una olla llena de algo espeso, puede ser una sopa, o una caguana, el hecho es que las cosas que se dicen deben ser humanas, eso está por encima de cualquier escritura de pose, y hay que sacar las cosas tal como las siento, sin escatimar en cuestiones de método y esas vainas, lo que se sabe se sabe y lo que no no, está bien, con lo que se pueda se le hace. Rezo-l-ver, ‘rezo’ y ‘ver’, rezo en lo mas profundo, donde me equivoque, cuando caiga en pensar el mal para otro, eso es humano, yo soy humano, y así mismo reconozco que cuando eso pasa lo que maldice se debe transformar en su totalmente opuesto y es amar, bendecir, pido perdón. Ver, porque siento la reconciliación del corazón y me acepto en lo que soy, tomo la vida con calma y mágicamente el trabajo se convierte en arte y abracadabra que se hacen las misiones a cabalidad. Esa es la idea, si, es hacer la tesis, pero no es hacer cualquier cosa, una forma de ver las cosas que posa de que es lo que es porque me las doy que se, sino que sea real, sencillo y bonito. La belleza, no olvidar la belleza no solo en la lírica sino en el método, que se sienta natural y lo único natural que puedo contar es lo que me pasa. Eso es lo que debo contar, porque llegué a eso, cual es mi estrategia, porque hago un posicionamiento de base, localizado, un lugar donde se vive en la narrativa de ASOTIMATA, importante asociación de Tarapacá, gestora de la hermenéutica vibratoria de las epistemologías del sur, mambeadores y yerbateros, eso es importante contarlo, que en Tarapacá una de las actividades que amenizan las noches es la hojita de limón de las buenas noches, bajo los grillos de la selva, las garzas y guacamayas del aire, buenas tertulias, grandes amigos, búsquedas de la vida y aprendizajes mutuos, historias que marcan caminos y aunque a veces parezcan estáticas, lo mas importante es que son duraderas y divertidas. No faltan los problemas, pero entre los mismos que se causan los problemas así mismo encuentran su solución y lo superan. Tengo que escribir, contestar un examen, la primera pregunta parece fácil pero no lo es tanto, o no sé si es que me enfrasco mucho en que es, pensando y pensando, cuando lo único que debo es dejar correr el ingenio, ser precisos a la hora de trabajar. Voy a trabajar, trabajar el arte, moldearlo, encontrarle el respeto y el riesgo.