miércoles, 23 de julio de 2014

El fútbol.


Hace poco estaba chateando con mi papá, me comentó como van sus negocios, que las empanadas le quedaron deliciosas, que la tia Mary estaba malita y que mi hermano se fue de viaje y se va a casar. Después de todo eso me preguntó si había escuchado algo del jugador de fútbol Dairo Moreno quien fue transferido a un equipo de Tijuana. Dairo, como le decimos cariñosamente, es un brillantísimo delantero de Millonarios, goleador del torneo pasado e implacable olfato, zurda magistral y un caballero. Pero Dairo, no es mas que una palabra referente a algo más, a un universo que siempre circula entre los dos: el fútbol.
Es realmente estremecedor todo lo que me produce intercambiar con mi papa palabras de fútbol. Una extraña conmoción acompañada de gemidos absurdistas y maromas maniobristicas internas, un terror que debo enfrentar porque descubre lo poco que nos conocemos. Esa es la parte triste….. La buena es que si no existiera el fútbol no sabría cómo mas hacer feliz a mi papa. El fútbol es un intermediario, un primo de la familia, alguien conocidísimo, intimo, del cual tenemos que hablar… quien sabe pa que… si el fútbol es un negocio que mueve millones y millones de dólares para muy pocos. Y que los que si somos millones solo tenemos al fútbol como un objeto de consumo…se aparece hasta en la sopa, quiere gobernar hasta quien tiene derecho a vender elotes afuera de un estadio.
Muchas historias se pueden contar: Mi hermano una vez obtuvo un puesto de trabajo en una tienda de video en Londres gracias a que conocía algo de historia general del Manchester United. En el colegio ninguna niña se me arrimaba porque sentían en mí una desviada pulsión sexual por el fútbol. Mi función favorita dentro de un equipo de fútbol nunca fue jugar sino crear estrategias para enfrentar al rival…me gustaba el 3-5-2 con dos punteros de media cancha hacia arriba.
Soy un mal jugador de fútbol…cualquier delantero soñaría por enfrentarse contra un defensa como yo, se deleitaría con túneles, cabriolas, chalacas, media boleas, mamolas o cualquier otra figuriña…con un 99.9% de probabilidad de éxito… yo debo conformarme con un gran 0.1%, suficiente para creer que puedo detenerlo y hacer un pase coherente a mi compañero…o generar una jugada de peligro. El fútbol es una mata de frustraciones y enseñanzas profundas.
Son palabras solemnes.  Pero me quiero es disfrutar lo trascendental de algo tan elemental y estúpido como el fútbol. Manifestación artística, aparición fantasmagórica, cabala mística o simplemente una ideología de bárbaros sin mente, de esos que creemos que son los hinchas que van a un estadio….cualquier cosa es posible.
Primera axioma: El fútbol es una locución.
-Si señores espectacular juego el que nos trae hoy el Egol Cocacol en el Estadio Bicenenario Giordanno Voltieri…
-...y no es para menos Wilmar si tenemos a dos colosos de la historia del fútbol, clásico de clásicos: Chicken Futbol Club contra Las Ñañas Gonofotsiafotsias, el pronóstico es reservado compañero..
-Arranca el partido y estoy aquí narrándoles futbol una de las dos cosas que mas me gustan hacer en la vida.
Segundo Axioma: es para jugarlo.
Bien Andy, eso,... desmárquese por la punta derecha, métala al centro…. de cabeza….eso gooolaazo.
Tercer axioma: es una amenaza:
Referee, referee de la cancha no salís!
Cuarto axioma: Es teatro:
Driblar como aquel “Yovani” que sacaba de túneles a todos, para terminar con una caída simulada
Quinto axioma: Es literatura.
Un man leyendo un libro, lo termina, lo cierra y dice “que partidazo”.
Sexto axioma: es todo y nada.
Sin comentarios.

You re right Mr. David Graeber.

Si no me confundo, aunque seguramente si lo hago, para Graeber el problema moral del capitalismo está en que se nos ha enseñado, y estamos creyendo, que es natural, ha sido y será por siempre. Se tiende a equiparar al capitalismo como sinónimo de superación, de competir, de ley científica, de evolución, convirtiéndolo en una especie de dios o demonio, fuente de admiración y temor, mas alla de lo humano y que por eso es bobada resistir. Nos hemos creído muchos cuentos que nos dicen sobre sus orígenes históricos, que  es un producto netamente de occidente cuando no lo es ni lo ha sido.  Siento que Graeber trata de recordarnos que la historia es la historia de todos, y todos tomamos parte en ella, por explotados o explotadores, por privilegiados o reducidos.
El capitalismo se puede imaginar como un ataque de pistoleros del lejano Oeste, esta imagen contiene los elementos que explican la actitud capitalista: un propósito como ganar honor o dinero, un arma y una aventura. El problema del capitalismo es un asunto moral, no si es natural o no, o si se cuestiona su eficiencia como solucionador de las necesidades humanas. 
Cuando llegaron los caucheros a la amazonia lo hicieron de manera violenta, pero también llegaron con cosas, objetos, valores de uso, por medio de los cuales engancharon a los indígenas para convertirlos en sus deudores, luego en sus trabajadores, y en sus esclavos. Para Graeber, el origen del dinero está donde hay personas arrancadas de sus contextos,  detrás siempre hay alguien con un arma, un objetivo y algo de valor consigo, sea en su mente o en su bolsa,  lo importante es que todos crean que efectivamente está ahí.
Una actitud capitalista no es la única que nos gusta actuar, también somos románticos, seductores, violentos, encantadores, amados, odiados, de cualquier manera que pueda esto entenderse…entonces Graeber, buen parcero mío, pone la mula de una manera apasionante en ese puntito en que de repente el capitalismo aparece como el único dueño de la creatividad, de la imaginación, de la industria, de la transformación. You re right Mr. David Graeber.
Graeber también demuestra cuan ignorantes pueden ser aquellos que no ven el dinero como un asunto de fantasmas y apariciones de repente, de presdigitadores y de magos capaces de hacer creer que esta ahí, aunque no se sepa dónde. La reproducción del capital es una historia con muchos matices dibujada por colores diferentes.
Para Graeber el amor es una manera de hacer las cosas nicely and clean, el amor que se reproduce por medio del apoyo incondicional crea esas burbujas, esos pequeños comunismos que pueden llegar a gobernar el mundo y a ponerlo en pocas manos, generando esas burbujas de dinero especulativo, asi como las de jabón que en algún momento se revientan. Las burbujas de dinero especulativo son las que renacen y mueren en el juego de la economía global, con dineros que aparecen y desaparecen, como jugando a los espiritistas, quienes nos hacen ver ilusiones con imágenes, sonidos y movimiento a la vez.
El libro de Graeber estuvo padrísimo, me lo disfruté mucho porque echa el cuento de una manera sencilla y comprensible, nos permite a nosotros los desecuacionados de la mente entender las cosas en las dimensiones de la humanidad, en sus productos como conjunto, con la mismita responsabilidad de todos, sin que nadie venga a hacer distinciones de que no todos y todas somos humanos y humanas. Si no es asi, no nos queda otro remedio que vernos como una manada de gandayas.  ¿Que tal si nos enseñamos a otra cosa y nos hacernos pasito?
Y es aquí cuando me pongo en los zapatos de quienes juegan y juegan en el mundo financiero, de esos presdigitadores alquimistas de la actualidad conocedores de la economicología, como hacer para que se pongan al servicio de otro tipo de sistemas. Ya estoy escribiendo como mamerto evidentemente, repitiendo palabras sin saber.
Viene cayendo viene bajando, también se puede salir y tomar el solesillo para luego volver a este nuevo capítulo de Charlas con Pacheca.