lunes, 1 de mayo de 2017

Partidito mambeado

En las postrimerías del partido, cuando el arbitro ha pitado, el resultado ha quedado sentenciado, 1-1, 2-1, 0-0, o cualquier otro marcador, ya no hay nada que hacer, solo seguir trabajando, como dice el futbolista, continuar y pensar en el próximo partido. Y el próximo partido es ahora, ya estoy jugando, ya lo estoy escribiendo, me está contando como parte de su historia, actuando, decidiendo, riendo, caminando en el destino, feliz y contento, a pesar del marcador, gane pierda o empate, el partido realmente no ha terminado, cuando termina entonces?


En el principio y en el fin, en el eterno y grácil bucle, en la ecuación de la entropía, la materia cambia, nosotros cambiamos, los jugadores también y ahora parece que el partido nuevamente ha comenzado. Desde la defensa se ve la figura del equipo, la estrategia planteada y a cada quien hacer lo que puede por ella, tirito, pasecito, patadita y autogol, todo es parte del momento, todo está en las posibilidades del partido, por eso me escribo, por eso me mamoleo, me hago cuquita y sacaditas por aquí y por allá, me enfrento a mí mismo, a mi ego, al que juega, al que quiere hacerme ver que no agarro una, al que me quiere ver destruido, al que me quiere alabar, al que me quiere ganar, o llevarme a la cima, quien quiera que seas, te respeto por tu juego, porque me enseñas en extremos, y en contradicciones te entiendo, no puede ser de otra forma, sino en binarios, que pasado por la entropía desatan lo complicado, asi se torna la cosa, asi se siente ahora… no resultan muchas claridades en el partido que me echo, no se quiénes son los aliados, los enemigos, los que piensan bonito y los que no lo hacen, Nimaira, Nimaira, ya tendremos nuestro rato, ya tendremos la pregunta, y estar listo a la escritura, para ver el horizonte y llamar sabiduría, mambear este partidito, tomarla con cautela y con el trabajo que nosotros los que estamos en este cuento del trabajito, pues tenemos que hacer, de lo contrario, que otra cosa tenemos que hacer? 

Paisajear los sentidos

La energía se revuelca y se conjuran los espíritus de manera sorpresiva, haciendo el de la historia un paisajear por los diferentes sentidos de la vida, por las identidades fragmentadas, por los pedacitos de historia, mirado en minucia, en la mirada que se aleja, en los truenos que suenan, en las memorias que se olvidan, las que pasan, y se las lleva el viento, los años, le va pasando eso que se llama tiempo, y se envejece y muere como materia mientras renace en otra frecuencia, traspasa una frontera que se lleva a la sabiduría y otra cosa que se sucede, de pronto es la playa de Byron Bay, las playas de Providencia, las lagunas lacandonas, la nostalgia del pacifico o la alegría de la caribeñidad, sea donde sea, vengase como se venga, pues se ha venido y se ha hecho lo facerido. Tiene mucho gusto esto que se escribe, la escritura es mas que todo un transcurrir que no necesariamente cuenta el movimiento del espacio y el tiempo, que no es parte de la historia, sino la cuenta, esas voces omniscientes que llevamos adentro, las que tratan de dictar la verdad de las cosas, las ideas fijas. 

Frívolo escribiente, se llena de lo transparente, y concentra, es por aquí y por allá. Rompo el estigma me sacudo con fuerza, retorno a las ideas, a la creatividad hacedora, al estímulo y la intuición de que las cosas pues por algún lado si son lo que creemos de ellas, y esa es precisamente la obra de la vida, llevarla a cabo, no se puede tener una mente derrotista, creer que todo se ha ido pa la chingada porque no es así, ahora es que es, y se demuestra en el hacer, y en la certeza de que todo son ciclos, que se auto repiten y suceden en un devenir que parece tener límites más allá del inmenso infinito. 

Dejémoslo que se haga, que venga y que suena, que empiece subiendo, para luego salir con la vocecilla que raya los papeles de la perfección, la belleza, la armonía griega en todo lo que ahí, la canción es creciente, viene cocinando un momento sórdido, que dice las cosas con ciertas ganas de salir por primera vez a volar, y sentir hacerlo por sí mismo. Así es la cosa, así mismo se lleva a cabo, dándole con paciencia, sintiendo con la ciencia, de esa manera, graniteando las cosas, dándole textura, dejando que aparezca sin tanto maniobrar.

El centro sustancial de la sustancia

Quizá me lo pueda imaginar, quizá no, en que se viene convirtiendo las trazas que recuerdan lo que vivo, pienso atrás y me vi artista, pienso ahora y me veo un investigador, lo que más me alegra, es que el antes y el ahora no existe, pues simplemente son, eso nos lleva, por la ecuación sincuanperfecta a las postrimerías donde todo merodeo es escapatoria de su propia escape, asi pero diferente, o lo mismo yo digo pero diferente, le aplicamos la paisana y tomamos lo bueno, que nada está escrito en el libro humano de la vida, sino en la mente misma de Dios, todo puede suceder… no escribo para planear, lo hago para conjurar, para sentir el momento cuando se vuela en la librería de las palabras, y se combinan solitas, como tripeándose en saltos de canguro, con una bolsita y cargando a su hijo, a Tomás, que tu camino sea venturoso y lleno de buenos momentos, aventuras chéveres, y acontecimientos provechosos. Para disciplinarlo hay que metaforizarlo, y yo lo quiero llevar, por eso sacamos los juguetes, los carritos y la dulzaina y nos vamos a jugar, vamos Tomi. El Payaso baja de la chimenea, y dispone su recta figura con movimientos armoniosos y recochológicos, nada tiene que ver con nada, pero todo tiene que ver con todo, baja el payasito y lo tratas de tomar en tus manos, entonces el payaso vuela y tu lo tratas de atrapar, estiras la manito y lo traes a tierra, donde la raíz comunica con el centro sustancial de la sustancia.

Póngale arracacha pa que sepa a bueno

Cuando cambia la dimensión, cuando cambia la canción, un ritmo suena, y lo hace decidir, al lado las letras inspiran y buscan sin cesar el colmo del Cesar, el que dice que si no hay nada bueno que escribir, para que escribir? Lucho con ese pensamiento y con el temor a simplemente encontrar y puntear una canción de Metal, esperar los platillos, alargar el final, como ese mismo que cuenta las historias que aquí no he contado aun.

En un constante que siempre regresa al punto de la angustia, hay me encuentro yo, porque he olvidado lo elemental, que no sé qué es esto o lo otro, lo que siempre ha estado ahí, esa magia de decir, de decir con razón. La poética decrece, y el tiempo se hace largo, pues aun este escribiente no divierte a su leyente, sino que lo enarbola de una lucha futil, como nadando contra corriente, recordando siempre que somos humanos y que revivimos en la historia que se dice y en la que no.
Se desfallece y me enajeno en una narrativa sin espíritu, como cumpliendo, cruzo los dedos y veo la cosa, me entrego a la creación eterna, a la que emerge de la clandestinidad y se va a al lugar de la historia, sueños de libertad, o de grandeza, el ego duele. 

Para que estudiar, hacer informes, y sentar estudios que no se sabe pa donde van, y que también dudo que sea lo que verdaderamente he querido sacar, es tiempo de recapacitar y de darle el sabio matiz, al escrito que sustente lo que una tesis de doctorado en este caso no pueda decir, sino prefiero hacer. Siempre he criticado a los oficinistas, y me he inclinado por andares más inesperados, es una cierta oficina, por supuesto, un espacio por lo menos más interesante. Que estupidez justificarse cuándo el tiempo de estas letras es eterno y se debe aprovechar para contar las majas historias que vienen del Océano, a una isla que vuelve a mi, como cuando zarpe hacia sus aguas en las cartas del Pen Friends, hasta allá llegaron mis poemas, navegaron lejos, y quien sabe en que han quedado, quizá en cenizas, quizá guardadas como la historia real de una persona que tan solo escribía lo que sentía, como si la vida hubiese perdido su deliciosa trivialidad, como más se ha de vivir?

Se navega todo el tiempo profundo y no se sale a la superficie a tomar un poco de aire. No desfallecer es la consigna, disfrutar y luchar con gozo, con amor, como si fuese la única vez que voy  a estar vivo, a veces me siento cansado, o quizá aceptando que muchas cosas simplemente pasen, como si no dependiera de mi nada, cuando no es asi, y aunque no pretendo pasar por encima de la misteriosa voluntad de la creación, todo se amplifica, separándose de la gran masa y haciéndose a su propio devenir, hacia una parte del Sur que se acerca a este otro continente Zelanda, continente que como decían los grandes navegantes, equilibra la tierra entre el sur y el norte, de por cierto, simplemente polos eléctricos invertidos. 


Venga y como viene eso que parece que las cosas se cuecen con aceitunas y alcaparras pa que coja sabor y nos sepa a bueno, échele guasca, póngale arracacha, que la poética de la papa se haga ajiaco  pa que sepa a bueno.

Lo inesperado III

Siempre lo inesperado es lo mejor que nos puede pasar, la buena noticia es que todo es inesperado, incluso lo que creemos esperado. De esto se ha hablado, y parece parte de una disertación que se ha hecho tantas veces que siempre recuerda que es importante terminar lo que se comienza, y siempre de la mejor manera. Esto viene a colación porque en estos últimos días las cosas de la vida han tenido que decantarse, y cristalizar piedras, minerales, aparecer rubís y formar pequeñas topologías con las aristas de la historia, siempre invocando la conexión que nos comunica con esas artes de la conjurología, que no paran y tienen un efecto certero en la vida que se vive. Así, como se ensanchan las herramientas de la mente, proyectando autopistas que viajan el holón, asi mismo las manos tiemblan y la cabeza duda, aunque haya siempre que levantarla, es humano muy humano. Y la historia aunque de color rosa no sea, deja a la confrontación subsistir en el ámbito del dialogo y el respeto a eso que llaman la ley, que entre mas cercana a la de Dios, pues mejor puede estar, al menos mientras estemos vivos aceptemos las diferencias y vivamos el desenlace de la historia con calma, sin ofender, sino simplemente corregir y adaptarnos al mejor camino.  Es camino y es libertad, asi debe de ser hasta que pasemos a pasar revista. 

No soy sapo, soy tortuga, y también oso

La amenaza asoma y aparece en mis oídos con aquella voz de no temer por las consecuencias de defender lo que nos pertenece a todos, “dígale a su primo que no sea sapo”, asi sea, o no para mi, lo tomo y lo volteo, y respondo aquí, no soy sapo, soy tortuga, porque camino lento, pero llego, soy oso, porque el oso es revolucionario. Eso apareció en un sueño, alguna vez con Oliver, el me lo decía, y ahora lo comprendo, que la transformación tiene sus consecuencias, sobre todo emocionales, pero esas no son las que me preocupan, sino más bien las físicas. La emoción la tomo como parte de la misión, como una energía que se llega y se transforma en acción, hay que tener cuidado por supuesto, pero si me tratan de amedrentar, eso es precisamente lo que no voy a hacer, ir sobre seguro, nunca más con miedo, nunca más callado, ni con el corazón cerrado.

Lo inesperado II

Al final parece que todo vuelve, que las luchas del pasado no borraron lo que queríamos dejar atrás y las pruebas se presentan una y otra vez. Será esa la historia de la humanidad, la que recorremos todos quienes por alguna razón llegamos a este planeta, a un paso corto, o largo, injuzgable por el tiempo, únicamente por la eternidad. Quien sabe, ni tampoco creo mucho que así sea, porque a pesar de las dificultades la sapiencia parece renovarse, así mismo la sabiduría, esa que se escapó por primera vez cuando nos transformamos en seres sociales, parece regresar, a medida que pasan los años, el tiempo, el tiempo, el abnegado curso de los pensamientos, las ideas, proyectos, conjeturas, todo se vuelve como un caldo simbiótico en el cual más vale creer que es el único presente, pues lo que esta atrás y lo que vendrá, solo puede ser producto del recuerdo y la imaginación, siempre imperfectos, incompletos, en cambio, el presente es sincero, inacabado, pero andando, siempre presto a lo inesperado, ese driving que lo agarra de repente y lo manda para otro lado, para desahogarse, mientras pasa una mañana que empezó a las 4 am.


Cuando la escritura pretende rasguñar lo eterno se puede convertir en un ejercicio inoficioso, más un monologo de yo para yo que algo que merezca ser leído, o que al menos diga algo, cuando la escritura aterriza en los hechos concretos, para que contarlos, si al fin y al cabo se está juzgando una historia en la cual no estoy solo y temo involucrar a otros. Entonces que escribir, cuando el escarmiento ha llegado y los dedos han meditado demasiado sobre qué hacer y cómo hacerlo, se leen y escriben libros, se escribe por escribir, por solo matar el tiempo, mientras tanto el corazón arde como llamando al sendero de la realización, enfocando a typhareth, y a mantener el dominio de la energía, del conocimiento, del hacer y no desbaratarse en pensamientos que hieren el alma, como las agujas cuando se entierran en la piel. A veces no puedo hacer nada, si primero no me dedico a nada, como esto, navegar sin dirección y responder preguntas que nadie ha formulado, decir lo que no se puede decir, escuchar lo que no ha dicho nadie, solo procesar los titubeos inútiles del día, como creyendo que se vino a esto, a una existencia existencial, como esa a la que se hace alarde cuando se agarra el romanticismo, y se lleva el estribillo por conjeturas que no pasan ni por un pitillo. 

La Vía Indígena

Doña Alba Tabares en Tarapacá, cuando se refiere a los bailes que hace ASOAINTAM dice que el canto de las canciones no es el mismo, el que se hace ahora es “moderno”, lo que en otras palabras quiere decir Doña Alba es que es diferente, y que trae consigo el espíritu de su tiempo. El que se vive en el presente es el baile Uitoto de este tiempo, y ese es el que es característico de una organización que emerge de un contexto amazónico atravesado por un contexto urbano, en interacción con los pobladores que llegamos de afuera. ASOAINTAM es una organización indígena que desde el centro de la colonización se desmarco de este y se la jugo por la vía indígena. La vía indígena no es el origen del pensamiento indígena, eso está en nuestras mentes, la vía indígena tampoco es un invento de laboratorio, una formula llamada la Vía Indígena, para quienes han tomado este camino saben que ahí está el mandato, dado por la Ley de Origen, y que para los Muinane, Moinonuca son el yagé, el tabaco, la coca, y la yuca dulce.  

Lo inesperado

Lo inesperado es aquello que antes no fue anunciado pero si nos dimos cuenta, supuestamente lo anunciado no puede ser sin la experiencia y quien vive la experiencia pos es la persona, si existe la sociedad, la cultura, lo económico, la experiencia sigue siendo un lugar nunca manejable por esas otras, siempre propia, la de la vida, la historia que uno recuerda, las personas y vivencias que aparecieron alrededor, que si acaso nos damos cuenta que éramos más que parte de un cuerpo, pos eso es lo que pasa en la experiencia y por lo tanto no se puede aquí contar. Lo inesperado es que todo eso que sabíamos es, pero se vive diferente a la imaginación aunque en parte es extensión