miércoles, 10 de febrero de 2016

Mentiras interminables, sobre la mambeda y la tecnología.

La última lectura me ha dejado una extraña sensación, algunos académicos que hacemos disertaciones teóricas citando varios autores, muchas veces terminamos diciendo cosas que realmente no las pensamos nosotros sino otros. Lo que pasa es que las presentamos como de nosotros mismos y no de quien son. Y las asumimos como propias porque nos confesamos devotos de una determinada visión. Eso es lo que hace la ciencia para unos. Pero a mi la verdad no me da mucho sentido.
Las disertaciones teóricas, que escarban en el desentrañamiento de las relaciones como esencia no fija de la vida social, dicen las cosas y las ejemplifican. Por momentos se siente cierto aire de certeza y de precisión, de racionalidad y de mesura, pero cuando sigue y sigue y no para sin realmente saber en que momento se calllan los otros autores, y por primera vez habla el autor como él, y no como un revuelto de lo que acaba de citar, es algo a veces milagroso, por no decir escaso. Sino dice algo él o ella, o quien sea, no hay razón en decir lo que dice. Sino hay un emisor no hay un receptor.

La tecnología es un concepto que se puede traslapar con algunas precauciones ideológicas o de tipo promocionista, o simplemente es algo tan social e históricamente determinado por quienes creamos una imagen social, una teoría propia sobre lo que es tecnología. No importa si para los experto estamos equivocados en creer que la tecnología es solo una maquinita con botones por lo general fabricada lejos de nuestros países subdesarrollados, eso es tecnología para nosotros y ningún sociólogo va a venir a decirnos que no es verdad.

Descubrir lo tecnológico puede ser útil para reproducir la dominación lingüística sobre lo estudiado, el indio, el negro, el otro, el diferente, el oprimido, o puede ser una reivindicación sobre el derecho histórico de los pueblos nativos a ser reconocidos como portadores de una tecnología propia, construida para transformar el mundo. Cual definición de tecnología usaremos? Para que? Puede ser para planificar, para describir, analizar, estandarizar, diferenciar y conectar, transformar la materia, alterarla. En todo caso lo tecnológico sigue al instinto de la sobrevivencia y a la romanticidad de imaginar un pasado mejor.

Los procesos sociales para la producción tecnológica vienen conjunto a una economía de tiempos proveniente de la estandarización de rutinas en las relaciones sociales, a la conformación de identidades y símbolos de diferencia y autoreconocimiento. Como vimos en la lectura de Gimenez, la cultura es algo que solo se puede concebir como un constante encuentro, no fijo ni esencializable a alguna explicación racional de tipo científico. La racionalización quizá pueda ser oportuna para develar con sentido cual es la trama de significaciones que orientan las acciones de algunas generalidades empíricas comprobadas con la observación.

¿La mambeada puede ser tecnología? o jamás lo podría ser? sea lo que sea, se sabe que no hablamos la lengua de quienes crearon esa “tecnología”, por lo tanto no lo podemos decir sino experienciar, reconocer los límites del conocimiento no solo de los actores en cuestión, sino propios, de lo contrario se están diciendo mentiras interminables.