domingo, 7 de julio de 2013

Andrews Murch y la jugada england.

Qué bueno que siempre sea así, lo verdadero vence a lo falso, y al final el cuento sigue bueno, como siempre fue, pues como dejar al mundo privado de las historias de Fast y Anibal Smith, los hábiles estrategas del glorioso atlético los pollos, el invencible equipo rojo y de la jugada England, cualquiera haya sido el contrincante, si Pablo Jeangros, Ronaldinho o Messi, siempre jugamos a ganar, no siempre lo conseguimos, pero que va, si de lo que se trataba era de defender el honor del equipo, dejábamos todo de nosotros en el campo de juego, como si se tratara de la vida misma, y aunque no siempre sin mancha de juego sucio, los verdaderos Andy y Pi, antes de jugar el partido, ya se habían pensado toda una estrategia de juego, recuerdo alguna ves durante el segundo tiempo de uno de los tantos que jugamos, que me quede observando el partido desde las tribunas altas del estadio Rolando el Refusin, y vi claramente que lo que habíamos puesto en el papel se estaba cumpliendo, y de una manera que el equipo demostraba rendimiento y solidez.
Que bueno haber vuelto a hablar con Andy, me despertó realmente entusiasmo y espíritu de empuje, y es que a Andres Murcia, alias “Andrews Murch” le debo alguna vez haberme llenado de cojones y con una espadita de papel, fácilmente derrotable por la gambeta más elemental, enfrentarme a manes como Santiago y Pablo Jeangros, que aunque son tío y sobrino, jugaban más que los hermanos corioto. Alguna vez entre por Tito Villarreal, o fue él el que entró por mi, el hecho es que Tito era el jugador mas parecido a Falcao o a Lionel Messi de la época, pero es que resulta que para Andy, capitán del equipo, todo el que se quedaba al partido un miércoles o un sábado por la tarde jugaba, asi sean veinte gloriosos minutos. Que bueno es haber hablado con Andy hace unos minutos, me siento lleno de esa vibra nuevamente, de la valentía y el honor a la hora de enfrentar la vida.

Si bueno eso suena muy bonito, pero resultan que si se preguntaran que si cometíamos errores o si éramos perfectos, obviamente le respondo, que si!!!!! cometíamos errores, y muchos, a veces nos daba por ser violentos y creer salvar el partido por el solo hecho de intimidar, falta en la que incurrimos algunas pocas veces, pero que va, si al fin y al cabo éramos adolescentes inquietos con ganas de arriesgarnos, enseñanzas que el camino se encargaría de poner para que siendo todo esto historia y nada mas que la historia redimida de un triunfo de Los Magníficos, nada falta, ni nada sobra, todo está donde tenía que estar.