sábado, 13 de febrero de 2021

San Pedro de Cocholhue

En plena cuarentena, mientras el mundo enloquece por una pandemia y todo se vuelve extraño suceden cosas que recuerdan las cosas bellas de la vida. Llegó de Cocholgué, en manos de Cony, fue preparado por ella de la manera más sencilla y lo tomamos. Líneas dibujaron lo que vino luego, risas, dolores, y epifanías, pensamientos que vuelven y parecen asentarse, encontrando una posibilidad sobre la materia. ¿Cómo será? Quién sabe. Lo importante es que viene derechito, con freno de mano, cautela y firmeza, porque lo que ha sido es, y lo que San pedrito mostró eso es, no es otra cosa, es eso.

Pa'que?

Quizá fue cansancio, o parte de una historia que no se termina de escribir, de pronto fue que llegamos volando y aterrizamos en el mismo vientre, u otra cosa que no entenderemos hasta que nos toque entenderla, por la finitud de la vida, o de golpe nos llegue. Sea lo que sea, no queda nada más que respirar y aceptarlo como fue, es mejor no intentar más lo que cada vez sale peor, ¡ ¿pa’ que? Por amor? Eso no puede ser el amor. ¿Entonces qué es? En cualquier orbita que estemos, en el ciclo de X o Y constelación lo que es es, y eso no cambia, los principios del amor: el perdón, amarse a sí mismo y a los demás, lo que en otras palabras se conoce como dejar pasar la página y nunca albergar ningún sentimiento negativo en el corazón, ¿pa’ que? Es difícil, pero esa es la gracia, si fuese fácil sería una historia plana, no creíble, y esto es de gente creíble, los que somos contradictorios, tenemos virtudes y mucho por aprender. Pero no quiero hablar bonito, más bien quiero hacer lo bonito.