sábado, 20 de agosto de 2022

Nuevo comienzo

Reescribo mi propia historia, me devuelvo, veo la linea donde actúo, la reconozco, porque aparece nuevamente en la parte final del escrito, mantengo la atención en la punta, con un ojo en la parte media, pongo el cursor en las dos partes, y escribo un cuento que avanza y al mismo tiempo cambia su principio, se llama la escritura creativa, la que hacemos con la vida cada vez que reescribimos el pasado, que cambiamos el presente, para no repetir lo que no queremos repetir, para alejarnos de la tentación de ser quienes nos creímos. Reconozco toda información, la íntegro y dirijo donde el escribiente aprende sobre lo que escribe, no paso desapercibido, lucho por no desistir cuando quiero desistir, lucho por no hacer lo que se que no quiero hacer. Punto aparte, paso el párrafo, y comienzo, como siempre, un nuevo comienzo, así se escriba a diario, siempre es nuevo, nunca el mismo.

Doña Locura

No todo depende de donde se le mire, hay formas que cambian de un ángulo a otro, pero hay otras que no, como la esfera. La esfera, a diferencia de todas las otras formas es la misma de un lado o de cualquiera, asi es, igual son las emociones, las hay las que son felices para algunos y para otros tristes, la rabia puede carcomer el alma, o puede liberarla de la misma rabia, quien sabe. Cuando las emociones significan los misma desde todos los lados es que ya han dejado de ser emociones y se han convertido en estados del ser. El ser poético, el ser espiritual, el ser valiente, ya no son sensaciones que lleguen y luego se van, son estados que permanecen, que se identifican en una persona o en cualquiera. Todo esto para decir, o más bien decirme, que cuando los visos de locura tocan a las neuronas del cerebro, pueden ser emociones que en su forma relativa sirvan para algo, y en su forma negativa alerten a la vida misma. Eso mismo siento cuando tocas a mi puerta “doña locura”, te siento, te veo y te reconozco, veo lo que enseñas, por aquí, por allá, lo relaciono con mis sueños y busco la respuesta, lo asumo en las decisiones y prometo no pasar esa turbulenta línea entre el segundo y el tercero, esa que hace desatar la locura a momentos de temblor y poca agradabilidad. No, por ahí no es, mas vale ponerse pilas, y administrar la locura en gotas milimétricas que aporten creatividad y vida a las diferentes misiones que se aparecen en la vida, a jugar con Abri, con Tomi a amar a Pauli, a corresponder a las amistades que con tan sencillo y amoroso corazón me comparten sus cosas. Si eso es lo que cuezo, ese es el punto de vista de esta emoción que decido tomar, la que hace la locura poesía, la que no se espanta ni reprime lo que siente, la acepto como es, no la escondo, ni a las letras, ni al leyente.