sábado, 8 de septiembre de 2012

Parranda con los Goshons.



Caía la tarde, el ruido de Tarapacá teníanos aburridosos y con mucho soponcio, hasta ese día, ya eran dos semanas sin salir de aquel encantador, pero sofocante reino. Entonces, como lo habíamos acordado el día anterior, partimos rumbo a la maloca Uitoto, Harol y mi persona. El pueblo estaba de rumba, era la inauguración de la copa de microfútbol La Amistad, a donde invitabase a todo el vecindario compuesto de varias comunidades indígenas, y los colosos Ipirangueses, siempre más altos, fornidos y apuestos, que el minúsculo y escualido tarapaqueño. El deporte, la farra, las chicas, las garotas, todo estaba garantizado esa noche acá en Tarapacá, esa noche prometía una explosión de celebraciones y excesos… que menos mal no me quede para presenciar. Preferimos irnos a la maloca Uitoto, por una noche de paz, silencio y conversación. Caminando hacia allá, muchas aventuras se sucedieron, la primera concerniente al principio de la historia.
En el potrero que queda justo antes de entrar al territorio, propiedad del magnate local Florez, potreros que han sido pisado por mas de veinte años por cabezas de ganado, y que ahora presentan un sustrato adecuado para el crecimiento de unos amigos que aquí conoceremos como los Goshons. Los Goshons nacen sobre la mierda de la vaca, realmente no se la razón porque tiene que ser ahí, pero son unos nada mas, no son todos, se recomienda explorarlos con alguien que este seguro que si sean. Cuando se comen, el mundo y la vida se pone mucho lo muy interesante de observar y de vivir, un momento único de conexión con la vida. Fiel a los principios destinientes de aquellos indómitos aventureros de las tierras villadeleyvunas, los susodichos caminantes, quienes sentianse deseosos de experienciar la mas pura naturaleza, les dijimos a los Goshons que se parcharan con nosotros. Agradecimos a Dios por tan divina Providencia. Los Goshones, traian un mensaje, una enseñanza, un momento de reflexión y análisis minucioso de las diferentes cuestiones, asuntos que se revolvían en las cabezas de estos destinientes de las amazonias, jóvenes exploradores que no se conforman con las aburriciones de la sociedad y prefieren salir a la caza de cual maja aventura se presente, siempre dándole una oportunidad para que el bien venza sobre el mal. Así, nuestra fiesta estaba también garantizada, y realmente no tendríamos nada, pero nada que buscar en las ocurrencias orgiolicoricas de Sodomita, a quien al parecer se le ha olvidado la actividad de los genes de la creatividad para el uso del tiempo libre. Los Goshons, Harol y yo tuvimos una mucho mas interesante y fructífera parranda de conversaciones, saliéndose por el alma, y llegando hasta el Espíritu. La naturaleza habló anoche, el fuego nos acompañó y ayudo a quemar los miedos, el agua nos bañó, y nos mostro como diluir las complicaciones y ponerlas en su debido puesto, la luna alumbró la cabeza para que no hayan mas indecisiones, y así, las cosas que se sienten como sufrimientosas sin sentido, fueron entonces convertidas en  alivio, reconciliación y perdón, fué un buen momento para transmutar una energía de apegos, recuerdos dolorosos, autorecriminaciones y todas esas mentiras que la mente teje y que no es mas que la red de la propia ignorancia. El fuego tomó el palo con toda esa carga, y lo transformó desde su esencia sagrada, ardió en llamas y despojo las figuras que pronto hizo ver como el retrato mas nítido que pueda tener la naturaleza, con toda su vida adentro. Se pensaron muchas cosas y se agradeció a los cielos, se contaron historias y nos reimos, también tratamos de momento el tema de la movida local indígena. En el amazonas se debe aprender a hablar de política, asi uno no sepa de esa mierda. Pero antes de eso, habíamos bañadonos en las aguas del caño Cardoso, que recorre la comunidad del alto Cardoso, perteneciente a la etnia Uitoto de Tarapacá. Sus habitantes viven en el pueblo, pero están poco a poco asentándose en ese territorio, en los últimos años el porcentaje de horas que la familia indígena pasa en su propio territorio, aumenta sustanciosamente, lo que puede considerarse para la dirigencia indígena como un milagro. En fin, acuerdos y desacuerdos, de los discursos y las huevetadas que se inventan los hombres que disque para gobernarse, lo que aquí mas se parece a un timarse. Después de esa, resultase que me encontré en plena farra con los Goshons, y a uno de ellos se le ocurrió salir a dar una vuelta a lo que acepté, después de pasar por el fuego, pasamos por la pista de baile de la luna, que alumbraba como un bombillo los pasos que se conjuraban para lo que podría ser la tercera fase del escuadrón galáctico de la revolución de la recocha, quien ahora parece más actuar desde el punto de vista de los ovnis que de los aviones comerciales, pero no importa, esta historia importante estaba guiada por los mismos aprendizajes de la sabiduría, el camino del guerrero, el deber de saber que la fe no puede morir. Y esa fue la historia de los Goshons.  

Remediosas reflexiones.


El reflejo de la pantalla mostraba la hoja del árbol de guayaba que estaba apunto de caerse, un niño le daba vueltas a la casa, en una carrera interminable que no paraba ni el mismo sol, entonces la música cambio, un corazón gigante se dibujo en el cielo, que luego se convirtió en un rostro y se siguió deformando hasta parecer un grillo. El sol no podía ser mas intenso, cincuenta grados quizá era la temperatura, que amenazaba con derretir el reflejo del palo de guayaba. Fue este mismo árbol el que se descubrió como la cura para la diarrea, cuando esta enfermedad llega, entonces se debe tomar un cogollo (Traducción: Hoja morada pequeña, que esta en la punta de la rama), calentar agua y hervir la hoja por una hora o mas, hasta que todo ese pigmento morado y amargo impregne el agua con toda su fuerza, una pócima quizá no muy sabrosa, pero efectiva para curarse. Pero no es el único remedio, porque el limón y el almidón son también dos agentes curadores bastante efectivos, este no lo he preparado, pero si los he tomado, supongo que es almidón con jugo puro de limón, su rezo correspondiente y ya está, ahí está el remedio. La selva creo yo, contiene el remedio a todas las enfermedades, algunos muchos no los habrá aun descubierto el ser humano, pero muchos otros si lo han sido, con el agravante que muchos de sus conocedores, indígenas de estas tierras parecen estar olvidando. Esto desde el punto de vista humano y demasiado humano, menos mal también somos algo mas que humanos. Entiéndase que la vida es energía, esta energía es conciencia, en si misma, en esta conciencia en si misma, son y han sido todos los descubrimientos que el humano haya sido capaz de descubrir, que son todos, por lo menos en algún punto si fue así, pero quizá algo paso y se empezó a olvidar, o mas bien se empezó a no manejar desde el punto de vista humano, repito, porque en el otro video, en la otra película esto no es asi, el conocimiento es ilimitado, y por lo tanto cuaja todos los pensamientos que recibe, ninguno es nuevo, ni tampoco viejo, simplemente diferente. Asi mismo las posibilidades posibilitosas se revuelven en fractales, haciendo alusión a eso que se intenta describir cuando se habla de la geometría fractal del tiempo, o lo que en otras palabras seria el no-tiempo, en ese espacio hay mucha energía, lo que algún día fue la receta  de un remedio usado por cualquier civilización ahí esta, no importa cual sea la historia de ese remedio, porque la sola historia es el remedio, es la oración, o la icaración. Por eso mismo se dice lo que se dice acá, con ánimos amistosos y un poco videosos, quizá podríamos cambiar de tema, pero no quiero, porque estoy hablando de las curas, y remedios que conoce y no conoce la humanidad, uno de esos dicen por ahí es el humor, que sana a los enfermos de aburrición, o evita que el pensamiento se extravíe hacia la maldad recreando sátiras que pueden hablar de la maldad, pero de un modo que da risa. La cura se da a donde falta algo, es un hueco en el alma que se llena, es una reconstitución de la energía que lo hace a uno sentir bien, puede doler claro que si, o si no acuérdense de esa agua oxigenada echando burbujitas mientras se encontraba con la herida de la rodilla producto de la caída en el parqueadero jugando futbol con los amigos del salón, esa huevonada si que dolía. Pero lo mejor de ese momento no era el dolor, ni tampoco la curación, lo mejor eran las jetas que uno hacia de sufrimiento como si se estuviese muriendo: retorcijones de cara, muecas de desgracia, de mártir, de incomprendido, de victima de una película de acción, eso era muy gracioso, y el solo hecho de pensarlo me causa un cierto sentido de alivio. Me cura saber que esos tropezones de la vida no son tan serios como se les interpretaba en ese entonces, no son un motivo de autoculpa, eran tropezones que lo obligaban a uno a caer, y a levantarse nuevamente, ese era el remedio. Creo que he naufragado en el tema del remedio, porque quizá yo necesito uno a esta situación, la indecisión por lo que vendrá me pone nervioso, pues no veo ningún horizonte claro, hay varias opciones, todas muy buenas, pero la mejor estoy seguro es la que no se, la que Dios tiene guardada para mi. Muchos ejercicios se hacen para dejar que la energía celestial fluya en uno cuando se esta pasando por estos momentos: hacer ejercicio, meditar, servir a otros, mantenerse ocupado, no pensar, en fin, muchas buenas cosas de las cuales creo que cumplo con un escaso veinte por ciento. Si es cierto, y en vez de buscar una salida, o un juego de palabras que me justifique en esta situación, mas bien debería pararme y salir a hacer ejercicio, darle quinientas vueltas al pueblo al medio dia, mentiras estoy exagerando, con hacer estiramientos es suficiente, seguramente.
Remedio que medió
el espíritu que mintió,
remedio que me dio
el espíritu que acertó.

Sobre las 72 paginas del libro de la vida.


Entonces las razas prefirieron agruparse según la pagina que sabían leer, los Uitoto descubrieron la coca, los tikuna el Tabaco, a los Incas llegó el Sol, a la Chorrera Ictoma, que significa Sol, y Elohim fue conocido por las tribus de oriente. Por esos tiempos empezó a desarrollarse la navegación, muchos pueblos vivieron por primera vez la experiencia de encontrar a personas diferentes en color: los de la Eurasia llegaron a la Australasia, los americanos arribaron a Egipto, los patagonos subieron a Alaska, y así, empezaron a darse cuenta que tras el numero 72 se escondía algo más que un numero compuesto por dos números. Una especie de clase erudita, interesada en juntar las aristas del cristal que empezaba a develarse empezó a conformarse tras la interpretación de las paginas del libro en su conjunto. El libro, decían, esconde los camino misteriosos de la creación, aquel que junte su vida a sus palabras se junta con el mismo creador, se hace uno con el universo. Esta clase de eruditos al principio instruyó a todo quien quisiera saber sobre esos temas misteriosos, y asi lo hicieron, hasta cierto punto, porque como toda historia que contienen el lado de abajo y el de arriba, el femenino y el masculino, la corrupción se hizo presente y se guardaron los secretos, pues si ellos los conocían y nadie más lo hacía, así mismo tendrían poder sobre la tierra. Que ilusos eran! Al parecer entre mas ahondaban entre los setenta y dos misterios del libro, menos sabían sobre ellos, y así los lograran recoger todos, jamás llegarían a cumplir con lo que hay estaba escrito. Las leyes de la naturaleza, el cosmos, de la vida, de la materia, de la luz, las formulas alquímicas, los poderes para hacer mover las fuerzas celestiales, todo estaba ahí, lo que los lleno de ambición. Hicieron barcazas para recoger las paginas que estaban dispersas, expoliaron culturas por todo el mundo, derrotaron imperios también corruptos y los sometieron, esclavizaron, invadieron y así fueron completando el libro de la vida, al mismo tiempo en que se hacían menos sabios. Robaron los conocimientos Guineanos, Burundeños, Providencianos y Boreales, y los usaban para esclavizar a los mismos a quien robaban. Construyeron templos suntuosos, se adornaron de oro y plata, anillos, collares y de los más finos linos, a toda consta debían dejar claro que las páginas del libro estaban reservadas solo para ellos. Así pasaron los primeros años, los primeros cientos y hasta algunos miles de años, hasta que por fin el poder corrupto logro reunirlos todos, ese día, como era de esperarse, se haría una fiesta en honor a quienes habían reunido las páginas completas, un intérprete entonces comenzó a leer: “el poder del mal es también un poder celestial, su fuerza es usada para purificar, para mostrar el camino de la falsedad, pero aun así, siendo obra del mismo Creador de los ángeles y los hombres, así mismo, trae este la semilla de la esperanza”, en ese momento las tierras temblaron, desde un polo hasta el otro, ninguna parte de la tierra se quedó sin sentir el remesón, entonces la lectura continuó: “los que usen los poderes revelados de los setenta y dos sellos para ir en contra de lo que estos dicen, serán entonces castigados por el mismo sol, del cual sentirán su calor hasta freírse como pollos”. Entonces el sol comenzó acercarse, calentándolo todo y quemándolo, derritiendo el oro del cual los eruditos habían hecho uso para construir sus templos, quemando sus coronas, ardiendo sus atuendos. Poco a poco, todo volvió al fuego, dejándolo en cenizas, la Tierra se convirtió en un inmenso desierto sin vida, sin esperanza de volver a nacer. Murieron todos, menos una página que resistió al incendio, y quedó enterrado bajo un ceibo del Amazonas, ceibo quiere decir gigante, o los pies del gigante mas exactamente. Nunca más se volvería a saber sobre las 71 páginas restantes de este libro, sus páginas se quemaron y transformaron en lo que estas decían, así nació la selva amazónica, el desierto del Sahara, los polos y todos los paisajes que el hombre ahora conoce. Se dispersarían entre los polos, los desiertos, las selvas, los mares y cordilleras, creando a los animales, plantas, cielos, estrellas, planetas y a los hombres y mujeres, esta nueva especie no sucumbiría nuevamente porque una página quedaría para su salvación: la primera y la ultima que es igual a 2, mas 3 en 1, es decir la única necesaria para entender el resto del libro, la esperanza estaba sembrada, una página había sobrevivido, para la salud de todos. Era la pagina numero 33.