jueves, 24 de octubre de 2013

La visión tenida antes de llegar a Tarapacá. (Apartes del Diario de Campo).

24 de Junio de 2009
Como toda aventura que comienza, comienza donde supuestamente no esta pasando, me encuentro en Bogotá en los preparativos de una inmersión no académica y tampoco turística. A una semana de viajar al Amazonas me impresiona lo mucho que me he venido conectando con esa región, no he leído mucho del tema pues tampoco quiero verme embadurnado de conceptos y percepciones, que si bien tienen mucho que aportar, podrían velar el foco de mi propia experiencia. Toda esta historia comenzó con un sueño, dormía yo en la cama donde lo he hecho durante toda mi vida, y entonces apareció una ciudad que tenia rascacielos, se veía oscura, como de noche y con las luces prendidas, esta ciudad estaba rodeada de selva y estaba en el Amazonas, era Leticia? No estoy muy seguro, podría ser, pero si era el Amazonas. Este sueño se guardó en mi memoria como pocos lo hacen, lo recordé y cobró sentido un día en que me encontré con Natalia Benrey y me contó sobre su viaje al Amazonas durante un mes, resultase que estábamos sentados en el jardín de la casa que supuestamente se iba transformar en destining (proyecto que hasta ahora no sucede) y ella empezó a hablarme del Amazonas y todas sus aventuras, en ese momento mi mente viajo con ella, por medio de su relato y sus palabras sentí el olor de la selva, percibí como era el lugar, quienes vivían y que pasaba allá. Nunca he estado en el Amazonas, lo mas al sur a lo que he llegado de Colombia es algo así como Cali, aunque no fui a Cali, he vivido en un país maravilloso durante toda mi vida y nunca me he aventurado a conocerlo sin prevenciones pues su situación de violencia siempre me ha asustado un poco. Ahora soy otro y he cambiado, aquí no vengo a hablar de eso aunque muy seguramente en algún momento me detendré a contar ese pedazo de la historia personal que por supuesto tiene muchas velas en este entierro.
El día de hoy tuve una reunión con un señor que se llama Carlos Ariel Salazar, sociólogo de SINCHI y amplio conocedor de la región amazónica del país. La intención de la charla fue empaparme contextualmente de la región Amazónica, obviamente todo mediado bajo los conceptos que se construyen en la academia y la institucionalidad, una dosis de esto no creo que afecte mi huida radical de la “astucia de la razón”, mas aun sentí una vez mas lo que sentí cuando hablé con Natalia del Amazonas, una conexión y una absorción estructural del territorio que pronto visitaré, Dios mediante. De los aspectos que mas llamaron mi atención fue cuando Carlos describió la Amazonia como una región cosmopolita, “desde hace 500 años por allá ha pasado el mundo, ingleses, franceses, españoles, holandeses, portugueses, han llevado sus visiones de mundo y todo eso ha pasado al frente de los indígenas, y aun ellos mantienen su mundo y lo cuidan”, según Carlos esto indica que las comunidades indígenas que poblaron el Amazonas no han permanecido tan aisladas como parece, ese aislacionismo es mas un imaginario creado al interior del país, donde, según la historia, se ha permanecido mas distante del mundo.

Cuantas realidades podrán encontrarse en ese vasto territorio? Hoy hablamos de las economías de enclave, de la historia del caucho, la tendencia de las tribus indígenas a ser cada vez mas núcleos poblacionales, de las mixturas urbanas y las jerarquías entre los indígenas, de los importantes del pueblo que controlan las telecomunicaciones, hacen los giros y lo saben “todo”, la de los funcionarios e instituciones con sus amigos y enemigos, la de los misioneros, los turistas y quien sabe cuántas más, cuál será la mía? En fin todo está puesto y si el destino así lo decide una historia está lista para mí, escrita desde el principio… no será más que un recuerdo que ira apareciendo en imágenes sucesivas, para decirle a mi mente: ah claro! esto es esto y esto lo otro, que sucederá? Seguramente será lo mejor.