martes, 30 de abril de 2019

Fundar un pueblo


Se sucedieron cosas majas en tierras de los macedonios, llegar allá me suscitó muchas cosas, caminamos hacia unos sectores afuera de la comunidad, donde hay casas dispersas, todas con energía, en un estilo de vida más boscoso que los habitantes del núcleo principal donde se vive pared con pared, como díría Fausto Borraez, oliéndole los peos al vecino. Varias veces hemos hablado con Harold y otros de ASOAINTAM de lo importante que sería comprar los terrenos del finado Don Flórez con el fin de plantear un asentamiento donde las casas no estén pegadas una con otras, sino separadas por solares y caminos, que en la medida de lo posible pueden ser de cemento, pero no permitir patrones de poblamiento uno junto a otro, únicamente en el centro donde se ubica el equipamiento público: construcciones como sedes, tiendas, colegios, bancos, puntos de acopio, ferias y mercados. Del centro sale un camino ancho para un vehiculo que conecta hacia el pueblo, y ojalá una circunvalar que salga al puerto, así se mueve la mercancía de manera más directa y corta, pues hay que empezar a ponerle ojo al tema de la normativa de circulación, pues no será bueno que donde juegan niños pasen motos ni carros. En fin, o se hacen lugares de juego para los niños o se restringe el paso de vehículos. De este centro salen las rutas hacia el resguardo, trochas rodeadas de chagras, jardines, parques, bosques, construcciones y equipamiento. Sevan diciendo al oído el color de las cosas que se aparecen en la vista, como salteando las imágenes de una idea que no es solo mía sino al parecer de varios más. 


Es extraño escribir de estas cosas, pues de alguna manera es un pensamiento que me acompaña desde hace años, desde chuiquito, fundar un pueblo, eso imaginaba yo, he crecido y de alguna manera he abandonada la idea literal de fundar un pueblo, y prefiero tomarla como darme el permiso de soñar con otros sobre la idea de generar un asentamiento satélite en Tarapacá, en las tierras del viejo Flórez, que deben ser adquiridas por ASOAINTAM, y pedir permiso a los antiguos, a quienes estuvieron antes, incluido el viejo Flórez.     

La fiesta del jardin


La raya proyecta su trazo y alcanza el tramo de la casa de al frente, donde el gato juega a cazar pájaros y el perro ladra a todo quien pase. De ahí se ve que regresa, y Tomás está mirando, preguntándose por qué sobre todo lo que ve es, pasa y es. Ves la mancha en el asfalto, corres al árbol de la uchuva, juegas todo el día, imaginas mundos y personas, superhéroes, dinosaurios, peces y gozas con la fiesta del jardín. Has empezado a salir, ya vas a un lugar con mas niños, es tu colegio, iras creciendo y descubriendo muchas cosas, como ya lo haces.

Soñando clases



El universo, esa sería una muy buena asignatura para el salón de clases, un año entero para aprender sobre los planetas y observarlos con instrumentos tecnológicos, es permitida la astronomía y la libre interpretación siempre bajo el criterio sano, y nunca con fanatismos. Al universo se relaciona todo, y todo es con el universo, parece como que eso es cuando todo es Todo. Inabarcable, magnánimo o simplemente la clave de entender porque carambolas es y existe lo que conocemos. Un grupo de interés sobre algo, sobre la luna, ver al cielo, esa es la clase que más me hubiera gustado en el colegio, y la logre tener un día del 98 cuando sucedió aquel eclipse solar en el colegio. Y aunque no llevaba mi filtro propio me toco al lado de alguien que llevó el mejor de la clase, no las gafas de Foto Japón sino una serie de vidrios ennegrecidos para filtrar correctamente los rayos y permitir una imagen nítida, tuve esa fortuna aquella vez. Años más tarde, en el 2017 salí del Predoctoral y estaba Abril proyectando con un espejo el eclipse, todos vimos como la luna se le interponía al sol y hacía su sombra. Sucedió también en ese mismo año, y días mas tardes, que se vino un terremoto sobre San Cristobal, y otro en Ciudad de México, esas dos veces ha sido en que más me he sentido afortunado. Se acompañó de luces en el cielo de color verde azuloso, “rayos”. pensé, pero no lo eran, sino una luz parecida a la Aurora Boreal, cuando se liberan los fotones hacia la atmósfera.


Por bruto que uno se crea uno algo tiene que entender, que importa no ser astro físico, ni filosofo o teósofo, simplemente es abrir los horizontes y las exploraciones, maravillándose, deleitándose, vengase por donde se venga bienvenida la curiosidad de existir y las posibilidades de todo lo que podríamos hacer.

Que sea Chile

Se sigue el camino, se pasan momentos, felicidades y molestias, pero en fin, asi es la vida y que le vamos a hacer, para bien o para mal… la tierra del fuego me llama, el sur de Chile, la ultima frontera. De pronto es un llamado, o una promesa que se cumple, quien sabe, lo cierto es que estas letras proyectan pero las decisiones del destino son siempre sorpresivas. Que sea Chile, por mi si, aquí estoy dispuesto a entender porque vi la Tierra del fuego con la Antartida dibujada en la cera caliente que arrojé al agua en la noche de año nuevo.

La emputitis

Entra y sale un vientesillo, por la fosa nasal derecha entra y sale por la izquierda, no es un pranayama, ni una kriya tampoco, es lo que siento cuando siento que tengo algo que decir. Resultase que en los últimos sucesos este el escribiente se ha visto fuertemente confrontado por la vida, como animal que soy he imaginado pelear, luchar, tyriturar a mis enemigos, como ser espiritual pienso que no vale la pena nada de eso, pero luego vuelvo y recuerdo que aquí estoy, en un cuerpo, en una cabeza, en una ropa que me define como animal humano. Que hacer entonces no se, recurro al vademécum de la ciencia y digo, el pilar medio estaría bien, el de la misericordia y la severidad, el de la victoria y la gloria, el que llega al reino, y sale de kether. Pero esto es muy hermético y así lo entienda no me soluciona el problema de sentir esto que siento: la emputitis aguda, el carapachi de mi tío Lalo, esas ganas de…. En fin, no prosigo porque sé que esa no es mi chapa, que en el astral las cosas también logran incidencia en el plano material, y que las acciones a tomar ya han empezado y a su debido tiempo la reflexión llegará al lugar del impensado, a donde no sabía que estaba esa solución. Será como una sorpresa, como un anuncio que se prende en el visor del carro de atrás, allá donde quedan los recuerdos, los flashbacks que nos devuelven a la prisión de la memoria, de la cual me libero todos los días, porque si se trata de recordar, que sea solo para liberar.

A no vacilar

Limpiar la energía de pronto, porque no darse a la tarea de darle lucidez a lo que solo se le ve opaques, a dejar de temer y hacer lo que hay que hacer, a no vacilar y tomar la decisión como verdaderos guerreros de la luz, haciendo todo eso anteriormente que quedo escrito en los cuadernos de las Australasias, texto que está siendo estudiado para ser canonizado, declarado manifiesto de santidad. Vueltas que suceden de repente, y ponen la pita a jalar hacia otro instante ¡Así es mi querido Watson!

A la hora de los brujos

Pestañeo, todo esta oscuro, al lado el vecino hace ruido, son las 2:30 am. Como sin querer que lo noten, el sueño se va, y quedo en medio de una habitación, con las lámparas prendidas, con el fuego acompañando. La hora de los brujos, de pararse de la cama y sentir lo que la luz, el día, el calor, los ruidos, los gritos de los niños no dejan sentir. El silencio, las cercanías, los cambios de presión en el cuerpo cuando está cerca, mis pensamientos, como siempre. Te asomaste a mi hombro esta mañana, jalas de mi espíritu y te lo quieres llevar, no te dejo, por eso decido bailar, mover el cuerpo para que tu alma perdida sepa que yo estoy de fiesta, alegre, y a quien sonríe no lo atrapas. ¿Escribir? Buena idea. ¿Qué más voy a hacer? 

Un método, un hacer, comunicar, materializar algo, eso es lo interesante, tal como lo dijo Harold. El arte, las escenas, la representación, el juego, el teatro, las matemáticas y la estadística son parte de este método. El propio es encontrar los motores creativos, hacer el juego, como las regletas, pero con el cuerpo. Trenificar brazos, encadenar articulaciones, enganchar piernas, brazos, así se descubre la geometría del círculo, del cuadrado, el triángulo, el cuadrilátero, la elipse, ver el movimiento, descomponerlo en formas abstractas. Se trata de averiguar cómo funciona el mundo, como se ve a través de la tuerca mientras gira alrededor del tornillo, en el humo que sale del aliento, en la canción que más gusta, en el giro y trayectoria del frisby. En todo hay arrastre y empuje, hay quinésica, desequilibrio de las fuerzas, transformación… ¿hasta dónde? Hasta que la simplificación no sea tan abstracta, sin ningún ancla en la realidad. La abstracción también es realidad, dice Lecoq. La exploración recochológica por si sola no tiene sentido, es una evasión de la realidad. Condensar la energía para que algo suceda.

Por donde va esto


Todo lo que necesito es lo que se, que está lloviendo, que no se si así nos vamos a Puerto Nuevo, pero al menos mañana espero estar allá. La oportunidad de renacer, de creer, de moldear el barro y pintar la película que vamos a ver. Te veo Putumayo, las aguas negras y sus bufeos, te encuentro nuevamente, reconocemos historias, de cuando te visite en la mitad del río, para mover la hélice que atrapó a Oswaldo aquella vez. No pisar sino saber escuchar, no ir con las piedras en la mano sino hacerse llamar, conquistar, en el buen sentido de la palabra. Mucha palabra se dijo, alientos y esperanzas de un futuro mejor, quizá imaginamos cosas diferentes, pero ese futuro no lo era realmente, sino solo el presente, por eso te abandono futuro, reconozco el pasado y aprendo de mis errores, antes de estar ahí, antes de empezar a narrar por donde va esta película. Son días de cambios, de vernos, de reconocernos y decirnos, esto o lo otro, lo bonito o lo feo, todo sirve, todo es palabra, así rechine a los oídos.

Jolgorio del cuento


Respirar tranquilo, darme cuenta que la historia que escribo es la que sale de este mismo escribiente, que no pudiendo ser otra sino la misma, puede desgastarse en vericuetos sin destino, pero lo cierto es que son la mismísima dirección de la Luz que hay en uno. La linterna pa’ donde apunta alumbra ¿quién puede desviar el calor del sol? Soy la Luz que alumbro mi oscuridad, Yo soy abundancia, Yo soy amor, me lo digo porque me las creo, porque así es y así mismo es el destino. Bendiciones y protección sobre mi familia, sobre Tomás y Paulis, mi espíritu los acompaña, y están en mis pensamientos todo el tiempo, ya ha sido un mes desde que nos vimos, con la ayuda Divina, estaremos viéndonos pronto, aunque el destino es tuyo Dios y solo tú sabes cuándo es que viene el Game Over. 

Por lo pronto, más vale escribir con ahínco, sin esas distracciones chiquitas que se asoman al cerebro y lo distraen, cuando además no se ha concluido la idea que se está tratando de insertar, no sé qué pasa, como paradas intermitentes, como un semáforo que titila diciendo “pare, pero siga”. Pueden ser los saltos de nivel de los cuales necesitaba para lograr una verdadera escritura de recochología, género que en su madurez se vio altamente narrativo y poético, además de su inconfundible estructura de parecencias. Lo anterior, porque resultase que en esas cosas de la vida nos vimos nuevamente en los fluidos del cuento, acordándonos que podemos decir sin temor, que debemos decir la verdad. Una terapia de escritura así lo sentí yo, el jolgorio del cuento es una explosión de sin sentidos.