martes, 30 de abril de 2019

La emputitis

Entra y sale un vientesillo, por la fosa nasal derecha entra y sale por la izquierda, no es un pranayama, ni una kriya tampoco, es lo que siento cuando siento que tengo algo que decir. Resultase que en los últimos sucesos este el escribiente se ha visto fuertemente confrontado por la vida, como animal que soy he imaginado pelear, luchar, tyriturar a mis enemigos, como ser espiritual pienso que no vale la pena nada de eso, pero luego vuelvo y recuerdo que aquí estoy, en un cuerpo, en una cabeza, en una ropa que me define como animal humano. Que hacer entonces no se, recurro al vademécum de la ciencia y digo, el pilar medio estaría bien, el de la misericordia y la severidad, el de la victoria y la gloria, el que llega al reino, y sale de kether. Pero esto es muy hermético y así lo entienda no me soluciona el problema de sentir esto que siento: la emputitis aguda, el carapachi de mi tío Lalo, esas ganas de…. En fin, no prosigo porque sé que esa no es mi chapa, que en el astral las cosas también logran incidencia en el plano material, y que las acciones a tomar ya han empezado y a su debido tiempo la reflexión llegará al lugar del impensado, a donde no sabía que estaba esa solución. Será como una sorpresa, como un anuncio que se prende en el visor del carro de atrás, allá donde quedan los recuerdos, los flashbacks que nos devuelven a la prisión de la memoria, de la cual me libero todos los días, porque si se trata de recordar, que sea solo para liberar.

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