jueves, 18 de noviembre de 2010

Me quedo aquí.

Mi cabeza en sus andanzas timadoras me dijo: “Pablito levántate y anda que tu tiempo aquí ha terminado y otro destino está por venir”, tal como el timo se me presento a mis oídos asi mismo lo sostuve, e inicie mi viaje que estaba programado para dentro de 7 días, llame a la jefa, llame a mi mami, llame a mi novia y a mis amigos, realmente me comí el cuento. Y cuando estaba ya todo casi listo una voz me dijo: “No papito, se queda aquí”. Consternado como quien escucha algo que no quería escuchar me mordí la lengua tras la noticia del emisario de los giros del viento, saldo de cuentas, diagnostico bancario, había disfrutado de meses en las tierras del interior, y no esperaba yo dar alguna retribución? Entonces me ardió la lengua pero mi alma se alivió porque sintió como aquellas veces que lo que no le gusta a uno es lo que lo hace sentir bien, me quedo aquí, y termino lo que vine hacer. El maestro Obadiah vez enseñó al Widwa: “Let the wheel to God, don’t try to drive “. Y bueno, tal cual sucedió, trate de manejar, de hacer trompos y demostrar la habilidad de quien sabe para donde va, pero entonces me choque, pues la demostración no fue mas que un ridículo, afortunadamente cogido a tiempo, y aceptado como venido de los mismos rincones de donde se dictan las autopistas destineológicas de este videíto llamado vida, capitulo Tarapacá, versículo camu camu. La enseñanza de esta historia es el recuerdo para los tiempos, es que planear no es decretar, planear es algo mas parecido a un avión sin motores que planea en el aire, aprovecha los vientos venideros para sostenerse y no caer estrepitosamente, hacer un plan es realmente salir a aventurear, un plano no existe, es parte de una figura ondulada parecida a una campana de Gauss, mejor dicho para que hacer un plan cuando tal no se puede? No será que planear es mas bien conjurar o invocar? Para los que juiciosos alguna vez estudiamos la matemática en el colegio, un plano nunca fue más que una representación en el tablero, el cual debía ser siempre bautizado con el símbolo de Pi, o de RxR, si se querían buscar coordenadas se partía de un punto dentro del plano, representado por una mancha. De ese mundo compuesto por la idealidad de las formas puras, de esas que nunca se ven en la tercera dimensión, queda nada más que darle salticos cuánticos que se la socaven en la materia y la energía para darle forma, puede salir un árbol, un animal o un humano, pero nunca sale ni una esfera, ni un triangulo, ni una línea y mucho menos un punto. Y bueno con este estúpido juego de palabras con el cual espero haber impresionado al lector como se pueden usar los argumentos más baratos solo quiero contar que me quedo aquí, porque planeé irme para otro lado, y es mejor así, una vida sin planes, mejor es conjurar y no jurar.