viernes, 6 de septiembre de 2013

Sin confucionologia, pero con algo de locura

Por el solo placer de hacerlo, por el solo sentido de la deslización concomitante sobre los puntos palabrísticos del considere, sin confucionologia, pero con algo de locura, pues imagínese que toda se reduzca a esas cosas que se dicen de seriosas, además decía Aurelio Gallo, legendario timador de lejanas de historias, que la gracia de todo está en hacer de lo menos serio lo más serio, lo más visceral, habrá que hacer malabares, correr pa acá, correr pa allá, pero que va, si hay como hacerlo pues se ha de hacer, sin escatimar, ni dudar, por los juegos de la mente que limitan las posibilidades, aunque razón tenía este amigo mío que cuando la mente se ve limitada, mas creativa se pone. Y siempre pasa, así, en un lugar, con un lápiz, una hoja, y la sola existencia, que se puede decir, a quien se le dice, la mente viaja, y viaja lejos.

Operaciones magicomatematicas en la economía de la vida real.

Por ahí siempre se dice que los perros por instinto saben nadar, pues una vez vi uno caer de una canoa, y que tan solo se mantenía a flote con las patas de adelante, pues las de atrás no las sabia mover, no se ahogaba pero tampoco avanzaba. El arte de saber algo es bastante similar, no por saber pintar se pinta, no por saber escribir se escribe, o bien se puede hacer, pero a duras penas para mantenerse, sin representar nada, sin decir nada, arte sin significado, lo que en la teoría de la comunicación se conoce, como sin la efectiva recepción del mensaje del emisor, sea cual sea. Y pues en el trabajo pasa igual, se saben hacer cosas que se han aprendido a través de la experiencia, pero por momentos parecen dormirse, hasta el punto de hacer creer a la mente que no se saben hacer, porque pasa eso? Pereza? Desidia? Inseguridad? Venga a saber, lo único cierto, es que como toda curva de las economías de la vida sube y baja, por momentos hay ascensos, por momentos descensos, ningún punto es bueno ni malo, sin embargo cuando se sube mucho se teme caer duro, o cuando se cae mucho, se teme nunca volver a subir, así es la economía, y quien dijo que todas las economías tienen el mismo comportamiento al mismo tiempo, pues una crisis puede representar oportunidades en otros sectores, entonces es cuando hay que guardar la calma, y poner las coordenadas en perspectiva, dibujar la función nuevamente y evaluarla en su forma, para donde va, cuál es su tendencia, cuáles pueden ser sus puntos de inflexión, eso haría un cuidadoso análisis, pero el perro que nada y no avanza, o el pintor que pinta pero no pinta, o el que escribe pero no dice, a la hora de estar en el meollo de la situación solo actúa por instinto, que así falle es instinto, busca la sobrevivencia, pide un milagro, pues bien, hay quiero llegar, pues cuando estudiamos las cuestiones matemáticas de la vida cotidiana podemos llegar a pensar que esta se comporta como una función continua, demostrada a partir de hipótesis, de segmentos cerrados que interceptados llegan a un singletón, o por medio de topologías, y decimos, si es continua, lo va a hacer siempre, pero eso tomando algunas variables ¿qué pasaría entonces si a eso le adhiero una variable tomada de otra función, podría volverse discontinua, podría saltar hasta otro punto del plano, podría saltar a la tercera dimensión, dibujar una figura, o convertirse en una sucesión de puntos que no se tocan? La función puede cambiar, y lo que conocemos de ella lo hacemos siempre suponiendo cosas que en la economía de la vida cotidiana se pueden presentar, pero como siempre para probarlas, hay que omitir todas las demás, afortunadamente esta vida no es una función, o más bien son todas las  funciones que nos podamos imaginar, están ahí, flotando, esperando a ser activadas, por una operación magicomatematica, y la lucha por la sobrevivencia logra que el pintor desesperanzado haga una obra de arte y sea valorada, que el escritor maldito lo deje de ser, y sea un maestro de las letras, que el perro nade y avance, de repente aprenda a usar sus patas delanteras, o más bien como paso aquella vez, nos devolvimos en la canoa y lo recogimos, el perro se salvó, por cosas de la sobrevivencia, o por cosas de la vida, cual es la diferencia? esas cosas pasan en la vida real. 

Hay solo 27 letras, pero cuantas cosas se pueden decir.

Hay muchas mañanas, las animadas, las adversas, las que tienen motivos, las que no encuentran un motivo, las que recuerdan los sueños o tan solo los rasguñan con el suave velo del olvido, la cabeza busca un orden, que se dijo ayer, que se va hacer hoy, cuál será el encuentro que se viene aquí a formar, mucho trabajo, mucho trabajo, pero el único parece que es real es este de escribir, la obra puede mutar de la acción interpersonal, a la universal, y solo la escritura de eso puede lograrlo, porque hay muchas palabras, hay solo 27 letras, pero cuantas cosas se pueden decir, cuantas palabras se pueden crear, pero de todas esas cual es verdaderamente palabra, quien sabe, pero no mucha, más bien poca. Con un ligero dolor de cabeza me levanto nuevamente aquí en Tarapacá, el túnel es misterioso y se recorre sin mucha luz, pero la sombra de mi cuerpo, marca la frontera entre lo que se ve y lo que no se ve, con eso alcanzo a ver el camino, y caminar con cuidado para no tropezar, observar el palito que tiene espinas y sentir el pie que anda descalzo, solo puedo atinar a lo que se hacer, solo puedo acompañar, y conectar hacia arriba para traerlo abajo, para subir el hilo sinuoso que sube por la columna, que se corporiza en lo orgánico y recibe la información de lo galáctico, parece ciencia ficción, pero para mí no lo es, porque es lo que hago, lo veo con mis ojos, pero no lo hago porque lo vea, sino porque lo creo, esperar con calma, no escatimar en quitar del camino las púas y palos, pisar la arena blanca donde el agua es transparente, ver los pececitos nadar, con todos sus colores, con toda su elegancia, poco a poco el movimiento de las aletas retorna la razón y el impulso para seguir, algo que se vino a realizar, y que por cosas de lo entendido, o lo “nientendido” se realizará, cada cosa a su debido momento.  

Grandes obras

Parece una paradoja, entrenar el pensamiento para la escritura de grandes obras, cuando las más entretenidas son las corticas, que ni siquiera alcanzan a insinuar  la historia que se iba a contar.



Fin

Vuelta en bici con ganas de escribir.

A veces se sienten ganas de escribir, pero no escribir sobre que escribir, sino algo con contenido de verdad, se sienta uno frente al computador, organiza unas carpetas, abre un documento nuevo y aquí vamos, a tratar de escribir, pero por alguna razón lo invade a uno ese sentimiento de confusión de no saber que escribir, así muchas cosas e ideas se tengan en la cabeza. Es entonces cuando recuerdo al profesor Aurelio Gallo y prefiero salirme de la hoja en blanco o llena de frases que disque enganchantes y escribir sobre estas cosas, sobre lo duro que es ser escritor a veces, pues los momentos en que salen las buenas cosas, son contaditos. Para unos más, para unos menos, hay excepciones como los genios de la escritura, dudo que yo sea uno de esos….., pero si lucho de a mucho, es mucho lo que me empucho, porque pucha, que rabia da que de la nada, nada salga, que falta entonces?, buena pregunta para Platón, y para Einstein también …, si la materia no se crea ni se destruye, entonces como transformarla?, como dejar fluir esos montos de información que están en mi cabeza? para que se traduzca en un texto legible, chévere, coherente y ……, hay que dolor, que dolor, quizá un buen paso es desertar y esperar hasta que las cosas se den, no se si forzar las cosas sentado aquí al frente del computador es una solución, o mejor ponerme a hablar aquí de lo que más o menos quiero hablar, pues lo voy a decir asi mal hablado, como me gusta: pues resulta que una vez apareció por Tarapacá este Roberto Franco, con el cuento de sus aislados, fascinante tema, que no solo llegó a mi corazón, sino a mi curiosidad y a empujarme a pensar más en el asunto, pues resultase que por cosas de la vida un documento este hombre bajó en mi computador, uno que ahora tengo, y que es secreto, y no puedo decir mas… pero el hecho es que en mi sentir se sintió un remesón ministerial…., desde que Roberto confirma que existen unos manes allá viviendo entre el monte y que se rehúsan a verse con nosotros, y pues eso cambia la manera de pensar muchas cosas, pues no es una cosa tampoco muy fácil de digerir, …pero que quiero decir de esto, no lo sé, que cambian las configuraciones y lógicas de poblamiento del amazonas, y saber eso para que putas sirve, pos pa nada, pero entonces que…. que…. que es muy emocionante saber eso y que de pronto busque yo reconocimiento por hablar del tema, eso es vanidad diría Mr. Eclesiastés, habrá que meditar, y ver las señales del destino, una vuelta en bici con paulis es la mejor idea.