viernes, 31 de octubre de 2008

PRIMER LIBRO DE LA ENCICLOPEDIA DE FILOSOFÍA BARATA

“Es oportuno empezar a escribir un ensayo desde lo mas simple, desde lo mas humano que tenemos para justificar nuestras ideas y nuestros pensamientos, me refiero a nuestros motivos, a los deseos que traducen la necesidad de cambiar algo que nos molesta, a la necesidad de pensar en el sentido de nuestra vida y reflexionar, al menos por un momento, la razón de esta sensación de estar vivo.”

Hoy es Lunes festivo, es de noche y hace frió, al frente del PC me arriesgo a tomar la palabra para decir algo a alguien que todavía no se quien es, quizá me pueda dar una pista el hecho que decidí apartarme de la ciudad para por primera vez escribir un pensamiento, un deseo, un proyecto político, un grito, panfleto o reflexión, no se que pueda salir aquí cuando el objetivo de todo es uno: ameritar un grado de sociólogo que me será entregado por la Universidad Nacional.

Seguramente los que nos inclinamos por formas de pensamiento que involucren una fuerte racionalización de las acciones humanas y no humanas, en algún momento también somos presos del sentido contrario de esta revelación, el gusto por la no-conciencia, el decir inesperado y la poética de la palabra se conjuga en un texto vivido, del pasado o no, en un presente vivido y siempre deseado como acto, el arte es para un estudioso de la sociedad prácticamente el objetivo truncado del camino escogido.

La lectura racional del mundo tiene la fuerza suficiente de encantar a muchos seres que se expresan por medio de ella, atraves de la prudencia y el relativismo, el ensayo y la contradicción, en pocas palabras, el sentimiento por medio de la construcción de la verdad. Aferrarse a una posición objetiva de la vida parece ahora mas un chiste que un proyecto sensato, sin embargo el mundo tal como se nos muestra se hace cada vez mas subjetivo a partir de las grandes realidades, que por relativas que se muestren, penetran mas profundamente nuestros sentidos, hasta el punto de construir una realidad objetiva, negada o no subjetivamente, que se vive a diario y cotidianamente.

El smoke de la ciudad no es un invento de la cabeza, sus efectos son tan reales como lo puede ser la gloria de los Beattles. No es un asunto de considerar la subjetividad, relativa y creciente, como efecto, o viceversa, de un mundo que se desboca hacia la objetivización humana, este problema es uno de los mas fascinantes que haya podido definir la sociología moderna, problema que de inicio, y por convicción propia no me interesa definir en terminos sociológicos, solo hasta el punto que me sienta con la autoridad de estimular algún pensamiento, con efecto real sobre la vida, sobre la moral y la sociedad. En conclusión aquí no basta comprender y explicar, se debe, necesariamente llegar mas lejos.

Pues bien, hablábamos de la relación aparentemente frustrada que pueden tener los intelectuales con el campo del arte. A esto añado, una observación que seguramente imprecisa, algo esconde de verdadero, no existe sociuologo, antropólogo o filosofo, que no desee ser parte de un proceso artístico, debelarse a si mismo como actor de un pensamiento que aporta e interactua en iguales condiciones con fuerzas humanas poco desarrolladas por le mundo academico. El carisma, el poder, la imaginación, la humildad son algunos de las habilidades cognoscitivas que se tejen de manera espectacular en ambitos alejados de los circulos académicos.

Obtener un diploma de reconocimiento por una serie de años de estudio y constancia en una disciplina, constituida y polémica como la sociología, implica un extremo autopurgamiento de penas y desencuentros con el destino, no con esto me refiero a un fracaso, para nada, mas bien si soy bien interpretado como deseo serlo, es un punto de decisión y de extrema libertad en el cual se esta en la capacidad de intuir y si acaso comprender la importancia de jalonar las reflexividades no formales, al respecto citar a la metodología y teoría acción participativa resulta claro para todos, sobre todo cuando quien hablo de ello por primera vez, sentía esas ganas de cambiarlo todo, y no creer en un protocolo absurdo que tan solo hace de la academia un lugar fatuo y aburrido.

No continuo con una citación extensa de literatura sociológica, no es mi interes, eso ya paso y agradezco haberlo sabido algún día. Aquí lo importante es concatenar una serie de discontinuidades que por fortuna nos vemos abocados los desquiciados que eligieron un camino como este. Saber porque y para que, es importante y duradero en el tiempo, para cada época historica se pueden asimilar los mismos principios esenciales, la verdad, la revolución, la producción, el progreso, la no letoquitis, o lo que sea, el problema del sujeto intelectual y la pregunta atraves de su acción exige es hacerlo, y el problema aquí es que hacerlo es siempre diferente.

Creo fielmente en que todo hombre tiene una misión en este mundo, sin importar como se le presente este debe buscarla en el mundo de su vida, y de la manera que este signifique las acciones que implican a su ser mismo, depende enteramente el curso y el sentido de las acciones que este individuo, colectivo, o lo que sea, defina como su misión. La misión del hombre contemporáneo puede parecerse a una pincelada que se esparrama por el globo de manera azarosa, estos personajes, con sus diferencias y similitudes, invocan deseos y sentimientos similares, estos personajes son los necesarios para llevar a cabo la misión y ninguno puede desaparecer hasta que su aporte humano no descargue el motivo por el cual la pincelada tuvo una forma y no la otra, se desprenderán reflexiones morales y discusiones de futuro, ser considerado bueno o malo universalmente no es el problema, si Hitler o Jesús no lo consiguieron, abandonen mejor tan absurda pretensión.

Ahora proyecto inevitablemente una vida atravesada por el delicioso camino de no saber, la pretensión de conocer solo puede resultar en eso: una deliciosa y suprema ignorancia. La ignorancia, a quienes no la han estudiado les voy a contar una cosa. Entender que todo esta ahí por que si y ya, es un proceso tan complejo y arduo como lo puede ser saber el que, el porque, la esencia, el telos, el espiiritu, la razón ultima de porque esta ahí. El primer mundo expresado por el arte y las afinidades literarias se comulga con la segunda, hacer arte y pensar en el arte requiere de valorar lo importante de pensar, es gozar la situación en que se plantean los puntos esenciales de algo, que por inocuo que parezca, debe poseer toda la fuerza del pensamiento y triunfar en la conciencia de todos, y para eso, la comprensión y el esfuerzo de saber porque recibe su premio. Sin embargo, ojo aquí, es del saber popular, quizá por autoanálisis, que el pensar es relacionado fácilmente con la vagancia, con la no locomoción de los sentidos y la voluntad, con los caminos diferentes de la moral y la sociedad, no debato la certeza de estas representaciones solo quiero develar lo que esconden de relativamente cierto, como juicios de valor, el problema de los pensadores es que se irritan demasiado con los gestionadores, y viceversa. Quien tiene la razón, o a quien le va mejor?

Ahora, se me escapan muchos puntos para tener en cuenta, pero creo ya contarles algo que ni siquiera yo sabia, como lo importante que es la ignorancia y porque la sociedad debe avanzar en la concepción de la ignorancia, para no caer en esa molesta y patética pregunta que me hacen muchos cuando les comento de mi profesión: y eso para que sirve? Solo dos personas, que ahora recuerdo me lo han dicho, la una es la asquerosa mama de una compañera del colegio, reverencia a la letoquitis y al arribismo, la profesora de MM8, sin palabras, y uno mas que por respeto de mi pellejo prefero no acordarme y poner a operar a la tan ansiada ignorancia. La ignorancia que les cuento no se busca sobre el mundo sino mas bien del mundo hacia uno, cuando el mundo ignora es que no sabe, cuando el objeto somos nosotros y el mundo su sujeto entonces aparece la ignorancia, la verdadera, la que no cae en el sin sabor del miedo, la represión o el insulto.

Reflexionar y no saber nada, saber de todo y de nada, creer en lo impensado y en lo que ya se sabe, estimular todos los puntos sensoriales de la irrealidad para que por fin construyan realidad, no la repitan estúpidamente, como se hace mucho aquí, encontrar lo obvio todo el tiempo no tiene ningún sentido, si eso obvio no se textualiza como significante, la palabra no viaja con un espíritu verdadero, y solo así es posible hacerlo, la ciencia, la retórica o el arte, aportan mucho, pero no olvidemos que son mutilaciones que en la medida que se han venido articulando sobre lo social asistimos al empobrecimiento de la imaginación. El decir por lo obvio es tan orangután como hablar y no decir nada, dos efectos lingüísticos bastante frecuente en nuestro país: gramática y mentira.

Por mi parte que ha pasado, estoy montado en la empresa mas improductiva económicamente hablando para un colombiano, querer cambiar algo. Cambiar que, son tantas y me daria tanta rabia que prefiero hacerles un pequeño resumen: la letoquitis que embadurna la vida de eso que por accidente llamamos Colombia. No dudo de lo emocionante que es esta empresa para mi, asumir una sociología practica que transcurra de la mano de la verdad es lo único que puedo hacer por activar un andamiaje adolorido como el construido por la academia y los intelectuales. Personalmente asumo ese rol y no tengo miedo hacerlo, pero solo lo lograre lejos de los academicismos, lejos de creer que el fin de todo es un postsuperhiperdoctorado o publicar cien artículos científicos con titulo de mentira, porque no olvidemos que desde el momento en que el hombre proyecta su conciencia sobre algo lo transforma irremediablemente en mentira. Mis pretensiones se inclinan más por una vida que se estimule por el azar, el encuentro y nunca por la búsqueda, su expresión mas conocida, es el engaño.

Tampoco me distancio de las recurrentes formas de expresar el saber sociológico, la investigación me atrae tanto como un concierto de los Babasonicos, el andamiaje teorico y metodologico tampoco insulta mi revolcada propuesta (que todavía no se cual es, espero que salga), pero lo que si quiero dejar claro es que lo mas importante de todo es constituir una fuerza, no creo en una sociología no beligerante, no creo en el academicismo y en los ñoños futuros postdoctores, la fuerza del rock sintetiza todo eso que quiero decirles, revolucion, amor a la vida y siempre la verdad.

I. El descubrimiento triunfal del maiz pira y la teoría de la letoquitidad.

Un proyecto que involucre una serie de propuestas intelectuales artísticas, culturales y políticas debe partir de una base de sentido sobre la cual se inscriban los elementos mas esenciales que por virtud de si mismos y su fuerza se asuman, si bien no dogmáticamente, por lo menos como base orientadora. Los principcios que señalare aquí no son un capricho de este autor, de una vez quiero empezar aclarando que esto ha tenido un desarrollo, un descubrimiento, una vivencia, toda una película. El puesto que yo ocupo no me hace privilegiado en un saber personal y de pura reflexión, todo lo contrario, la mayoría de veces he sido observador y tan solo receptor de un sin numero de intuiciones que con el tiempo y el devenir de la vida se han transformado en principios de base los cuales considero importantes, no imprescindibles, para desarrollar este pensamiento, proyecto, idea o como salga.

Desde hace ya varios años me ha interesado registrar de manera espontánea las diferentes fases que fueron apareciendo en el proceso de descubrimiento de las grandes categorías. La vivencia histórica y la desadaptación social guiaron la acción que me impulso a escribir ciertas cosas que aun no desentraño, quizás un poco de orden no estaría mal, yo me puedo entender perfectamente, pero quien no se ha introducido en el pensamiento de la NO LETOQUITIS, le puede parecer algo dogmático, trivial o hasta subversivo, y no llegaría a captar el texto de fondo.

La letoquitis fue un descubrimiento que no tuvo que esperar mucho para ser formulado como ley universal, una formula exacta, el principio de todo, el final y el transcurso de la historia, así fue por unos segundos, hasta que la vida misma mostró no solo el envés, sino el 3D y hasta la dimensión desconocida donde la letoquitis no podía ser definida, elucidada y carecía de sentido. Así empezó alguna vez:

Si A pregunta a B lo que B espera que A le pregunte y si B responde a A lo que A espera que B le responda, entonces es una conversación letoquitis.

Nuestra naturaleza matemática desboco esta sentencia escenificada por un amigo y sus amigos universitarios una tarde en el Eje ambiental de la ciudad de Bogota: el amigo charlaba con sus compañeros de universidad acerca de un parcial, la conexión de sentidos lo hizo de repente un actor consciente de la situación, tanto como pudo se esforzó en que todo saliera como debía salir, le preguntaron y respondió, pregunto y le respondieron, tetoquitis, lestoquitis, nostoquitis, entonces nuestro amigo floripondio comprendió porque estaba haciéndolo todo y empezó como en Cien años de soledad a “a descifrar el instante que estaba viviendo, descifrándolo a medida que lo vivia, profetizándose a si mismo en el acto de descifrar la ultima pagina de los pergaminos, como si se estuviera hablando en un espejo hablado.”

La tragedia exploto de repente, ya nada podia ser igual todo parecia un teatro degustado por falsedades y mentiras, un terreno asombroso se estaba abriendo, era la no letoquitis, era estar por fuera de todos, nunca mas ser parte de la vida humana. La ruta para despedir el escenario del titiritero Monsieur Jeangros rumbo a la naturaleza propia empezaba a mostrar su fase mas idílica: el momento de decir a todos la importancia de vivir por fuera de la letoquitis.

Rápidamente se inicio una convencida propagación de la letoquitis como enfermedad, como demonio, como latigo, como único mal a combatir, la vanguardia del pensamiento llevo azañas asombrosas donde cada uno de nosotros tomaria la certeza que la realidad no era mas que un invento de nuestra propia cabeza. No se cuantos abran sabido de la letoquitis en ese entonces pero la propagación fue tal que muchos juraban entrar a un nuevo mundo después de recibir la vacuna de cannabis contra la letoquitis, rechazo, fascinación, impotencia, fascinación y mas produjo en muchos asumir la vida de esa manera, momento del cual se empezaron a desprender los primeros atisbos de lo que podria llamarse la crisis de la teoría de la letoquitis.

Siendo fiel a mis propios metodos expositivos, no pretendo aquí dar una demstracion magistral acerca de que es la letoquitis exactamente, de eso no se trata, ademas tampoco lo se, solo la siento cuando esta cerca y no me es dificil adivinar cual es su rostro mas habitual. Atentar contra la suscetibilidad de la sociedad seria una canallada de mi parte, son muchos, yo diria la gran mayoría, de la gente que conozco que interpreta su vida como un amarradijo irracional, a pesar de llevar la vida mas racional que pueda. Si puedo, en cambio, dar certeza de que la letoquitis no se gesta en ambitos abstractos reducidos, interpretarlo como un psicologismo o una patología de la cultura parece, a mi concepto bastante erróneo, la certeza del concepto no radica en su sistematicidad ni construcción racional, su verdad esta en que apareció de la vida misma, de dos personas de carne y hueso, tan débiles como cualquiera, como carentes de poderes sobre naturales.

Señalemos ahora, desde las fuentes originarias expuestas por mi en el mopmento en que sucedían las cosas como se fue constituyendo el campo de dominio de los problemas derivados por la teoría de la letoquitis:

1. La antiteoría:

“La simpleza de este axioma (antes expuesto) puede no decirle nada nuevo a una teoría social que se refiera a las conductas esperadas por medio de la pluralidad de roles que el hombre cumple dentro de la sociedad moderna. Pero aquí el problema es otro, no nos interesa saber que va hacer la gente ni como se va a comportar en el futuro, predecir es inútil, la teoría de la letoquitis precisamente se erige como una teoría de la liberación y no tiene ninguna necesidad de predecir el comportamiento de ningún grupo humano ya que estaríamos faltando ante los principios libertarios de nosotros mismos”[1].

2. De cómo nacen las palabras:

Todo es un video, no existe nada mas allá de lo que podamos creer, no existe forma de nombrar algo a menos que se haga uso de un comentario que nace de la mas pura arbitrariedad del destino:

“Acuérdense que algún día estabamos quietos, recuérdese que aquí no había nada ni la misma memoria, recuérdese que aquí era allá y que allá era también el mas allá, no habían lugares, no existían formas, no se puede decir nada de donde nada había. Pero el tiempo, que pasa con el tiempo? El tiempo nace cuando nace el movimiento es ese instante entre pienso y hago, es el impulso que da vida a la idea, es ese puf! de donde brota el olor, de donde nacen los sentidos y el hambre por decirlo, el tiempo espera que se haga tiempo y mientras se hace tiempo nace una nueva idea, nace el comentario.”

“(...)Las palabras no son mas que vibraciones logradas por la boca, en una mezcla de viento y resonancias, es como logran volverse sonaras, sin embargo, eso no nos dice nada de las palabras, no nacen por un proceso fisiológico del cuerpo, tampoco podemos pensar que las palabras son una necesidad de comunicación, si así lo fuera los hombres nos hubiéramos quedado comunicándonos por señas, o mejor, por telepatia como se dice que lo hacen en Ganímedes. Es aquí cuando retomamos lo que habíamos dicho del tiempo y del comentario, sabemos que un comentario es escupido en el tiempo vació que transcurre entre el hacer y el decir, cuando ha nacido el comentario han sido fecundados los decires para que luego nazcan las palabras.” [2]

3. El naturalismo desbocado:

“Cuando fluimos sobre la materia de este diente las invenciones y las culpas están a la orden de la capacidad humana, nos enredamos ante un mundo que nos deslumbra cuando nos atrapa y que nos escupe cuando desencanta, solo es un mundo, solo es pensar que estamos ante algo tan grande como nuestra imaginación, es simplemente entender lo infinito, no procurando llegar hasta el fin para comprobar que verdaderamente no tiene fin, es solo entender la magia y el misterio como expresión necesariamente inacabada e incompleta, para que todo el tiempo seamos creados y a la vez podamos crear nuevas cosas. Cuando el ser humano deviene ante si mismo como el principio y el fin del universo piensa las cosas como responsabilidad de su imagen, piensa que todo esta hay para ser juzgado, todo es algo y que nada también es algo.”[3]

4. Donde esta la letoquitis:

“(...)quien no puede liberarse de su culpa por no poder amar y quien no puede liberarse de quien no puede amar esta condenado a seguir las estructuras que lo condenan al pecado, al bien, al mal, a la ética y a la moral, como el burro que sigue el camino que le muestra la zanahoria y no puede liberarse del mundo que lo ahoga y lo tima dejando su espíritu sin alas, sin conocer la libertad ni la imaginación, sin profanar lo sagrado ni ver estallar lo sólido en el aire. Ya Platón lo advirtió cuando nos contó que mataron al hombre que salió de la caverna y conoció la verdad, a lo mejor había profetizado la naturalidad letoquítica por lo predispuesto como si fuera el orden divino, como si fuera lo bueno, cuando se esta erigiendo esa bestia que lo consume todo sobre la normalidad, mostrándonos la libertad como el demonio y al verdadero demonio como lo justo”.

5. La vacuna contra los radicalismos obtusos:

“las decisiones ante lo que aquí llamaremos la “letoquitis” no son exclusivas de un tipo de hombre o mujer, no son reacciones bestiales contra todo lo que se nos impone, es algo mas sencillo: es solo verse a si mismo y descubrir el sentido de la propia libertad. En momentos en que los medios hablan de guerras donde los eruditos y los analistas de las ciencias del alma nos quieren mostrar como los hombres nos negamos a recibir los valores mas universales para ser presa de lo que unos llaman intolerancia y bestialización de la vida, para revivir los odios y retroalimentarlos cada día mas, es cuando pienso yo que debemos hacer un alto en el camino y pensar de que forma nos están obligando a pensar, a pensar que nos están obligando a sentir, a pensar si realmente creemos o si solo somos parte de una maquina que nos maneja niega nuestro mas preciado valor, pensar la vida, pensar la libertad.”

6. La libertad:

“El camino a la libertad es una falacia, porque no es un camino y tampoco son múltiples, el camino a la libertad somos nosotros mismos, el hombre puede ser la esencia de la libertad, solo el hombre que piensa por cuenta propia, como dice Bloch es aquel que reconoce donde esta el verdadero enemigo, ese enemigo que niega y somete la razón humana, ese que nos intimida y nos uniforma para que seamos vacas de su potrero. Somos vacas del potrero a quien tenemos que rendirle pleitesía por algo distinto a su valentía, a su valentía de quien (...) se compromete por la liberación del pensamiento”.

II. La disolución de la experiencia: acerca de la relatividad de la letoquitis:

Es extraño anunciar a un publico tan numeroso la muerte de un concepto, por que muere un concepto? Realmente desaparece o simplemente es un escape a mi dominio? Nada es de nadie, menos la vida misma, la letoquitis como nacimiento puramente humano y contrahumano parece haber tomado alas para configurar una compleja trama capaz de atrapar identificaciones y diferencias. La personificación es el siguiente paso, cuando la letoquitis se haga vivencia vendrán los reclamos por un pedazo de la torta y todos lucharan por los códigos de dominio acerca de lo que es o no es la letoquitis, pasa y pasará, y de su camino dependerá en gran medida todo lo que alrededor de su comprensión y vivificación se diga como tal.

Construir la letoquitis cómo experiencia colectiva sentida y naturalizada dirige nuestra mirada hacia un problema mas grande, ya no importa saber que es la letoquitis, su teorización es un plan de sabihondos habladores, ahora su propagación va depender menos de su definición y mas de su exaltación como acto. Un acto se vive en cuanto se percibe como real pleno de significado, es decir que se esta desapareciendo todo tipo de tiempo futuro o pasado y se erige el presente como momento de trance hacia otra dimensión. Siendo esto así, este escrito pierde todo su sentido si es un vano intento definitorio.

Para decir algo mas allá que un simple fenómeno y los puntos esenciales de su curso tratare de dar un poco mas de relevancia a los hechos que aquí me preocupan, la disolución de la experiencia y la relativización de la letoquitis. No somos ajenos a las expresiones propias de nuestro tiempo y no inventamos mundos cimentados en el aire, las utopías mismas se extienden sobre terrenos ideológicos dados por la fantasía de vivir en un mundo conocido y deseado al mismo tiempo. Eso nos hace reales, inmortales y humanos, nuestros pensamientos son un legado y nuestro cuerpo algún día dejara de existir, son esas reglas universales de la vida que por mas refutables que parezcan no dejan de hacerse evidentes, por lo menos hasta hoy.

La fragmentación del sentir humano parece contrario a una forzada manera de actuar, los desgarros emocionales, las expresiones mas profundas, los encuentros inesperados extienden esa contraecología humana con nichos capaces de conservar tipos de vida ajenos a la habitual dominancia del mundo industrial, ejecutivo, capitalista o como se le quiera decir. Es un fenómeno increíble de nuestro tiempo porque abre la posibilidad de crear mundos de intersticios, sin nombre ni apellido, para no ser conocidos nunca sino por el contarario de su desconocimiento obtendremos su mas dulce recuerdo. Sin embargo la vaina no es tan fácil, la sociedad industrial e informática de la cual somos herederos así sea por explotados o excluidos nos empieza a exigir pensar cosas nuevas para crear mundos lo suficientemente fuertes que transformen esas raíces dolorosas sobre la cual se construyó el mundo moderno.

La letoquitis puede ser encarnada por un hombre con corbata que en apariencia podría simular perfectamente eso de lo que aquí no queremos mas, pero ese hombre de corbata puede ser también otro ser diferente y de su imagen no podemos desprender una lista obtusa de estereotipos. Una verdadera fuerza de pensamiento puede partir de un acto sincero, no se que tanto lo he venido siendo acá, solo quise que antes de hacerlos meter en tan vagas discusiones comprendieran un poco por donde va la cosa, debemos pensar y actuar diferente, si algún día queremos imponernos.

“Sueño mucho pero no cristalizo nada”, es una parte inevitable de pensar. Cuando imagino poder expresar a muchos mis ideas acerca de porque la letoquitis, porque esto y no lo otro, entonces solo pido un poco de mi propio elíxir y ser capaz de dejar por escrito esto que les estoy contando, a veces no se si el problema es un reflejo escrito de mi propio pensamiento o si verdaderamente espero suscitar tanta controversia que sea llevado a la hoguera o al altar. Mucho de lo que puedo decir acá no constituye un verdadero reflejo de algo denominado como pensamiento, y dudo mucho de su fuerza, mas bien tiene de personal, y escribir sin contar cual es el problema personal seria absolutamente falso. Pues bien, seré mucho mas trivial quizá de esa manera me acercare mas a la verdad.

¿Se trata de pensar o de actuar? Pregunta estúpida, sin sentido y viciada, algún pensador con ínfulas de postmoderno podría decirnos: no se trata de una de las dos, se trata mas bien de diluirlas en una sola, o sea, la clásica formulita marxista de actuar trenificado reflexionar, igual, praxis. Se trata de la teoría de la praxis? Error muy profundo y además un poco trasnochado, la trivialización es un excelente medio sobre todo por su parquedad e insolencia para explicar un fenómeno lo mas cercano a la irrealidad y a lo banal. Les contare una pequeña anécdota entre el Baloto mi abuela y yo:

Una vez mi abuela me pidió el favor que le comprara un billete de lotería, me dio un billete de cinco Lucas y baje a la papelería por un tiquete electrónico del Baloto, “automático por favor” le dije al señor que atendía, lo recibí, subí la escalera y me encontré cara a cara con mi abuela, en ese momento ella se iba para un grupo de oración de señoras que dan caridad a niños desamparados, para despedirme le pregunte que por quienes iban a rezar, “por todos aquellos que andan por ahí sin creer en nada”, posiblemente era yo a quien se refería y tenia razón, hacia pocos minutos había pedido un Baloto electrónico donde los números los otorga una computadora, yo no decidí escogerlos, de manera natural concluí que ese premio de no se cuantos miles de millones de pesos no era para mi, nunca habría llegado a pensar que hasta para tener suerte es necesario creer.

Creer en que? Muy buena pregunta, aquellos seres humanos, especies de la calle encorbatados que pasean a diario por las ciudades del mundo ofreciéndose a la maquina del poder seguramente aprisionan un creer propio que los hace reconocerse como tales y sin el cual nunca hubiesen construido para ellos ese mundo de corbata y de zapato. La pregunta es pues no por la teoría, ni como es una acción letoquítica, ni por el tipo ideal de sujeto letoquítico, la pregunta esencial aquí es por un creer particular, la exaltación del presente en aras de la muerte del mañana y del ayer solo puede producirse tras un conjunto de símbolos que se constituyen como significante de subjetividades, de donde emerge la “creencia en”.

Apuntar a la creencia puede desviarnos por dos caminos diferentes que siempre y cuando se mantengan en estado de mutuo reconocimiento pueden no generar exclusiones sintomáticas. El primer camino es el habitual terreno ideológico donde se enredan una serie de supuestos, palabras estimulantes, poéticas y penetrantes, el objetivo es estimular los sentidos y abrir la percepción ante lo que viene, entonces, en ese momento se deboca una maquinaria de convencimiento, con argumentos que dicen si por esto, y otros que refutan por lo otro, el fin es univoco, aunque por lo general difuso: el convencimiento. El segundo camino como reacción al segundo, se trata de pensar en todo de una vez, hablar y no decir, instalarse en un terreno abstracto con la duda, la certeza, la dialéctica y la razón para que luego, en el habitual camino de lo general a lo concreto nazca la creencia en un concepto critico, que en lo mas hondo solo es un incierto, nunca descifrable y poco significativo, mas bien, algo obvio mal dicho.

Desde el primer punto de vista podemos argumentar que el segundo tan solo devela el sentido común por un camino ya bastante trajinado, que siempre dice lo mismo de algo diferente. El segundo, podría perfectamente contestar que el primero es el camino de la falsedad porque en el momento de exponerlo se siente mas allá de lo verdadero. Un pensamiento como el de la letoquitis podría nutrirse de los dos, seguramente así sera, pero hasta ahí no estaríamos aportando nada a la tradicional forma de pensar, debemos, por lo tanto, descentrar la palabra por medio de la experiencia y dejar que esta se exprese tal como lo desee, el destineo aparece así, merodeando y sin búsqueda, perdiendo lo nunca encontrado y tropezando con lo jamás buscado, en un juego de niños que de manera natural todo lo tocan.

Pero entonces ibamos en la creencia, también antes estábamos hablando de la disolución de la experiencia de la letoquitis, pasamos por el ejemplo de mi abuela y luego hice una aclaración que espero no sea tildada de metodológica. Fue entonces cuando todos lo creiamos, el mundo estaba en una extraña lucha entre quienes la defendían y otros que lo atacaban, pronto nos dimos cuenta que esto era un problema de todos, no por tomar partido sino por complicidad con una de las dos. Algo ocurrió cuando escribí esto:

“Hoy no quiero hablar de la letoquitis, porque creo que voy por el camino equivocado para descubrir su esencia y volverlo un hecho concreto, si nos podemos dar cuenta, la letoquitis es tan variable como lo puede ser la felicidad, el amor, la tranquilidad, o mejor dicho, cualquier extraña sensación a la cual una gran cantidad de gente le atribuye una palabra, pero es seguro que es tan irreal como la creencia misma o podemos decir tan individualmente real como la creencia.”[4]

Cuando la experiencia se diluye como alkaselser se fragmenta en millones de partículas, cada una de ellas puede asemejarse a una porción de masa como la desprendida desde el Bigbang. En esa infinitud, alguna reunirá las condiciones para poder ser experiencia, para luego, como en el caso de la Tierra, se estropee la experiencia por quienes mismos habitan los líquidos del vaso, en este caso, el universo. No hay nada mas diluyente que lo que se siente como sólido, “todo lo sólido se desvanece en el aire” dijo no se cuando Marx, pues bien la experiencia de la letoquitis y de la no letoquitis le pasa igual. Por que? Ni idea, pero vamos a conjeturar con un simulacro de microfutbol: Andreas Ropinho, algo así como el numero 10 de la selección Brasil toma el balón, mira a su derecha y ve que esta Matías Maniobra, atrás Mucho Porro espera que Andreas lo estime con un pase, pero que pasa, lo que antes era una maquina de producir buen juego y goles ahora es tan solo una sumatoria de individualidades, y pa’mas piedra, ni tan buenas, que pasa entonces? Jugar se hace un problema de equipo, es imposible no hacerlo así, sin embargo, ya no hay equipo y las individualidades se han perdido en un mar de halagos sin sentido, en caminos de fantasía obtusa donde nada es ni real ni imaginario, algo así como la muerte del presente por la resurrección del pasado y el futuro.

Por otro camino, y no se que tan claro pueda ser el fútbol para esto, estamos ante el problema de que siempre que se vive algo hay una pulsión natural humana por conocerlo, de ahí surge entonces la necesidad por señalarlo, pensarlo, nombrarlo, y es cuando nos instauramos sobre un campo lingüístico de racionalización continua y desaforada, racionalización que no obedece a las leyes de la experticia pero no deja de reconocer nunca quienes fueron sus mentores. Así pues de esto se trata la cuestión:

“Hay un problema cuando llego el nombre, y además la antinaturalidad del conocimiento artificial, que es eso? Como se llama? Aprendí como se dice tal cosa en tal idioma! El conocimiento de la libertad y la razón no puede nacer en la búsqueda del nombre de las cosas ni creer que aprender es saber los nombres de ciertas cosas y como estos se pueden combinar.”[5]

III. Vamos destineando.

















[1] Teoría de la letoquitis. 2002.
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
[4] 2004
[5] 2004

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