jueves, 28 de junio de 2012

Respirar, agradecer, y exhalar.


En tiempos de anuncios y verdades yo prefiero escapar, y buscar lo que no se me ha perdido en el ejercicio ocioso de la escriturología, y más aun cuando el pánico causado por las mentiras del pánico mediático es la constante de la puerta pa’ fuera. Es menester, y buen destino, el asistir una vez más a las siempre hermosas tierras de Tarapacá, a donde se espera, Dios mediante, ocupar los tiempos de la vida en cosas más provechosas y menos bullangueras, y aunque el acceso al media world siga presente por esas tierras, la cosa es siempre más llevadera y más sabrosa, ojalá no vuelvan a suceder las olas, grandes o chicas, de violencia, pues estas vengase de donde vengan, deben ser reconvenidas y sanadas con el perdón de la palabra, es una misión de sanación claro que sí, no es una cuestión de políticos, económicos, sociales, no, es del corazón.
Váyase a donde váyase, la conciencia y la fe, siempre deben ser firmes, pues solo esta puede influir alrededor y ayudar en el cambio que depende de cada uno, para con cada uno, pero se preguntaran entonces que es lo que habrá en uno, como para definirlo de esa manera, seguramente hay algo más que el cuerpo, que el alma, el espíritu. Es misterioso pensar alla, es muy sabroso sentir desde allá, porque ese desde, es el mismo uno, o Uno, ese Uno espiritual, que se representa con el cuerpo, el alma y el espíritu, o el Hijo, el Padre y el Espíritu. Y bueno, entonces por eso, es mejor tener claro el espectro espiritual, ejercitarlo, fortalecerlo, pues las cosas en los videos de los humanos se tornan por momentos un poco difíciles, aunque siempre posibles de reconciliar.
Hoy antes de sentarme a pensar, mas bien voy a agradecer, porque si no agradezco no estoy siendo sincero, pues mucho lo bueno es lo que la vidita me proporciona, asi que hágale con fritangueria a esta cosa de la gloteria, que aunque suene a nada mas que porquería, realmente es sabiduría. Vi un cielo surgir ante mis ojos, un espiral lo contenía y cuatro vientos surcaban sus aires, cada uno parecía traer un elemento, un restituidor, ellos bajaron y soplaron los pueblos, no quedando uno sin la restitución, y siendo esto entonces lo sabido, el tomador toma lo tomado, y se da por gratificado, y asi mas vale respirar, agradecer, y exhalar. 

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