sábado, 8 de mayo de 2021

Dale, dale, dale, dale, dale...

Se intenta, se mantiene el sí, se permiten los cambios, las salidas, recambios, lesiones, y se sigue jugando, aunque quede solo en el juego. El vacío aparece y la emoción arrastra, a saber y meditar, aceptar que no todos tienen porque aceptar, a no sentirme mal cuando estoy solo, por enésima vez, como muchas veces lo he estado. A veces me pregunto cuando salen las cosas, cuando fluyen, porque la mayor parte del tiempo surgen obstáculos, esto o lo otro, que sí, pero no, que no pero si, que lo mismo pero diferente, que en esa estamos pero ya no estamos. Quizá es el aviso de algo que tiene que pasar, de oprimir el botón, de emprender el camino una vez más.

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