viernes, 13 de noviembre de 2009

Lo que evoluciona es el amor.

Durante el último viaje por el Cotuhe con Teresa, contemplando las un mil maravillas que salen viendo imágenes producto de la simetría ortogonal con eje en la intersección de la imagen del espejo de agua y el paisaje de la rivera, con los arboles y nubes creando las mas fantásticas figuras de caras de felinos, mujeres voluptuosas y rostros de ancianos, buenas preguntas llegaron a colación: preguntaba Teresa si yo creía en la evolución del mono en hombre, sin dudar le dije que no. La explicación dada a mi respuesta fue totalmente insatisfactoria. Se me enredo el creer con el explicar, intentar o simplemente hablar de algo con sinceridad. Lo primero que yo diría, con las razones humildes que da el reflexionar y escribir acerca de su pregunta, es: no se. Y no es duda de Fe, es más bien una duda metódica, precisamente en aras de la Fe, que es lo más importante. No quiero caer en este escrito, en los asuntos de la acción y en la distinción minuciosa de cosas que se pueden o no se pueden hacer, mas bien antepongo la Fe, y como dice el apóstol Pablo en Romanos 14,7: “En realidad, ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni muere para sí mismo”.
Quería yo decirle Doctora Teresa que lo que evoluciona es el amor, de lo único que puedo darle Fe en mi corta vida es que en este planeta desde que nacemos hasta que morimos nos enfrentamos a un camino que descubrimos caminándolo, tiene señales y es impredecible, es además único y misterioso. Durante nuestra vida empezamos a recordar, a descubrir la esencia de algo que nos llama, que se nos revelo desde el principio, pero se va revelando en el momento, lo vamos aprendiendo, experimentando, y viviendo. Es la esencia misma de lo que estamos hechos, es aprender a ver por el que nos dio la vista, a despertar en la conciencia eterna del amor, a practicar el mandamiento del amor.
Para saber mejor si nosotros somos el producto de una evolución genética, producto de una serie de mutaciones, así como desde la geología se explican los cambios terrestre en eras de millones de años, está la documentación científica, a donde se puede encontrar más cordura que la que le puedan ofrecer estas palabras, averígüelo usted misma y saque sus propias conclusiones evolución o creación, evolución y creación, cuantas combinaciones se pueden lograr?..., en fin creo que acá no hay que estresarse mucho y pasar mejor al siguiente punto, quizá eso le dé un poco mas de emoción a una prueba que se puede pasar sin necesidad de contestar a la pregunta: ¿De dónde venimos?
Algunos paleontólogos, historiadores y antropólogos hablan de los dientes que vamos a perder en la parte de atrás por el creciente consumo de alimentos procesados, se escucha por ahí también que la talla promedio del colombiano ha venido en aumento, o que el globo terráqueo se acerca a una alineación galáctica a donde pasara quien sabe que cosas, se encontrara usted también con Ufólogos que ven al hombre como una conciencia en un bajo nivel de expansión a comparación de los seres de luz que habitan otras galaxias … y bueno, que es mentira y que es verdad? Al fin y al cabo todo cambia, cualquier cuento que usted decida creérselo, solo cerciórese de no dudar, por mi parte le digo, dudo que el hombre provenga del mono, no dudo que el hombre haya sido creado por Dios.
La ciencia mi querida doctora es poderosa en el mundo de los humanos, no solo ha transformado nuestras condiciones materiales, sino también nos ha generado mitos explicativos sobre el origen y el fin del universo, y ni hablar de todas las películas inspiradas en esta genial empresa humana como Back to the future o Star Wars. Pero poniéndose la mano en el corazón y mirando hacia los adentros de cada quien es evidente que la ciencia no logra mas que quedarse descubriendo aspectos importantes de la vida, pero nunca nos dice para que sirven. De pronto, considerar la posibilidad personal de un fin como un mismo principio hacia donde todo se unifica, nos ayude a asumir que hay otra fuerza, fuente de vida, creación, amor como energía. Todo esto Teresa, es solo para dejar claro que a pesar de que me consta que todo cambia así como se describe en las ciencias del tiempo, no me prueba que el ser humano haya evolucionado de mono a hombre.
Decíamos entonces que nos consta que algo evoluciona en el ser humano desde que nace y muere, en mi humilde opinión eso que evoluciona lo conocemos como amor, la practica del amor. El camino hacia la finalidad es un camino de amor, independientemente de cómo nos llegue o se sienta, si pueda interpretarse como una tendencia a la unidad eterna, a la semejanza con Dios, a una revolución de la recocha o a un estado pacifico de convivencia, no ha sido ni será , simplemente es. Eso que no se puede descubrir por las ciencias del tiempo, eso de lo que no podemos decir si pasa esto o lo otro es Dios, lo Eterno, o póngale el nombre que quiera, porque no es cuestión de nombre. Es en esencia inescrutable a la simple razón o sentimiento humano, así que todo nos lleva a Dios y hacia su Amor, querámoslo o no.
Practicar amor es como buscar, indagar, dudar, creer, escarbar en la sabiduría divina que se manifiesta de infinitas formas imposibles de conocer. El hombre y la mujer tienen la facultad de practicar el amor con voluntad. Sea lo que sea, venga por donde venga, barájese por donde se baraje, el hombre es parte de Dios y el hecho de que los señores de la ciencia descubran todo lo que puede pasar por dentro con tan esmero detalle, en ningún momento niega que el Universo es la Creación misma de Dios. Sinceramente encuentro que desde la solo ciencia como se practica y por compleja que se vuelva va a ser siempre mas racionalizada y todo lo tiene que explicar, vaya cosa cuando de lo que se trata es de ayudar al hombre a algo que todo el mundo desconoce… debemos saber estudiar, saber estudiar puede sonar únicamente a saber de libros y cosas profundas con gran método, eso es conocimiento y no puede lograr más que una tibia insinuación acerca de algo mas, estudiar es estar atento al camino, a cumplir de corazón y compromiso las misiones que este nos pone.
Considero mi estimada Teresa que buscar a Dios es mas un sentirse libre de la necesidad de estar en una ansiosa búsqueda que trata de llenar un vaso con un hueco en el fondo que llénese con agua, jugo de lulo, gaseosa o limonada, se va a desocupar de inmediato. Igualmente los hombres, venimos al mundo y nos llenamos de satisfacciones momentáneas que rápidamente mueren porque los pares de tenis que compramos se rompieron y ya no sirven para andar, la bicicleta se pinchó o el carro ha caducado. ¿Cuales son entonces los tenis que siempre caminan, la bicicleta que no se pincha y el carro que nunca caduca?
No sé si hasta aquí he logrado dar un poco más en el punto a una respuesta acerca de su pregunta, efectivamente usted dirá que no la he contestado aun pero algo más le puedo estar diciendo. Parto de hablar desde lo que conozco y no de lo que no conozco, si el hombre y la mujer vienen del mono, de Adán y Eva o de donde dijeron los Mayas, seguramente cada uno dirá algo diferente del otro, sea lo que sea solo sabemos que estamos aquí, no es esto un motivo suficiente para alegrarse y celebrar? La verdad es una y así se le nombre diferente es lo mismo, y la verdad no está en solo una de las historias de la creación o la evolucion, ni en todas, tampoco en un poquito de cada una hasta formar una gran verdad de solo coincidencias, la verdad es solo la Verdad y nada más que eso. Esta misma reflexión la puede usted llevar a todos los aspectos de la vida social de los hombres y seguramente encontraría lo mismo con respecto a las historias de reyes, repúblicas, dictaduras o democracias. No olvide mi querida doctora que emprender la búsqueda por los lados de solo la razón o el sentimiento podría convertirse en un aburrido ciclo de ciclos, y pues el humano necesariamente busca paz y felicidad interior, con alimentos o palabras, con chistes o con chismes, con devoción o sin ella, en la fiesta o el trabajo, como entonces obtenerla?
Cuando se habla de estas cosas se corre siempre el riesgo de hablar de todo y al final no decir nada, quizá eso estoy haciendo como tantos pensadores que a través de la especulación se hicieron conocidos y tomaron para si un nombre. Para salvaguardar los efectos deseados no tome nada de esto como verdad, solo tómelo como algo que puede entretener su cabeza si lo sigue leyendo. Así mismo la vida, puede no tener un trasfondo tan serio como parece mientras pasamos las etapas de nuestra existencia, hay algo que nos toca a todos y se recorre como un camino inescrutable, en nuestra voluntad solo esta aceptarlo o traicionarlo, eso es quizá lo que hace la diferencia entre los hombres.
Para concluir déjeme comentarle doctora Teresa, que yo personalmente no creo que el hombre viene del mono porque así lo he decidido creer, si le pregunto a mi razón seguramente el grado de probabilidad entre el sí y el no es el mismo, y caería en una confusión, pero en este tipo de aspectos solo me valgo de la razón hasta donde me sea permitido, anteponiendo siempre la Sabiduría que solo llega a través de la Fe. El hombre y la mujer fueron creados por Dios a su imagen y semejanza, si antes fuimos monos, estábamos en otra dimensión o cualquier otra historia, puede ser o no, pero fuimos creados por Dios desde el mismo principio en que todo fue creado.

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