lunes, 29 de noviembre de 2010

¿Salvados y condenados?

En esas vueltas que llevan la curiosidad a escarbar las cosas más secretas, en esa fatiga por tratar de saber algo que nadie ha osado conocer, en esas pretensiosas búsquedas por algo, que no podría describir me encontré con uno de esos casos en que el creer y el pensar son enemigos por si mismos. Entre tiempos anunciados y profecías que se leen, cada quien lo hace a la manera que le conviene entender, y es apenas entendible, pues la verdad es la verdad. Lo que si me deja con un poco de rascazón y gripas extraterrestres es cuando se teme romper con la ecología del creer del prójimo que tanto ahínco le muestra cosas que seguramente él ni entiende, es acaso un acto de pura misericordia? o es hipocresía? si es la segunda, entonces soy culpable. No acepto, el complicar la pita cuando se le puede simplificar, y si esto es pretensioso disculpe aquel prójimo pero de sus palabras la noche anterior no me quedo mas que un mal sueño y un despertar bastante agitado, perdonar es divino, y la humildad es valiente, no hay espíritu mas poderoso que el propio Espíritu, asi lo enseña la vida cuando nos enfrenta a supuestas verdades, que no son mas que acertijos de palabras, y venga que es de palabras pues en medio del suceso asome mi ojo y los vi a todos compartir y reposar, aguardar bajo la luz de la vela al sueño de esa noche durante el cuarto creciente de la luna lunar. Para que hablar cuando la visión habla por si sola, para que dañar con palabras y complicaciones lo que la simpleza de la vida muestra sin pretender ser vista, para que tanta cosa, para que no dormir en paz cuando se puede hacerlo, y sin temer si esto o lo otro, que si el cielo o el infierno, la verdad de Dios es un camino inescrutable a toda alma humana, y es respetable para quienes la defienden, pero a donde el escribiente no le camina a la cosa es a donde se traza la frontera entre los condenados y los salvados, como si fuera una cuestión de chivera, túnica o poses santurronas, los ahí quienes nunca han escuchado y entienden, y quizá habemos como quienes hemos escuchado y no entendemos aun, pero en el fondo siempre esta el recurso de la Fe en Dios, en el que no se ve con los ojos ni se busca demostrar afanosamente, el recurso de nosotros los tontos. Como se pueden trazar fronteras entre condenados y salvados cuando se ha visto cizaña crecer entre el trigo, y trigo crecer entre la cizaña, habrán muchos salvados que ni saben que es la ley, y habrán condenados viviendo bajo la ley. Dios es siempre amor y nada mas que amor, es correcto y es el camino, seguramente en algún momento nos dará la posibilidad de defenderlo sin la necesidad de condenar.

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