miércoles, 11 de mayo de 2011

Hecatombe

Dicen las narraciones de Alkalawi de las Cucunubainas años después de llegado de sus correrías de las australasias, meses después de sus merodeos por las amazonias, cuando su corazón arrepentido y entregado a Dios traía, una extraña situación le devino con su hermano Mojadei cuando tuvo que enfrentarlo a un duelo. Dícese que en su filosofía cristianente no tenia este contemplado el uso de la violencia en ninguno de los casos ni verba ni mucho menos físico, por eso, una vez de pasado el incidente se arrepintió y dijo a Dios. “bendito tu creador, bendito que me ponéis estas pruebas, con los de mi misma sangre, con los que no se arrepienten, bajo mi orgullo y digo, que ojala este momento, entre tanta ira y pensamientos inútiles sea un motivo para que la energía se limpie, y por fin se resuelvan las cosas para estos dos hermanos que tanta diferenciación traen en sus caminos y asi como es este escrito, de rogativa a los cielos, y con el temblor sucedáneo puesto en el alma, se le pide a Dios con tanta fe, que se llego al extremo de no temer ante el débil personaje que se enseñorea pero nunca puede tener el verdadero mando de las cosas, y ahora esta temblando de rabia sin saber que hacer, pensando que es mejor una solución precisa y acertada de dejar el nicho de los hogares del padre, pues posiblemente asi tendría mas asiento en sus artes de la escriturología”. Y bueno, estas y muchas otras cosas mas dijo Alkalawi a Dios, siempre perdonando a los que lo ofendían, y pidiendo perdón a Dios por sus ofensas, pues la atmosfera se ponía ruda en estos tiempos, cuando el tiempo del no tiempo se hacía manifestación y al parecer algo muy raro se le había entrado, no desfallecer, mas bien decidir, mas bien acatar lo que la vida así le trae, no da mas que la misma decisión, de salir de ese nicho de muerte en que su familia se había convertido. Y pues, el arrepentimiento había de tocar a las puertas de Mojadei, el de corazón el de verdad, pues a tal fondo no se podía llegar, no se podía llegar, salir y salir…en que iba a terminar tal embrollo sucedido? En que podía terminar tal cosa empezada quien sabe por quien, pues a la larga en tal cosa la calma era el mejor sucedáneo posible, no había mas que seguir, pues a tal extremo y a tal situación ya no había mas plazo, el fin había de llegar. Y Alkalawi por su parte necesitaba de algo asi, de una hecatombe para que se resolvieran sus asuntos, para que se diera el acertijo y resuelva por algún lado tales consecuencias nefastas, solo Dios podía arreglarlo, solo El podía hacerlo.

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