miércoles, 11 de enero de 2012

Permiso para vivir.


Alguna vez decidí tornar el camino para despedirme de todos, de mi mismo, de la sociedad y de los recuerdos, alguna vez me aventure a encontrar una verdad que yo sintiera como tal y no fuera una promesa basada en honorarios, títulos, apellidos y sabiondeces, esa vez salí para Australia, a donde por mas de un año me sentí perdido y libre, abierto al flujo de la vida, sin restricciones ni morales que me pesaran. Si relatara todas las enseñanzas que el camino me mostro podría escribir un libro entero, de hecho esta escrito, en palabras de conjuro mas que de propia historia, los recuerdo a todos, desde el principio hasta el final, los lugares donde dormí, las cosas que escuche, las veces que desafié mis propios prejuicios y arriesgue a ver mas allá, enfrenté mis pensamientos, formas de vida, al final termino el viaje pero la lección mas importante aun no había sido dada: la del perdón. Llegue a Colombia con la ilusión de poner en practica la sabiduría que sentí que Dios me había dado, con mucha humildad abrí la jeta, viaje al Amazonas, metí la pata, la seguí metiendo y la saque también, la vida sigue, y los tiempos cambian, el ímpetu soñador que tuve cuando salí para Australia aun lo guardo, no hago las mismas cosas, pero la misión que se dibujo como una visión se ha venido cumpliendo paso a paso, evidentemente siento que pase 26 años de mi vida aburrido y ciego, sin fe, sin esperanzas, con sueños que veía lejos e imposibles de materializar, creyendo en estereotipos y estupideces, ahora, desde Tarapacá Amazonas, y después de ver una excelente película de Sean Penn, que narra la historia de un joven que a los 23 años lo deja todo y se va de aventuras por el camino hasta llegar a Alaska a donde muere, veo mi vida y agradezco al universo el camino por el cual me ha llevado, porque a pesar de las muchas cagadas siempre la enseñanza prevalece y la esperanza no muere, pues que más se puede hacer que darlo todo, y hacer lo mejor. No se hasta cuando Dios me de permiso para seguir viviendo, pero seguro la mejor manera de estar listo para morir es vivir cada momento con absoluta gratitud y conciencia de que el amor es la única razón por la que estamos vivos. La lección continua y por momentos creo no estar pasando el test, pero que va, si tan solo se trata de ver las cosas por su propio nombre. Hay mucho aun por aportar a la vida, aun queda seguramente lo mejor, y si la cosa parece peluda, con cara de hipoglicemia, pues que va, si seguramente eso es también parte del mismo cuento, y por algo lo estoy viviendo. Bueno, en fin sin pretender adelantarme mucho solo puedo decir, a la fecha, que Los Mozzarella saldrán una vez más en Sábados Felices, con sus números, Al mar de vacaciones y El té, es chistoso? Ridículo? no sé, pero de pronto timador si es, aunque bueno, siempre hay alguien que no se come el timo.  

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