sábado, 23 de enero de 2010

La finanza nacional. (Tomado del tratado económico numero I de la coordinadora general por la Revolución de la Recocha.)

Al cliente se le deja entender en letra menuda que es libre de decidir, de decidir cuanto quiere tomar para llevar a cabo su empresa o su sueño de viajar, entonces solo firme aquí que nosotros hacemos lo demás, traiga un codeudor que tenga buena cara de guaimaron y sobre todo que no este reportado en los sistemas del crédito nacional, vuelva cuando quiera que estamos para servirle, con tu sueño funcionando o la empresa de volar, no se diga mas en esta cita que en un año usted lo empieza a pagar.
Como ha estado usted, me imagino que muy bien, recibió nuestra notificación y que rápido la atendió, discúlpenos por lo del embargo pero usted entenderá que así funciona la banca nacional, que tal estuvo su viaje, que tal lo trataron en el primer mundo, soñó con volar o simplemente atendió a su deseo de existir a donde solo los que por un riesgo se hacen entender. La letra chiquita la leyó, pero en su cauce el cliente la acato, no se porque ahora trae esa cara, con el ceño fruncido y la jeta partida, la vida es hermosa a caso no lo ve, a todos esos grandes ejecutivos con sus elegantes vestidos, visitando clubes y luciendo su personalidad, que fue lo que le paso a usted que no se ve como uno de ellos, no me diga que se dejo contagiar del revelionismo nacional, yo le advierto que eso no es bueno, y ni si quiera piense en hacérnoslo pagar si todo esta dispuesto para que nosotros lo hagamos pagar, a consta de su vida y su tranquilidad, la amargura del codeudor y la risa que provoca estar andando con las manos en el bolsillo sin un peso para el bus.
Que mas da hacer en un mundo que ofrece esta libre decisión, lo compro o no lo compro, me gusta o no me gusta, eso es lo que nosotros ofrecemos y lo que la gente quiere experimentar, que carajos esos cuentos de místicos fracasados quienes se dicen de timadores persuadiendo con una tal felicidad de la austeridad, si lo que se debe hacer es ir adelante, aumentar nuestro patrimonio y no esconderse a la sociedad, mas bien lucir alguno de esos trajes de fina corbata y zapato charolado, confundidos y atrapados por el rechazo material, viendo en los otros nada mas que envidiosos de los que andan en mercedes, mira mi estimado una propuesta tengo para ti y un plazo más largo te daré, financiar tu deuda con un bono que emite el estado para los colgados, firme aquí por favor y no olvide leer la letra pequeña, libre voluntad de hacerlo de no llorar y decir muchas gracias, pues nosotros somos la corbata que tu cuello lucirá cuando estés acorralado y la podrás enredar, colgarte del armario o una viga del techo, jalar y acabar por siempre con la vergüenza de no pagar, a nosotros no nos importa pues la póliza nos ha de cubrir, su funeral no es nuestra responsabilidad pero al menos una flor si le vamos a llevar.

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