martes, 23 de junio de 2015

Hay presente.

Antes de decir escuchar, silenciar el pensamiento, no reflexionar, se corre el riesgo de conjeturar, cuando es mejor conjurar. En el fondo del que dice, en el fondo del que piensa, del que realiza o anhela hay un impulso que viene de por allá, y cuando se siente se manifiesta, se busca y se le insiste asi aun sea esquivo y no aparezca en estas letras. Lo digo porque cuando sueño y anhelo algo me pregunto, si esta eso programado en la voluntad y la imaginación, si es material que se extrae de lo profundo del no pienso ni entiendo, o son solo reflejos de una realidad ajena que no me pertenece, de si el rumbo esta más bien por otro lado, o ese mismo que imagino, habrá que concentrarse más y seguir el impulso que no se detiene a preguntar antes de realizar. Mucho he soñado, mucho he conjurado, es algo que para en algún momento, o no se puede detener, hojas y hojas escritas, lenguajes que solo mi inconsciente con mi razón pueden entender, no con el fin de tener escritos porque si, si no que sean conjuros, es decir que sean ingredientes del caldo de la realidad. Y todo está, lo leo cada segundo cuando abro un cuaderno al azar, seguramente eso de conjurar es un verbo que no puede terminar, pero también a la hora de actuar porque el hijo se aproxima, y se requiere tener los elementos de cacería listos para que no nos falte nadita. Quizá es esta fe el motor de todo, el derecho expresarme con libertad y despojarme de mis prejuicios lo que me permite ver más claro, no  pretender entender, ni justificar ante mi mismo u otros, se trata es de ver, como lo explican los indígenas, quienes pasan horas despiertos en la noche esperando que el espíritu llegue y les muestre, eso que solo ellos pueden descifrar, eso mismo busco, y encuentro muchas imágenes, muchas posibilidades, pero la única cierta viene siendo el presente, el día a día, el que hace ahora y no deja pa mañana, solo esa imaginería representa la voluntad del conjurador, quien como mago ha de aprender con paciencia y dedicación como se dominan los instintos destructivos para convertirlos en obras que iluminen y sirvan a la vida. Hay presente, y si hay presente el futuro no debe preocupar, porque se trata es de vivir la esperanza y no la expectativa, de disfrutar y trabajar el hora para que mañana sea lo que tenga que ser, el mejor de los destinos posibles, el que se manifiesta lleno de fuego, con vida interior y mucha radiancia, ojala así sea, ojala lo aprenda, ojala me concentre y deje la vagabundería de no hacer lo que sé que debo de hacer, de seguir creyendo, de seguir liderando lo que he empezado. Que este propósito sirva para encontrar la energía vital, esa que viene del Plano Astral y enseña a perseguir con voluntad, las imágenes que mi inconsciente ve ahora, el lugar de lo que es y ha sido, desde el mismo momento en que decidí venir a este planeta. 

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