martes, 4 de noviembre de 2008

De la carta nunca entregada de Alkalawi de las cucunubainas a Willisito antes de partir a tierras de las australasias.

“Mi estimadísimo:

Estaba yo pensando en la posibilidad de perseverar con ingenio y buen tacto la segunda fase del partido, y para estimular la visión que afine la intuición de tan azarosos sucesos, tendremos que resolver con profundo virtuosismo y acción el destino que se dibuja al horizonte, escogiendo del gran numero de formas y modus vivendis respetuosos de la naturaleza y de la vida, el que asegure un sabroso destineo que se reproduzca por su propio destineo, en pocas palabras mi estimadísimo duque de las Cucunubainas, y para que usted no se inquiete por tan acomedidas palabras, el ritmo en que vivimos debe diseñar la estrategia mas eficiente para proveer los medios de subsistencia que aseguren el libre desarrollo del alma y el cuerpo, proveyendo en abundancia justa todo aquello que permite a una persona ser un viajero de grandes aventuras y tierras desconocidas. Mientras deambulamos con seres nuevos y completamente distintos a nosotros, de los que aprendamos las grandes maravillas que pasan en otros lugares y sin importar lo que observe nuestro paso, manejaremos una carroza llena de inciensos, mirra, viandas y aduqueles de las indias que se cambien por guarida, abrigo, oro, alimentación, mercancías o buenos momentos; que representaran la gratitud y la humildad que el buen hombre siempre tiene a su paso, y lo lleva por caminos impredecibles, expediciones al Africa, navegación por las ínsulas, ruta de la Seda, múltiples aventuras en América, fiestas en el Caribe, amores polinesios, siempre atendiendo con gallardía y buen tacto a cuanta aventura y ser se nos atraviese. Y cuando la evolución natural de la vida apareciese en forma de mujer, hogar e hijos, en el buen nombre que merece el reino de las Cucunubainas, lo llevará a cabo el dichoso caballero, quien tendrá como misión la reproducción de la especie que esta por fuera de la letoquitis, y dar semilla de esperanza a la humanidad, haciendo mas concientes de que todos somos parte de la naturaleza, y que de su negación no queda sino la tristeza y la evidencia mas clara de quienes anteponen su torpe ego a tan hermosa verdad.

Salgamos por tierras australianas con un carro lleno de objetos transmisores de buena honda, y llegar hasta los confines mismos de donde nuestro señor botó la cicla, ofreciéndolas en cuanto condado visitemos, destineando a buen paso y buena marcha....y todo eso, acompañado de la buena música del ingenioso Willisito de las Cucunubainas, quien deleitará con sus ya conocidos clásicos en castellano y lengua anglófona, a curiosos y compadres que sonríen y valoran los buenos momentos, juntando los fragmentos del pincel de la buena honda que quedo esparcido en una comunidad planetaria, que dejara en oídos de la historia, los supremos valores de la No Letoquitis y lo ultimo de las finas artes del destineo. Activaremos por medio del intercambio la provisión de viandas, abrigos y movilidades que tan valerosos seres merecen.

Reciba usted los mejores porvenires de mi parte y en espera de su respuesta.

Alkalawi De Las Cucunubainas”.

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