sábado, 10 de abril de 2010

Adiós águila azul.

En pleno discurso, en cualquier canción, con las letras quemadas, o con estas impresas, los deseos viajaron y su corazón le tocaron, sin querer poseer la deje volar, que se fuera lejos para ser feliz, para que me olvidara si alguna vez cause daño, solo puedo encomendar al Destino Silente las razones que tuve para hacerlo aquella vez, y si fallé pagaré, y si no entonces…, de cualquier manera ya somos libres, somos águilas azules que vuelan en los aires, que visionan horizontes y crean sensaciones, realidad que se nos fue, promesa pasada es ahora realidad, nos fuimos a volar, por donde quiera que pase no olvides guiñar el ojo e impregnarme tu visión, adiós águila azul te dejo volar, para que Dios te lleve o por milagro te traiga.

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