sábado, 20 de junio de 2009

El último paradigma

Desde la cárcel mental de la conceptuología, se oyen orgullos que gritan porque no han podido ver el color como parte constitutiva y viva de la escriturología, y no con esto quiero que el lector piense que se esta cambiando el orgullo por la arrogancia, pues no faltaba mas creerse lo que no se es, pero si es justo reconocer lo que en gracia se ha venido aquí a dialogar. Resultase que ese lugar a donde se enseña el intelectualismo, a donde se producen los que dizque inteligentes de la nación a veces no actúa de otra forma que como un homicida de la escritura, confundiendo el considere con la ilusión del saber y la libertad, parafraseando sin sentido un intelectualismo que llena hojas pero no dice nada, en la que todo lo que simplemente es, es objeto del mas frío y aburrido esquema de escritura que no tiene nada que ver con la escriturología. Y pues como salvado de las aguas, solo me queda dar agradecimiento y bendición a la letra que por gracia fluye, y ver desde la barrera esa escritura muerta que yace en los académicos y en los hombres de ciencia que se regocijan en sus conceptos. En las ciencias ciertas de Scooby Doo, promotoras de la Revolución de la Recocha, se asegura y reconfirma que tal cosa no puede ser mas objeto de la vida de este el escribiente ni del salón de la recocha, quienes con el comandante Wiwa y Pichón de Águila a la cabeza, escuchan Amorphis y dicen, que mucho lo bueno seria un revolcón a todas esos videítos que esclavizan al hombre a su propia mente, o a los conceptos que explican como destruir un concepto con otro, no haciendo mas que el ingreso de otro estúpido concepto. Eso me lo dijo una amiga alguna vez, que no entendía porque eso del comprender siempre implicaba explicar un concepto con otro, entonces yo le respondí que precisamente eso es lo que hacia un libro como la Biblia, romper ese ciclo vicioso, pero ella no entendió, como muchos no lo pueden, pues les es imposible asimilar lo simple. En el plano cartesiano, yéndose lejos del origen o punto cero, en los que el eje x es la amplitud de los fenómenos y el y es el nivel de abstracción, el concepto es mas abstracto, una teoría o un paradigma. “Cual será entonces el ultimo paradigma?” Preguntaba a mis estudiantes sin el ánimo de dar una respuesta, sino simplemente de llevarles al consciente allá donde Florez siempre se echaba un chistecito clásico: el infinito. Sin embargo, en el estupor de la pregunta, y la aureliogallés circundante, un estudiante me dio una respuesta que todavía retumba en mi cabeza: “el fin del mundo”.

Estos relatos son precisamente eso, no el ultimo paradigma, ni el “fin del mundo”, solo son un grito, que hasta ahora nadie escucha con sus oídos, somos muchos, desde muchos lados, porque esto no es una historia que se agota en la simple escritura o cuento de esta obra, pues la vaina tiene que venir de muchas formas mas, que ni puedo describir, ni mucho menos predecir, pero si puedo gritar, hacerlo cada día con mas Fe, para que se manifieste ese “fin del mundo”, al que el inquieto estudiante John Pulido se refería en la clase del profe Ichabod. Que hacer entonces en estas historias del Fin del Mundo? Solo hay un camino y es caminar en Fe, saber que en este videito estamos para resolver ciertos acertijos que si en gracia y misterio se han de tomar, pues habrá mucho mas para contar, y solo hasta que la muerte me soprprenda pues entonces eso haré. No se ya de que les deba hablar, pues una historia que comienza desde su mismo final seguramente queda impotente para ser escrita, por eso seguiré así, con cierta angustia de nunca decir, ni tampoco concluir lo que me trae a colación. Isaac alguna vez me decia, you won’t never know, just until God takes you away from here, you will say, ahhhhhh, it was that, y tenia razón, el tener una misión espiritual, no da ninguna potestad ni poder extraterrenal para saber lo que solo Dios puede saber.

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