sábado, 20 de junio de 2009

No hay caos que no sea la misma perfección.

Siendo todo lo anterior lo acontecido y todavía más, que la vida me muestre las piezas del rompecabezas que debo armar, que mi arrogancia no se meta decidiendo sobre sueños, que solo confunden y me desatan del presente. A los grandes acontecimientos de la verdad, le quedan muchas palabras por decir, y para que la vaina se ponga mejor estas nunca serán suficientes para nadie, esa es la cosa de este devenir humano, un juego inesperado de misteriosos saltitos del destino. Y pues mientras le doy regocijo al seso para que tome la misión de la escriturología así como se esta tomando la trabajopatía y los niveles exagerados de lenguopatía, el espíritu me escucha y es el único capaz de accionar la llave que pronto ya se viene abrir. En una de tantas aventuras de Alkalawi en el reino de las cucunubainas, cuentan por ahí que un día estaba caminando por los sendero rurales, encontró en el camino una niña de tres años señalándole con el dedo la puerta de una casa, este, sin inmutarse siquiera, se dirigió a ella, y entr´p en la casa. Sobre un piso de madera y un cuarto oscuro quedo perplejo Alkalawi, como en la novena dimensión allá donde se dice que la cosa de la conciencia se ha puesto mucho lo amplísima. Pero bueno, para efectos de esta historia, y resumiendo un poco este aburrido cuento, Alkalawi llego a la que posiblemente iba a ser su casa en el reino de las cucunubainas. Imaginó muchas mujeres, viviendo allí, hombres trabajando y una comunidad creciendo, capaz de tolerar lo que para el sentido común parece intolerable, y sobre todo, transformada de espíritu, ajena a un pasado que ahora es solo visita de tarde dominical.
Dícese en los rumores del Reino que la unión familiar se estaba rompiendo, y como no iba suceder, si cada familia se convirtió en un foco de malas costumbres y reverencias formalistas y terminaron socavando la tolerancia de esta generación, que decidió crecer junta en el reino de las cucunubainas. Y mientras esto se decía, también sucedía que se hacían encuentros de música en el parque principal, los visitantes terminaban muy complacidos y querían saber mucho mas, acerca de quienes era esos hijos y hermanos del Sol y la luna. Se vienen los tiempos ya todos lo olemos, no vale estar aferrado a los vicios y ataduras, porque será que el camino nos duele, que nos alumbra y envuelve como acariciando el paso de los días, a un fin y un nuevo comienzo, a una sola profecía revelada nos dirigimos, todo el lenguaje será eliminado y ya nada habrá mas que pensar, es el curso inevitable del video y mientras eso pasa vale agradecer, porque no hay día que me tenga aquí esperando, solo quiero hacerlo y ya esta, se que vendrán tormentas y de todas ellas seré libre, porque no hay tornado sin dirección, no hay caos que no sea la misma perfección.

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