sábado, 20 de junio de 2009

Llévate el sueldito, pero porfavorsito devuélveme a la ruta.

Siguiéndole disertando a eso de las ciencias letoquiticas y destineológicas, me encontré en un salón de clases una muestra que no se si demuestra la hipótesis concerniente a la salvación de las almas, cuantos escuchan, no lo se, pero se siente a veces tan vacío todo, que la verdad no se que pensar si es que esto ya se lo ha llevado el patas o que se yo, esperemos que no, porque una historia de elegidos la teoría fundamental de la letoquitis revisada por patacas en ningún momento lo sugiere, ni tampoco un encuentro con lo desconocido, ya que a los ojos del Universo todo es energia y funciona como tal, la religiones y ciencias son solo cuentos que la mente inventa para dar una explicación a lo que no hay que buscarle tal. Esta mañana desperté a eso de las 3 y 30 con una cantidad de preguntas en mi cabeza, una de ellas me llevaba directamente a un lugar que conocí yo como Australia, pero no se sentía exactamente como Australia, pues este lugar solo era una metáfora de un sentimiento que no se de donde venia, entonces cerré los ojos y vi unos planetas, unos astros y cometas como el que vimos con Piñeres y Camila la vez pasada en Cucunubá, ese lugar, salía probablemente de alguna película de ciencia ficcion StarWars, o Back to the Future, sea lo que sea, decía exactamente lo que ahora quiero ser, un haz de luz que viaja por la galaxia, que recorre los planetas y se transforma en formas corpóreas para cumplir misiones galácticas, luego de terminada tal, entonces se empaca todo y arranco para otro lugar, en mi forma luminosa de cometa Halley. Y es que no es nuevo comentarle estimado lector, que la existencia humana por momentos me queda grande y quiero escapar, a todos los lugares, a todos los pensamientos, a todas las opiniones, compromisos y comisos, pues solo quiero partir en paz, mas bien joven que viejo, pero eso no es una decisión mía, decíase en el aparte fundamental de la teoría de la letoquitis que en la voluntad de los hombres solo hay dos opciones: nadar contra la corriente o con la corriente, o en otras palabras que mi amigo Sabato escribe en La Resistencia “En la vida existe un valor que permanece muchas veces invisible a los demás, pero que el hombre escucha en lo hondo de su alma: es la fidelidad o traición a lo que sentimos como un destino o una vocación a cumplir”. Exactamente eso creo yo que es la voluntad, son dos posibles caminos, así como en el colegio, se pasa el año o se pierde, no hay términos medios ni nada por el estilo. Que duro es sentir que uno se queda, que esta dejando lo que mas siente por otras cosas, o que se toman decisiones sin ninguna coherencia interna, no se porque regrese a Colombia, y me embarco en una vida de trabajo, es de profesor, una buena misión y una gran vocación, pero resultase que yo poco creo lo que pasa en esos recintos de aulas educativas, pues quien es tocado por el conocimiento, ya fue tocado mucho antes por el sentimiento, y seguramente seguirá una senda que poco o nada tienen que ver con el paso inerte de una Universidad. Como concebir entonces este paso? Como afinar las mejores herramientas para cumplir una misión que desconozco? Que estoy haciendo yo allá? Si alguien se bajara de su ego y escuchara, así sea para criticar o contradecir, ojala, ojala, Dios por favor, dame una manito que eso solo es muy berraco, y la verdad me tortura la idea de pensar que estoy pasando por el mundo y nada estoy dejando. Llévate el sueldito, pero porfavorsito devuélveme a la ruta, revélame el camino, no creo mas que en lo infinito, no escucho sino al silencio, no deseo mas que un desvanecimiento que por fin me lleve, que por fin me lleve.

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